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La historia del "Mal de Chagas"

Miércoles, 26 de septiembre de 2018 01:03

En 1909, el investigador brasileño Carlos Chagas (1879-1934) encontró un nuevo parásito al que denominó Trypanosoma Cruzi, en honor a Oswaldo Cruz, otro científico brasileño. Luego, asoció ciertos síntomas de la población de una localidad del noroeste del vecino país con la picadura de vinchucas infectadas con este parásito. En Argentina, el médico Salvador Mazza (1886-1946) realizó varios estudios que confirmaron la existencia del Chagas en el país. En 1926 la Facultad de Medicina de la UBA estableció la Misión de Estudios de Patología Regional Argentina (Mepra) en Jujuy, que tuvo la meta de diagnosticar y estudiar las enfermedades desconocidas del norte argentino, entre ellas el Mal de Chagas. Funcionó en el "E.600", hospital móvil que llegó a Bolivia y Chile. En 1926 fundó la Sociedad Científica de Jujuy, cuyo primer presidente fue Guillermo Paterson.

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En 1909, el investigador brasileño Carlos Chagas (1879-1934) encontró un nuevo parásito al que denominó Trypanosoma Cruzi, en honor a Oswaldo Cruz, otro científico brasileño. Luego, asoció ciertos síntomas de la población de una localidad del noroeste del vecino país con la picadura de vinchucas infectadas con este parásito. En Argentina, el médico Salvador Mazza (1886-1946) realizó varios estudios que confirmaron la existencia del Chagas en el país. En 1926 la Facultad de Medicina de la UBA estableció la Misión de Estudios de Patología Regional Argentina (Mepra) en Jujuy, que tuvo la meta de diagnosticar y estudiar las enfermedades desconocidas del norte argentino, entre ellas el Mal de Chagas. Funcionó en el "E.600", hospital móvil que llegó a Bolivia y Chile. En 1926 fundó la Sociedad Científica de Jujuy, cuyo primer presidente fue Guillermo Paterson.

Tratamiento es efectivo en la etapa aguda

El tratamiento temprano de la enfermedad de Chagas congénita presenta una buena repuesta terapéutica, con índices de curación cercanos al 100% con “nifurtimox y benznidazol” para tratamiento parasiticida de Chagas. Ambos son activos en la fase aguda, y ayudan a controlar la enfermedad y disminuyen la probabilidad de paso a la cronicidad.

La eficacia del tratamiento durante la fase crónica de la infección no es tan alta y no todos los pacientes se “curan” o negativizan sus pruebas de laboratorio. Por ello ls recomendaciÓN del Ministerio de Salud de la Nación es indicar tratamiento a pacientes en fase aguda de cualquier naturaleza, fase crónica en niños y adolescentes menores a 19 años, donante vivo reactivo en trasplante de órganos, accidente de laboratorio o quirúrgico con material contaminado con T Cruzi y fase crónica de pacientes sin patología demostrada o con hallazgos de cardiopatía incipiente mayores de 19 años y menores de 50. 

Con ambos fármacos la duración del tratamiento recomendada es de 60 días. El equipo de MarÍa del Carmen Díaz Ariza realizó un trabajo de investigación retrospectivo, que evaluó 30 pacientes chagásicos y su relación con la evolución de la enfermedad y el consumo de aceite de oliva, encontrando una disminución y retardo de las complicaciones de cardiopatía chagásica en aquellos pacientes que consumen aceite de oliva al menos tres veces por semana .

La enfermedad y los signos evidenciables de su presencia

La Enfermedad de Chagas Mazza o Tripanosomiasis americana es una zoonosis producida por el parásito Tripanosoma Cruzi y transmitida al ser humano principalmente por el insecto hematófago, vector Triatoma infestan, “vinchuca”. También puede transmitirse por transfusión de sangre contaminada o por la vía congénita o transplacentaria.

Esta enfermedad comienza con un cuadro de fiebre y malestar general, puede presentar cefaleas, adenopatías generalizadas (ganglios), arritmias y en algunos pacientes presentan edema en los ojos (signo de Romaña). al:Los parásitos permanecen ocultos principalmente en el músculo cardíaco y digestivo. En esta etapa el sistema inmune controla la reproducción del parásito, la parasitemia suele ser baja, y el diagnóstico de laboratorio se hace a través de las técnicas serológicas. Un 30% de estos pacientes entre 10 y 20 años después presentarán lesiones evidenciables, cardiopatías chagásicas, con bloqueos de rama derechas e insuficiencia cardíaca; manifestaciones digestivas: constipación por megacolon o alteraciones en el esófago.

 

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