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19 de Abril,  Jujuy, Argentina
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Nuevos índices, candidatos y enamoramientos

Lunes, 01 de octubre de 2018 01:01
RUBÉN RIVAROLA/ EL PJ ABRE PUERTAS.
GM / REINTEGRÁNDOSE AL RUEDO POLÍTICO.
MARTÍN PALMIERI /EL PRIMER CANDIDATO...
ALEJANDRO SNOPEK / ENTRE SM Y GM.
SUSANA USTAREZ /EL FAG SE ENDURECE.

La semana que pasó fue tan pródiga en noticias que hace imposible una síntesis y un balance de siete días. Arrancó el lunes con la renuncia del presidente del Bcra. Luis Caputo, harto del enfrentamiento con el ministro de Hacienda Nicolás Dujovne prefirió el retiro con lo que generó varios efectos inmediatos: despejó el malhumor del FMI con el que colisionaba a diario, recargó los neumáticos de Dujovne que venían llanteando peligrosamente, y mostró que el presidente Mauricio Macri está dispuesto a todo -aún a resignar la compañía de amigos del alma- con tal de persistir en su plan económico. Asumió inmediatamente un economista de segunda línea del gobierno, pero con la virtud de ser totalmente dujovnista, Guido Sandleris. Prometió como era de esperar, un frontal ataque a la inflación y anotició al país de la “banda de flotación” donde deberá moverse el dólar: entre 34 y 44 pesos. 
Diferentes, pero parecidos
Simultáneamente, las medidas de fuerza de las centrales obreras -CTA, organizaciones sociales, Camioneros y la CGT- lograban una importante adhesión a las movilizaciones y paros programados para lunes y martes. Y dejaron un mensaje claro: “Si el Gobierno no tiene un plan B, no habrá tregua”. Es decir, entre el empecinamiento de Cambiemos y la tozudez de los quejosos, no habrá paz en Argentina. También en simultáneo, el presidente Macri de visita en Nueva York, tuvo un par de actitudes que generaron fuertes sorpresa y descontento. Feliz por el muy buen trato con fue recibido por empresarios, banqueros y el directorio del Fondo Monetario, se animó a bailar en el escenario de la cena del Global Citizen Award, entidad que lo premió por su “compromiso de realizar reformas para poner a Argentina en una senda de prosperidad”. Mientras el país, salía trabajosamente de jornadas de máxima tensión, súbitamente el mandatario argentino tomó por la cintura a la vicepresidenta de la GCW, Adrienne Arsht, con quien realizó unos pases de baile. Ningún observador de la vida pública argentina, pudo evitar el recuerdo de los aciagos días de diciembre del 2013, cuando la entonces presidente CEFK bailaba en un escenario montado en Plaza de Mayo celebrando 30 años del regreso de la democracia rodeada por militantes de La Cámpora, la Tupac Amaru porteña, el Evita, y algunos gremios ultra K, ignorando que al mismo tiempo Córdoba, Tucumán y Jujuy y otras ciudades se debatían entre duros enfrentamientos, saqueos y represión que terminaron con muertos.
Claro que el parecido entre ambos escenarios no era exacto, pero los simbolismos que cargaba cada uno, sí lo eran. Para recargarlos, también casi simultáneamente, el Indec anunciaba que la pobreza estructural alcanza la cifra -récord en la era de Cambiemos- de 27,3% con casi 12 millones de pobres. El propio Mauricio Macri en otra de sus extrañas conferencias de prensa lo reconocía horas después, subrayándolo con un claro gesto de angustia, contrapuesto con la amplia sonrisa que horas atrás había lucido en USA. Después de un comunicado breve y desabrido, dejó frente a los periodistas a Dujovne y Sandleris, para reiterar el convencimiento del futuro éxito del plan económico. A fuerza de no poder esquivar la memoria periodística, también apareció otra similitud entre dos fuertes momentos políticos: esta semana el ministro de Hacienda dijo “el crecimiento no será positivo en el 2019”, y disparó el recuerdo de aquella frase del exvicepresidente Julio Cobos, cuando mató la famosa circular 125 con su: “Mi voto no es positivo”. Qué extraña -y casi torpe- manera de pretender esquivar las definiciones por el lado positivo y concreto, como si con el giro lingüístico absurdo lograran esquivar o amortiguar el impacto de las balas!
Como sea, la semana terminó con el dólar pisando los $42, anticipándose al debut de la “banda de flotación” que debuta hoy; con el Bcra subiendo los encajes a los bancos, y con las tasas de interés más allá de las nubes. Este lunes desayunamos con aumentos de naftas (10%) y anticipos de aumentos del gas (35%). Pero el Gobierno tiene cerrados los acuerdos con el FMI. Y eso se sostendrá porque el Fondo y su principal socio, los EEUU, mantienen su terror por el posible reingreso del populismo o la izquierda en América Latina. Así miran a Venezuela, a Brasil (que llegará este domingo a sus complicadas y significativas elecciones presidenciales), a México, y en el caso de Argentina, al aumento de la presencia china y especialmente, la amenaza flotante del regreso del modelo K. Este panorama nos pone de cabeza en la situación política de la semana.
Aparecieron “los cuatro fantásticos”. Tras los amagues, se sacaron la foto. El gobernador de Córdoba, Juan Schiaretti, el de Salta, Juan Urtubey, el jefe del Frente Renovador, Sergio Tomás Massa, y el titular de los senadores nacionales del peronismo, Miguel Pichetto, presentaron en sociedad lo que por ahora y difusamente denominaron “Alternativa Peronista”. Sueñan, quizás con remedar el impacto de la Renovación Peronista que en la década de los 80, lanzaran Antonio Cafiero y José Manuel de la Sota, que aunque puso de pie a todo el Movimiento Justicialista, terminó perdiendo una histórica interna frente al carisma y la inteligencia de la arquitectura política del gobernador de La Rioja, Carlos Menem. Los cuatro, analizan y suman. Cuentan que más de un senador increpó en reserva a Pichetto por su persistente defensa de los fueros de CEFK. “Si acá somos mayoría los que no recibimos nada de los bolsones, entonces, ¿qué estamos defendiendo?”, le preguntaron. Massa asegura que es cuestión de días, para que más de diez gobernadores peronistas como Rossana Bertone de Tierra del Fuego y Juan Manzur de Tucumán, y los ascendentes Gustavo Bordet de Entre Ríos y el sanjuanino Sergio Uñac, se sumen a la alternativa, y con ellos, cientos de intendentes. También en horas, se sumaría explícitamente Florencio Randazzo, un quinto fantástico, de entre los cuales saldría el candidato presidencial a la espera de una mujer potente para integrar la fórmula.
Se dividirían las aguas de una vez, y Unidad Ciudadana y los K, deberían postergar su proyecto de volver a copar el PJ, fagocitarlo y dejar que CEFK conduzca un frente opositor al macrismo. En la Casa Rosada, analizan qué adversario sería más conveniente: el cristinismo casi les aseguraría sumar a sus votos propios, todo lo anti K, y hasta muchos K desengañados frente a la embestida judicial y al rebrote de secretarios y empresarios arrepentidos, de la que tanto Cristina como muchos de sus referentes parecen ya no poder escapar. La Alternativa Peronista, casi les aseguraría el ocaso definitivo del planeta K, y una convivencia relativamente civilizada en el futuro. Esto, claro, en el entendimiento de que Cambiemos vuelva a ganar en el 2019. Eso, y sólo eso, será lo que incline el fiel de la balanza, en un cónclave donde tendrán preponderancia las voces de María Eugenia Vidal, Horacio Rodríguez Larreta, Lilita Carrió, Jaime Durán Barba y Marcos Peña.Y quizás algún radical importante, como el gobernador de Jujuy, Gerardo Morales, de vuelta en el país, el de Mendoza, Alfredo Cornejo, y el ministro sin cartera Ernesto Sanz. Todo cambiaría si el potente “outsider” de la política Marcelo Tinelli cediera a las ofertas de candidatearse.
Los aprestos nacionales causaron, naturalmente, una fuerte repercusión en la Provincia. Los referentes massistas, Alejandro Snopek y Marcelo Nasif, entre otros, sienten que renacen esperanzas allá, pero deberán resolver su sociedad con Cambia Jujuy acá. No será sencillo. El Partido Justicialista comenzó a preparar su estructura para el 2019. Primero, tendrán que desyuyar el terreno y dejar en claro con quién se cuenta. Una reunión realizada en la casona gris de avenida 19 de Abril, comenzó con la tarea. En un agitado debate se impuso el temperamento sostenido por el presidente del distrito Rubén Rivarola quien logró obtener el mandato para instruir al Congreso Partidario a fin de analizar una amnistía para aquellos dirigentes y militantes que hayan sacado los pies del plato y quieran volver a casa. Los que así lo deseen deberán dirigirse a la mesa de conducción en una nota que simplemente exprese esa voluntad para que posteriormente y de manera oficial se blanquee esa situación. “Muchos peronistas fueron encandilados por nuevas ideas, frentes que iban a cambiar la cultura política de Jujuy y a recrear la Provincia, y hoy vemos que igual que en el país, el proyecto de Cambiemos no pudo cumplir nada de lo prometido, y está cayendo en una crisis gravísima que acelera la destrucción del aparato productivo, beneficia solamente a los que más tienen mientras hunde a las empresas, los comercios, la industria y en general a las familias, en el temor al quebranto y al desempleo. El peronismo es el resguardo para recuperar la esperanza y la voluntad de militar con sentimiento nacional, y a esos compañeros los esperamos con un puesto de lucha”, dijo Rivarola. No será sencillo, para el PJ terminar de comprender que vienen de haber perdido elecciones y que muchos -la mayoría- no sabe pelear desde el llano en democracia, pero el proyecto está en marcha, y el PJ local, acorta los tiempos para ese objetivo. 
A veces, a pesar de todo dan pasos atrás. Una liga de intendentes que pretende aisladamente tener un espacio nacional abrazada a la bonaerense Verónica Magario, conseguirá poco o nada por ese camino, a excepción de alguna foto. Otros que ya se lanzaron a autopromocionar sus candidaturas son mirados por el resto con el gesto del reproche que se dedica a quienes se almuerzan la cena. Por ejemplo es el caso de Martín Palmieri quien se promociona desde la agrupación de Bases Peronistas como aspirante a la intendencia que ocupa “Chuli” Jorge, convocando a la unidad pero desde su particular concepción de un trasvasamiento generacional a la violeta. El joven concejal de Palpalá Rubén Eduardo Rivarola interpretó dos exigencias populares: una ordenanza que frene los despidos en el municipio y otra que reduzca las tasas municipales para aliviar la situación económica general. Ambas, a pesar de obtener consenso parlamentario, chocaron contra el oficialismo. En una ocasión el doble voto del presidente y en la otra el veto del intendente. Son ejemplos, detalles, de una batalla desigual donde las razones apenas cuentan. En la Legislatura se reiteran las quejas por las “aplicaciones del físico”, pero en este caso, la respuesta es que les pagan con la moneda que ellos pusieron en circulación cuando los roles estaban invertidos. Así, es difícil, y será más difícil aun cuando -en algún momento- deban consensuar el presupuesto provincial.
El capítulo de los gremios jujeños se pondrá al rojo vivo hoy. El Frente Amplio Gremial se reunirá para apurar al gobierno. La titular de Apoc, Susana Ustarez, adelantó que no entrarán al juego del oficialismo de demorar las mesas de trabajo y que sus reclamos partirán desde la base de una planilla suplementaria de un aumento que recomponga los sueldos de septiembre para arrimarse un poco a lo perdido por la inflación y recién después acometerán la pelea por reapertura de paritarias y una equiparación con los montos de las asignaciones familiares que en Jujuy son más bajas que las de la Nación. Y expresarán fuera de su órbita la preocupación por el aumento del desempleo en Jujuy que según el último dato del Indec asignó a la provincia un 6,1% ocupando un podio entre Santiago (6,4%) y La Rioja (4,85). La situación de la Provincia de Jujuy no es muy diferente de otras que subsisten lejos del equilibrio fiscal.
Así, Jujuy, como el país, están en estado de preocupación y se sienten contrariados por una estrafalaria declaración del ministro Dujovne, que dijo al alabar la nueva política monetaria (cero emisión de pesos para alcanzar la estabilidad cambiaria y el equilibrio fiscal) que estrenará hoy: “Si no hay emisión de pesos, no hay pesos con los que comprar los dólares”. El objetivo es saludable, siempre y cuando haya pesos para que los que nunca compran dólares puedan subsistir con una aceptable calidad de vida. La frase fue tan ocurrente como el deseo del presidente Macri: “Que todos los argentinos terminen enamorados de Cristine Lagarde”. En su entusiasta lapsus, quizás no consideró la posibilidad de que la platinada y elegante señora, no sea del tipo que seduce a los argentinos. 
 

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La semana que pasó fue tan pródiga en noticias que hace imposible una síntesis y un balance de siete días. Arrancó el lunes con la renuncia del presidente del Bcra. Luis Caputo, harto del enfrentamiento con el ministro de Hacienda Nicolás Dujovne prefirió el retiro con lo que generó varios efectos inmediatos: despejó el malhumor del FMI con el que colisionaba a diario, recargó los neumáticos de Dujovne que venían llanteando peligrosamente, y mostró que el presidente Mauricio Macri está dispuesto a todo -aún a resignar la compañía de amigos del alma- con tal de persistir en su plan económico. Asumió inmediatamente un economista de segunda línea del gobierno, pero con la virtud de ser totalmente dujovnista, Guido Sandleris. Prometió como era de esperar, un frontal ataque a la inflación y anotició al país de la “banda de flotación” donde deberá moverse el dólar: entre 34 y 44 pesos. 
Diferentes, pero parecidos
Simultáneamente, las medidas de fuerza de las centrales obreras -CTA, organizaciones sociales, Camioneros y la CGT- lograban una importante adhesión a las movilizaciones y paros programados para lunes y martes. Y dejaron un mensaje claro: “Si el Gobierno no tiene un plan B, no habrá tregua”. Es decir, entre el empecinamiento de Cambiemos y la tozudez de los quejosos, no habrá paz en Argentina. También en simultáneo, el presidente Macri de visita en Nueva York, tuvo un par de actitudes que generaron fuertes sorpresa y descontento. Feliz por el muy buen trato con fue recibido por empresarios, banqueros y el directorio del Fondo Monetario, se animó a bailar en el escenario de la cena del Global Citizen Award, entidad que lo premió por su “compromiso de realizar reformas para poner a Argentina en una senda de prosperidad”. Mientras el país, salía trabajosamente de jornadas de máxima tensión, súbitamente el mandatario argentino tomó por la cintura a la vicepresidenta de la GCW, Adrienne Arsht, con quien realizó unos pases de baile. Ningún observador de la vida pública argentina, pudo evitar el recuerdo de los aciagos días de diciembre del 2013, cuando la entonces presidente CEFK bailaba en un escenario montado en Plaza de Mayo celebrando 30 años del regreso de la democracia rodeada por militantes de La Cámpora, la Tupac Amaru porteña, el Evita, y algunos gremios ultra K, ignorando que al mismo tiempo Córdoba, Tucumán y Jujuy y otras ciudades se debatían entre duros enfrentamientos, saqueos y represión que terminaron con muertos.
Claro que el parecido entre ambos escenarios no era exacto, pero los simbolismos que cargaba cada uno, sí lo eran. Para recargarlos, también casi simultáneamente, el Indec anunciaba que la pobreza estructural alcanza la cifra -récord en la era de Cambiemos- de 27,3% con casi 12 millones de pobres. El propio Mauricio Macri en otra de sus extrañas conferencias de prensa lo reconocía horas después, subrayándolo con un claro gesto de angustia, contrapuesto con la amplia sonrisa que horas atrás había lucido en USA. Después de un comunicado breve y desabrido, dejó frente a los periodistas a Dujovne y Sandleris, para reiterar el convencimiento del futuro éxito del plan económico. A fuerza de no poder esquivar la memoria periodística, también apareció otra similitud entre dos fuertes momentos políticos: esta semana el ministro de Hacienda dijo “el crecimiento no será positivo en el 2019”, y disparó el recuerdo de aquella frase del exvicepresidente Julio Cobos, cuando mató la famosa circular 125 con su: “Mi voto no es positivo”. Qué extraña -y casi torpe- manera de pretender esquivar las definiciones por el lado positivo y concreto, como si con el giro lingüístico absurdo lograran esquivar o amortiguar el impacto de las balas!
Como sea, la semana terminó con el dólar pisando los $42, anticipándose al debut de la “banda de flotación” que debuta hoy; con el Bcra subiendo los encajes a los bancos, y con las tasas de interés más allá de las nubes. Este lunes desayunamos con aumentos de naftas (10%) y anticipos de aumentos del gas (35%). Pero el Gobierno tiene cerrados los acuerdos con el FMI. Y eso se sostendrá porque el Fondo y su principal socio, los EEUU, mantienen su terror por el posible reingreso del populismo o la izquierda en América Latina. Así miran a Venezuela, a Brasil (que llegará este domingo a sus complicadas y significativas elecciones presidenciales), a México, y en el caso de Argentina, al aumento de la presencia china y especialmente, la amenaza flotante del regreso del modelo K. Este panorama nos pone de cabeza en la situación política de la semana.
Aparecieron “los cuatro fantásticos”. Tras los amagues, se sacaron la foto. El gobernador de Córdoba, Juan Schiaretti, el de Salta, Juan Urtubey, el jefe del Frente Renovador, Sergio Tomás Massa, y el titular de los senadores nacionales del peronismo, Miguel Pichetto, presentaron en sociedad lo que por ahora y difusamente denominaron “Alternativa Peronista”. Sueñan, quizás con remedar el impacto de la Renovación Peronista que en la década de los 80, lanzaran Antonio Cafiero y José Manuel de la Sota, que aunque puso de pie a todo el Movimiento Justicialista, terminó perdiendo una histórica interna frente al carisma y la inteligencia de la arquitectura política del gobernador de La Rioja, Carlos Menem. Los cuatro, analizan y suman. Cuentan que más de un senador increpó en reserva a Pichetto por su persistente defensa de los fueros de CEFK. “Si acá somos mayoría los que no recibimos nada de los bolsones, entonces, ¿qué estamos defendiendo?”, le preguntaron. Massa asegura que es cuestión de días, para que más de diez gobernadores peronistas como Rossana Bertone de Tierra del Fuego y Juan Manzur de Tucumán, y los ascendentes Gustavo Bordet de Entre Ríos y el sanjuanino Sergio Uñac, se sumen a la alternativa, y con ellos, cientos de intendentes. También en horas, se sumaría explícitamente Florencio Randazzo, un quinto fantástico, de entre los cuales saldría el candidato presidencial a la espera de una mujer potente para integrar la fórmula.
Se dividirían las aguas de una vez, y Unidad Ciudadana y los K, deberían postergar su proyecto de volver a copar el PJ, fagocitarlo y dejar que CEFK conduzca un frente opositor al macrismo. En la Casa Rosada, analizan qué adversario sería más conveniente: el cristinismo casi les aseguraría sumar a sus votos propios, todo lo anti K, y hasta muchos K desengañados frente a la embestida judicial y al rebrote de secretarios y empresarios arrepentidos, de la que tanto Cristina como muchos de sus referentes parecen ya no poder escapar. La Alternativa Peronista, casi les aseguraría el ocaso definitivo del planeta K, y una convivencia relativamente civilizada en el futuro. Esto, claro, en el entendimiento de que Cambiemos vuelva a ganar en el 2019. Eso, y sólo eso, será lo que incline el fiel de la balanza, en un cónclave donde tendrán preponderancia las voces de María Eugenia Vidal, Horacio Rodríguez Larreta, Lilita Carrió, Jaime Durán Barba y Marcos Peña.Y quizás algún radical importante, como el gobernador de Jujuy, Gerardo Morales, de vuelta en el país, el de Mendoza, Alfredo Cornejo, y el ministro sin cartera Ernesto Sanz. Todo cambiaría si el potente “outsider” de la política Marcelo Tinelli cediera a las ofertas de candidatearse.
Los aprestos nacionales causaron, naturalmente, una fuerte repercusión en la Provincia. Los referentes massistas, Alejandro Snopek y Marcelo Nasif, entre otros, sienten que renacen esperanzas allá, pero deberán resolver su sociedad con Cambia Jujuy acá. No será sencillo. El Partido Justicialista comenzó a preparar su estructura para el 2019. Primero, tendrán que desyuyar el terreno y dejar en claro con quién se cuenta. Una reunión realizada en la casona gris de avenida 19 de Abril, comenzó con la tarea. En un agitado debate se impuso el temperamento sostenido por el presidente del distrito Rubén Rivarola quien logró obtener el mandato para instruir al Congreso Partidario a fin de analizar una amnistía para aquellos dirigentes y militantes que hayan sacado los pies del plato y quieran volver a casa. Los que así lo deseen deberán dirigirse a la mesa de conducción en una nota que simplemente exprese esa voluntad para que posteriormente y de manera oficial se blanquee esa situación. “Muchos peronistas fueron encandilados por nuevas ideas, frentes que iban a cambiar la cultura política de Jujuy y a recrear la Provincia, y hoy vemos que igual que en el país, el proyecto de Cambiemos no pudo cumplir nada de lo prometido, y está cayendo en una crisis gravísima que acelera la destrucción del aparato productivo, beneficia solamente a los que más tienen mientras hunde a las empresas, los comercios, la industria y en general a las familias, en el temor al quebranto y al desempleo. El peronismo es el resguardo para recuperar la esperanza y la voluntad de militar con sentimiento nacional, y a esos compañeros los esperamos con un puesto de lucha”, dijo Rivarola. No será sencillo, para el PJ terminar de comprender que vienen de haber perdido elecciones y que muchos -la mayoría- no sabe pelear desde el llano en democracia, pero el proyecto está en marcha, y el PJ local, acorta los tiempos para ese objetivo. 
A veces, a pesar de todo dan pasos atrás. Una liga de intendentes que pretende aisladamente tener un espacio nacional abrazada a la bonaerense Verónica Magario, conseguirá poco o nada por ese camino, a excepción de alguna foto. Otros que ya se lanzaron a autopromocionar sus candidaturas son mirados por el resto con el gesto del reproche que se dedica a quienes se almuerzan la cena. Por ejemplo es el caso de Martín Palmieri quien se promociona desde la agrupación de Bases Peronistas como aspirante a la intendencia que ocupa “Chuli” Jorge, convocando a la unidad pero desde su particular concepción de un trasvasamiento generacional a la violeta. El joven concejal de Palpalá Rubén Eduardo Rivarola interpretó dos exigencias populares: una ordenanza que frene los despidos en el municipio y otra que reduzca las tasas municipales para aliviar la situación económica general. Ambas, a pesar de obtener consenso parlamentario, chocaron contra el oficialismo. En una ocasión el doble voto del presidente y en la otra el veto del intendente. Son ejemplos, detalles, de una batalla desigual donde las razones apenas cuentan. En la Legislatura se reiteran las quejas por las “aplicaciones del físico”, pero en este caso, la respuesta es que les pagan con la moneda que ellos pusieron en circulación cuando los roles estaban invertidos. Así, es difícil, y será más difícil aun cuando -en algún momento- deban consensuar el presupuesto provincial.
El capítulo de los gremios jujeños se pondrá al rojo vivo hoy. El Frente Amplio Gremial se reunirá para apurar al gobierno. La titular de Apoc, Susana Ustarez, adelantó que no entrarán al juego del oficialismo de demorar las mesas de trabajo y que sus reclamos partirán desde la base de una planilla suplementaria de un aumento que recomponga los sueldos de septiembre para arrimarse un poco a lo perdido por la inflación y recién después acometerán la pelea por reapertura de paritarias y una equiparación con los montos de las asignaciones familiares que en Jujuy son más bajas que las de la Nación. Y expresarán fuera de su órbita la preocupación por el aumento del desempleo en Jujuy que según el último dato del Indec asignó a la provincia un 6,1% ocupando un podio entre Santiago (6,4%) y La Rioja (4,85). La situación de la Provincia de Jujuy no es muy diferente de otras que subsisten lejos del equilibrio fiscal.
Así, Jujuy, como el país, están en estado de preocupación y se sienten contrariados por una estrafalaria declaración del ministro Dujovne, que dijo al alabar la nueva política monetaria (cero emisión de pesos para alcanzar la estabilidad cambiaria y el equilibrio fiscal) que estrenará hoy: “Si no hay emisión de pesos, no hay pesos con los que comprar los dólares”. El objetivo es saludable, siempre y cuando haya pesos para que los que nunca compran dólares puedan subsistir con una aceptable calidad de vida. La frase fue tan ocurrente como el deseo del presidente Macri: “Que todos los argentinos terminen enamorados de Cristine Lagarde”. En su entusiasta lapsus, quizás no consideró la posibilidad de que la platinada y elegante señora, no sea del tipo que seduce a los argentinos. 
 

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