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El abogado del acusado aseguró que fue suicidio

Gustavo Mollerac, el defensor del exnovio de la víctima, dijo que "Ana no tenía marca ni en brazos ni piernas"."La causa se dio vuelta porque la gente salió a decir que Facundo era golpeador", agregó el letrado ayer en Jujuy.

Viernes, 07 de septiembre de 2018 21:25

Durante el transcurso de una conferencia de prensa brindada en la tarde de ayer, Gustavo Mollerac, el abogado del joven jujeño Facundo Guerrero, involucrado en la muerte de Ana Ríos, brindó detalles de la causa, acompañado de Humberto Guerrero padre del inculpado.

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Durante el transcurso de una conferencia de prensa brindada en la tarde de ayer, Gustavo Mollerac, el abogado del joven jujeño Facundo Guerrero, involucrado en la muerte de Ana Ríos, brindó detalles de la causa, acompañado de Humberto Guerrero padre del inculpado.

"Se está provocando una violación a la defensa, no se hizo ninguna autopsia pese a que se determinó que Ríos tenía 1,5 de alcohol en sangre", aseguró Mollerac, y dijo que su defendido siempre se presentó "voluntariamente y no salió de Tucumán".

Aseguró Mollerac que fue suicidio y no un homicidio, como pretenden hacer aparecer esta causa, en la que no se habría cumplido con el protocolo para estos casos.

También señaló que "las marchas que se realizaron por parte de familiares y amigos perjudicaron al acusado e hicieron que se desvirtúe la causa, que pasó de estar como suicidio a homicidio".

"De un día para otro"

Mollerac afirmó que al principio se caratuló como suicidio este delito, y "de un día para otro lo cambian como homicidio", pese haberse presentado voluntariamente Facundo a declarar.

El abogado concluyó diciendo que "yo le hecho la culpa, porque es un delito casi social, porque los bombos y platillos tienen mucha incidencia y empuja a los jueces y fiscales aunque digan que no".

Afirmó que frente al cambio de carátula del delito, se solicitó que se realice la autopsia a la fiscalía y no se realizó.

Aclaró además que entre los pedidos estaba la inhumación del cadáver que ya se encontraba en Jujuy, y que habría sido rechazado y no se realizó.

Manifestó muy preocupado el defensor técnico que ante el pedido de análisis para poder determinar si había algún tipo de tóxico, tampoco se hizo, y que solamente había el informe de alcohol en sangre de la víctima, que marcaba 1,5

Hizo hincapié que solamente la revisó una sola médica cuando estaba internada en el hospital Padilla.

La misma médica habría informado que no habría tenido golpes ni hematomas.

También señaló que ella tuvo un intento de suicidio esa madrugada y que se habría orinado y ensuciado y cuando Facundo fue a buscar el trapo aprovechó para saltar porque el balcón no es alto.

Remarco Mollerac que por las fotos se puede determinar que se suicidó y no que fue empujada, "porque las posiciones son diferentes".

Una larga relación
Ana era jujeña de 26 años, estudiaba Medicina Veterinaria en la UNT. Consciente de la situación económica de muchos estudiantes que trabajan para solventar su carrera, se desempeñaba por las noches en un bar. Sus amigos sostienen que desde que llegó a Tucumán para estudiar se ocupó de solventar sus estudios con el fruto de su trabajo.
Ana estaba en pareja con Facundo desde hacía algún tiempo. Amigos de él señalan que nunca mostró signos de violencia.
Ana Ríos mantuvo una larga relación con Facundo Guerrero. Se pusieron de novios a los 17 años. Pese a que mantenían una relación desde hacía más de nueve años, vivían en departamentos diferentes. Ella residía en Muñecas al 300 y él en un edificio de San Juan al 800, el lugar donde se desencadenó la tragedia.
Ríos decidió mudarse a Tucumán para estudiar y contaba con apoyo de sus familiares, quienes dijeronque solo le faltaban tres materias para recibirse.

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