Luego de conocerse las declaraciones del abogado de Facundo Guerrero, jujeño detenido en la ciudad de Tucumán, acusado del femicidio de Ana Ríos, la familia de la víctima fatal rompió el silencio y dialogó en exclusiva con El Tribuno de Jujuy.
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Luego de conocerse las declaraciones del abogado de Facundo Guerrero, jujeño detenido en la ciudad de Tucumán, acusado del femicidio de Ana Ríos, la familia de la víctima fatal rompió el silencio y dialogó en exclusiva con El Tribuno de Jujuy.
Alejandra Aparicio es madre de la joven (también jujeña) estudiante de la carrera de veterinaria en la ciudad de San Miguel de Tucumán, quien - para la Justicia de esa provincia- fue arrojada de un cuarto piso del departamento de su novio Facundo Guerrero.
"Nos vimos tristemente sorprendidos cuando nos enteramos de las declaraciones mendaces que realizó a la prensa el abogado de la familia del exnovio de mi hija. Ellos plantearon un hecho de suicidio, omitiendo gran parte del expediente, con la clara intención de generar confusión en la opinión pública y dando por sentado una ensayada versión del chico que se llevó la vida de mi hija", comenzó diciendo Aparicio.
"El 29 de marzo a las 8 de la mañana me llama Facundo (Guerrero), en estado de ebriedad diciéndome que mi hija se había caído y que me vaya urgente para Tucumán, no me quiso dar más detalles y eso me preocupó. Como era Semana Santa viajamos en el auto de mi esposo y en ese momento me llamó mi otro hijo, comentándome que la madre de Facundo quería viajar con nosotros. Ahora caigo en la cuenta de todo lo que ella iba hablando por teléfono sin dirigirnos la palabra. La madre de Facundo ya sabía que mi hija estaba muy grave en el hospital, y que su hijo la había tirado del balcón, nunca me lo dijo. Cuando llegamos a la guardia, se bajó del auto y le preguntó a una de las amigas de Ana que nos estaban esperando: ‘¿La chica está viva?, ¿Dijo algo?’, eso me terminó de cerrar que mi hija no se había caído, como me dijeron desde un principio", expresó Aparicio. "Mi hija no se suicidó, la mató su novio Facundo Guerrero, la empujó de un cuarto piso, rompió el vidrio de espaldas, tenía una profunda herida en la parte de la pantorrilla. Eso ocurrió alrededor de las 6 de la mañana. Esas dos horas que pasaron, las utilizó para limpiar el departamento y borrar todas sus cuentas en las redes sociales. Por suerte Ana era muy querida en Tucumán y acá, y sus amigas tienen capturas de pantalla de todas sus cuentas", dijo.
En otro tramo de su relato, Aparicio dijo entender que la conferencia que el defensor del acusado dio es totalmente dilatoria y mendaz. "Estoy muy bien asesorada y sé que el asesino de mi hija tiene prisión preventiva. El primer abogado de esta persona pidió el cese de detención y planteó desequilibrios psiquiátricos y este nuevo abogado pidió prisión domiciliaria, planteos que le fueron denegados de plano por el fiscal que entiende la causa, eso me deja más tranquila. Por lo que sabemos, la causa está a punto de ser elevada a juicio, eso debe ser el motivo de la conferencia de ellos"
Había planificado poner una veterinaria en Jujuy
Todo indica que Ana Gabriela Ríos no tenía ningún motivo para quitarse la vida. Estaba a tres materias de recibirse de veterinaria y ya había hablado con sus padres para alquilar un consultorio para atender a las mascotas en el barrio Alto Comedero.
La última vez que estuvo en su casa materna, consideró la posibilidad de quedarse este año en Jujuy y solo ir a rendir las últimas tres materias que le quedaban. Incluso tomó la decisión de regalar todos sus muebles a los estudiantes que residen allá. “Hay muchos chicos que están sin nada”, le había dicho a su madre.
Ana Ríos había terminado con Facundo en febrero pasado y recién tras su muerte, sus padres cayeron en cuenta que el novio era muy violento con ella, por los dichos de las amigas de la pareja.
“Nada de lo que pase va a devolverme a mi Ana, pero le pido que me dé la fortaleza para no bajar los brazos y seguir luchando para que su asesino sea condenado a prisión perpetua”, dijo entre lágrimas Alejandra Aparicio.
“Todavía la espero, sigo creyendo que en cualquier momento va a entrar a casa. Ana era muy cariñosa conmigo, los últimos mensajes que tengo de ella dicen "mamá te amo’, "ya falta menos’, me quedo con eso, me quedo con su hermosa sonrisa, con cientos de amigos que están conmigo en todo momento, con el inmenso amor que le tenía a los animalitos, con sus ganas de vivir. A mi hija la mató su novio Facundo, de eso hay dudas, su novio la empujó por el balcón de su departamento”, de la calle San Juan al 800 del centro de San Miguel de Tucumán.
Agonizó varios días en el hospital Padilla, pero su cuerpo no resistió a las graves heridas internas que tenía.
Ríos sufría violencia de género de mucho antes, denunció en varias oportunidades a Guerrero, pero evidentemente no podía alejarse de él.