LA QUIACA (Corresponsal) La actividad comercial es la “gallina de los huevos de oro” en esta ciudad puneña, desde que se conformó como urbe el comercio va de la mano con el desarrollo local.
inicia sesión o regístrate.
LA QUIACA (Corresponsal) La actividad comercial es la “gallina de los huevos de oro” en esta ciudad puneña, desde que se conformó como urbe el comercio va de la mano con el desarrollo local.
Luego de dos años de un proceso recesivo, donde el comercio entre La Quiaca y Villazón (Bolivia) estuvo prácticamente paralizado, desde Junio último hubo un repunte en las ventas, el principal factor la situación cambiaria.
La moneda boliviana se cotiza como el dólar, ante el devaluado peso nacional que cada vez pierde terreno ante las monedas extranjeras.
En 2016 El Tribuno de Jujuy daba a conocer la situación crítica en esta zona de frontera, el panorama ese año era una fuerte caída en las ventas, cierre de comercios e incertidumbre porque nadie compraba ni vendía, tanto argentinos y bolivianos se vieron afectados por tal situación. .
En la segunda mitad del presente año hay un guiño al sector comercial fronterizo, pero también trae consigo otras situaciones como la especulación y remarcación de precios.
El cambio de pesos argentinos a pesos bolivianos es el siguiente, 100 moneda nacional igual a $ 18 bolivianos, por la inestabilidad descendió hasta $ 15, faltaron solo cinco pesos para una igualdad monetaria.
Algo antes impensado e histórico porque nunca el peso argentino devaluó tanto en relación a la moneda del hoy Estado Plurinacional de Bolivia.
Al incrementar las ventas sectores como fletes, carritos de mano, estibadores y hasta vendedores de comida también tienen trabajo, en la rueda de la economía local.
Especulación y remarcación de precios
EL MOVIMIENTO DEL PASO FRONTERIZO ES MENOR DEL LADO ARGENTINO HACIA LA OTRA FRONTERA
Hay productos que están dolarizados, harina, aceite, arroz, azúcar entre otros, por lo tanto para el comerciante mayorista es todo un inconveniente al momento de reponer productos.
En tal sentido Miguel Chehadi caracterizado comerciante quiaqueño dijo “no es culpa nuestra los distribuidores de mercaderías en un 80 por ciento decidieron suspender la entrega de mercadería. Hasta tanto haya un mejor panorama, la suba del dólar y el incremento del combustible encarecen todo” remarcó.
Ante la consulta de que si conviene el alza del dólar a La Quiaca dijo “es neutro porque la moneda de ellos vale más, pero nuestros precios son más caros” sostuvo.
De allí se desprende la variable de precios de un día para otro, la especulación en esta frontera norte proviene de los exportadores, quienes optan por vender los productos antes mencionados directamente a Bolivia.
Lo propio ocurre con las ventas al por menor, el comerciante prefiere vender la caja de aceite que uno solo, por citar un ejemplo, generando que el poblador fronterizo y poblados cercanos opte por productos de segunda línea, debido al bajo poder adquisitivo.
Una golondrina no hace verano
Si bien las ventas incrementan, la presión fiscal hacia los comerciantes quiaqueños es abrumadora, fuentes confiables señalaron a nuestro medio que abonan altos impuestos al municipio, sin que la comuna realice contraprestación alguna por ese pago.
Entonces las ganancias se esfuman en cánones locales, provinciales y nacionales.
La misma fuente dijo “cuando alguien de La Quiaca va a Villazón para comprar le imponen el tipo de cambio que ellos quieren, mientras cuando vienen a este lado de la frontera, exigen la cotización sea oficial”
Al tiempo que añadió “también hay xenofobia contra el comprador boliviano por parte de aduana y gendarmería, en cuanto al trato y demás”· recalcó.
Pobladores de Villazón y del sur de Bolivia, cruzan la frontera con la finalidad de adquirir no solo mercaderías al por mayor, también artículos para uso personal, carnes, verduras, frutas, higiene personal son algunos de los productos más buscados.
Cabe aclararle al lector, no hay tours de compras de bolivianos en esta ciudad fronteriza, como se especula en otros medios.
El movimiento del puente internacional es menor, los quiaqueños cuidan los pesos argentinos reflotando el comercio interno local, antes que pasar la frontera, ahora adquieren los justo y necesario Made In Argentina.
Inflación interna
El costo del flete es exorbitante con respecto a la frontera del norte salteño, los camiones que llegan a La Quiaca retornan sin cargamento hasta Güemes, mientras en el límite salteño-boliviano descargan la mercadería y tienen para cargar soja u otro producto.
El costo elevado del combustible sumado al traslado, hacen que el consumidor fronterizo pague de su bolsillo esa diferencia, de allí la discrepancia de precios entre San Salvador de Jujuy y esta ciudad.
Por un lado los comerciantes bolivianos están de capa caída, en la otra cara de la misma moneda, los negociantes argentinos esperan estabilidad para poder superar la crisis.