¿Quieres recibir notificaciones de alertas?

13°
19 de Abril,  Jujuy, Argentina
PUBLICIDAD

Una noche con dolor e impotencia y sin festejos a causa de la pirotecnia

Una familia jujeña, al igual que muchas otras, recibió con tristeza al año nuevo y debieron pasar tiempo con su pequeño encerrados en el baño. 
Martes, 01 de enero de 2019 13:42

Pasaron otras fiestas y parte de la población jujeña aun no toma conciencia del daño que la pirotecnia les hace a personas con autismo, mascotas, adultos mayores y otros que en vez de brindar, padecen estos estruendos que pueden evitarse.

Alcanzaste el límite de notas gratuitas
inicia sesión o regístrate.
Alcanzaste el límite de notas gratuitas
Nota exclusiva debe suscribirse para poder verla

Pasaron otras fiestas y parte de la población jujeña aun no toma conciencia del daño que la pirotecnia les hace a personas con autismo, mascotas, adultos mayores y otros que en vez de brindar, padecen estos estruendos que pueden evitarse.

Este mal, tiene su impacto más doloroso y triste en las personas con autismo, especialmente en niños, que año tras año sufren de estos explosivos al tener su sistema auditivo muy sensible.

“La pasamos muy mal los primeros minutos, cuando sonaron las 12 estábamos cenando afuera y su primer reacción fue mirarnos, a mí y a mi esposa, llorando y muy asustado. Atinó a mirar para arriba, salió corriendo a su cuarto y se encerró junto a su gato hasta que pasó todo”, relató Francisco Palacios, padre de un niño con TGD (trastorno generalizado del desarrollo).

Al respecto, siguió diciendo que, “luego salió, cuando dejaron de tirar, pero cada tanto volvían a sonar esos estallidos y él se ponía mal, y respiraba hondo. Necesitamos urgente una Ley de Pirotecnia Cero, no solo para los niños con TEA(trastorno del especto autista) y TGE, sino para todos porque nos hace muy mal”.

En ese sentido, Elizabeth Aybar, esposa de Palacios, remarcó que “mi mamá también se puso mal al ver a nuestro hijo así, fueron momentos muy feos y recién pudimos disfrutar cuando pasó todo, aunque seguían tirando cohetes algunos durante toda la noche”.

Busca concientizar a todos, “en mi caso lo que trato es, por lo menos, hacer entender a mi familia que no tiren cohetes y así concientizar, y también a mis amigos. Es una lucha y aportamos nuestro granito de arena para poder hacer entender al mundo cuánto daño hace esto”, dijo.

Silvana Copas, mamá de un niño con TEA, junto a su familia, también tuvieron que contener a su pequeño, “mucha pirotecnia en Perico, nos pasamos encerrados más de media hora, esperando que pase el ruido. Mi hijo no entro en crisis pero estaba nervioso o asustado porque transpiraba, así que tuvimos que ponernos a jugar, escuchar música, ver alguna película que a él le gusta, bailar y hacer como que sus muñecos bailaban, cosa que se olvide del ruido que había afuera y pudiera estar tranquilo”, comentó.

Los animales también sufren a causa de la pirotecnia, para Navidad se conoció el caso de “Boxy” que perdió la vida a causa de los potentes estruendos. La mascota había sido rescatada por el hogar “San Roque” y murió en los brazos de Gabriela Baduzzi, referente de esa institución.