Ángel Nehuen Troncoso es un jujeño de pura cepa que a pesar de sus 20 años tiene un extenso recorrido en ese sueño que comenzó a gestarse a los 14 años cuando con autoridad plantó bandera en el seno del hogar paterno y con una valija cargada de ilusiones y sueños se fue para la docta a jugar en Talleres.
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Ángel Nehuen Troncoso es un jujeño de pura cepa que a pesar de sus 20 años tiene un extenso recorrido en ese sueño que comenzó a gestarse a los 14 años cuando con autoridad plantó bandera en el seno del hogar paterno y con una valija cargada de ilusiones y sueños se fue para la docta a jugar en Talleres.
Después Nehuen emigró a Entre Ríos donde jugó el torneo AFA de 5º y 4º división y de ahí al Club Atlético Juniors de Santa Cruz de la Sierra en Bolivia.
Con las ganas y las fuerzas intactas un buen día recibió la invitación del representante de futbolistas Hugo Yamada para integrar una delegación junto a otros ocho jugadores que participarían de cuatro partidos de exhibición en España y donde serían observados por dirigentes de distintos clubes.
El contingente lo completaban el exárbitro internacional Javier Castrilli y el legendario futbolista Robert Carmona de Uruguay, distinguido en el Libro de los Récords Guinnes como el jugador más longevo con sus 56 años y quien deseaba lograr una nueva distinción.
Rumbo a Italia
-¿Qué tiene de cierto la denuncia que le hicieron a Yamada y a Castrilli los padres de dos futbolistas que habrían sido abandonados en España durante la gira de octubre pasado?
Es una gran mentira porque desde un principio nosotros iniciamos el viaje sabiendo que debíamos tener los pasajes de ida y vuelta porque como es de público conocimiento a España no se ingresa si no se tiene pasaje de regreso.
Tanto Brandon Quintana como Nacho Albornoz decidieron quedarse y es ahí donde se gesta la gran "estafa" porque de hecho se quedan porque querían.
-¿Pero entonces cómo era la propuesta que le hicieron para viajar y mostrarse?
Solamente nos ofrecieron la posibilidad de realizar cuatro partidos de exhibición y a partir de ahí podíamos quedar o no, en lo personal jamás me ofrecieron hoteles cinco estrellas o contratos millonarios, solamente era una posibilidad de mostrarnos y ser contratados por algún equipo español.
-¿De dónde surge entonces esa denuncia que involucra a Castrilli en una estructura de falsas promesas y engaños?
Realmente no puedo afirmar dónde nace. Si sé que en un momento dado Robert Carmona pretendía que Castrilli firme una planilla donde figuraban nuestros nombres como si fuera un partido oficial de Fifa y de esa manera poder presentarlo como una nueva constancia para obtener un nuevo récord.
Fue a partir de ahí que las cosas se complicaron, esos dos jugadores se quedaron en España y gracias a los contactos de Yamada pudimos jugar tres partidos en Italia y ahí logré ser visto y quedar fichado para el equipo de 3º División San Lazzaro.
-¿Qué ganancia obtuvieron de la firma de ese contrato Hugo Yamada y Javier Castrilli?
Noooo, nada porque además yo voy a jugar a cambio de una beca de estudiante de 1.200 euros que me permite vivir y estudiar.
-¿Cómo es eso de una beca?
Este paso para mí es muy importante porque podré mostrarme como un delantero por izquierda en uno de los países importantes que existe en la práctica de fútbol y eso me posibilitará estudiar en la Universidad de Bologna la licenciatura en Kinesiología.
Además, no soy el único que quedó, está el caso del uruguayo Paulino Varietti que jugará en España y Santino Molinari en Italia igual que yo.
-¿Pero de dónde surge la denuncia que afecta a Castrilli y al empresario Yamada?
Creo que esa sí es una estafa, la denuncia la realizaron los padres de Brandon Quintana y Nacho Albornoz en el juzgado de Investigación Fiscal Preparatoria de los Tribunales de Rosario donde de acuerdo a lo que sabemos ni siquiera está mencionado Castrilli, solamente Yamada por supuesta estafa.
Todo es una gran mentira, yo no soy quién para decir la vida que hicieron estos dos jugadores en España, pero sí puedo decir que todo lo publicado es una gran mentira.
-¿Podés recordar en qué términos se realizó la invitación, cuáles eran las promesas, "porque cuando la limosna es grande hasta el santo desconfía"?
Nosotros sabíamos que podía pasar de quedarnos o no, en un club grande o en uno de tercera división, como es posible que de nueve solamente dos realicen una denuncia y los otros siete no tengamos nada que decir y eso que quedaron cuatro con las manos vacías.