¿Quieres recibir notificaciones de alertas?

21°
25 de Abril,  Jujuy, Argentina
PUBLICIDAD

VIH: testimonios de vida en primera persona

La discriminación que les toca atravesar en el ámbito familiar y las redes sociales y las estigmatizaciones a las que hacen frente. Uno de ellos sostiene que aún hay mucho desconocimiento del tema por parte de la sociedad en su conjunto.

Sabado, 19 de enero de 2019 01:00

Vivir con VIH en una sociedad que emplea el internet y las redes sociales para informarse y comunicarse conlleva actitudes de estigmatización y discriminación que se reflejan en los comentarios.

Alcanzaste el límite de notas gratuitas
inicia sesión o regístrate.
Alcanzaste el límite de notas gratuitas
Nota exclusiva debe suscribirse para poder verla

Vivir con VIH en una sociedad que emplea el internet y las redes sociales para informarse y comunicarse conlleva actitudes de estigmatización y discriminación que se reflejan en los comentarios.

El último hecho que se generó mediáticamente fue con la publicación de una persona que compartió un video de baile en la zona céntrica de la ciudad de San Salvador de Jujuy, en comparar si padecía cáncer o Sida por que se había teñido el pelo, lo que causó molestia en muchas personas.

Cuatro jóvenes contaron a El Tribuno de Jujuy su testimonio de cómo es vivir con VIH y lo que sintieron desde su diagnóstico, los hechos de discriminación que les toca atravesar en el ámbito de su círculo familiar y las redes sociales, hasta el tener que contar a sus más allegados y lo que les tocó padecer.

Dos de ellas son mujeres, las dos tienen hijos y conviven con sus parejas. Destacaron principalmente el asesoramiento que se debe seguir en un tratamiento para que a sus hijos no se les trasmitiera el virus. Llaman a la reflexión para que se entienda que toman una medicación por día de por vida pero que tienen una vida normal.

El testimonio de un joven que pasó desde el test, por una situación de suicidio hasta llegar a encontrar una red de contención es la imagen de que se puede salir adelante sin importar las dificultades que les pone la vida.

Otro relato es de Nicolás Llanes, de 21 años de edad, quien fue coordinador provincial de la Red Argentina de Jóvenes y Adolescentes Positivos (Rajap) y que se dedicará a un estudio de estigmatización y discriminación a las personas que viven con VIH Sida.

"Fui diagnosticado hace 4 año, no sabía lo que era el análisis y me lo leyó un médico, le faltaba un dato y me dijeron que me haga otro en un mes y ese me dio positivo. Se me borró la sonrisa de la cara y me quería suicidar. Mi familia, mis amigos y la mayoría de las personas saben mi diagnóstico, me sentí presionado por contarlo a mi mamá porque no la quería dejar sola a ella y a mi hermana", contó.

Su caso es de conocimiento abierto porque a corta edad se puso como meta la concientización del público en general y que los demás jóvenes se animen a realizarse el test y que tengan asesoramiento en el caso de dar positivo.

Llanes dijo que "somos 2.000 personas y hay muy pocos médicos" en relación a la situación para el tratamiento. "El VHI no es malo, una persona que vive con VIH no es mala, puede tener un trabajo, una vida como todas, no es sólo cosas de homosexuales, es cosa de todos", manifestó en relación a la estigmatización que se genera.

En general, todos concuerdan que desde las redes sociales se tiende a estigmatizar la enfermedad y que hay mucho desconocimiento. Concuerdan que hay entrega de medicamentos por parte de las autoridades de Salud, pero esperan que se respete la confidencialidad.

Otra de las situaciones es que muchas veces los médicos entregan el resultado y no informan el protocolo a seguir. En Palpalá se desarrollará el evento denominado "La Noche de los Testeos" en la calle Juan José Paso en el horario de 20 a 24, en caso de lluvia se traslada a las galerías del cine Zapla.

Está a su cargo el departamento Promoción de la Salud, en coordinación con la Fundación Internacional "A.H.F. Argentina" y el hospital "W. Gallardo". Durante su jornada se hará entrega de folletería, profilácticos, información sobre prevención, y se hará la aplicación del test rápido de VIH, que será confidencial y gratuito.

Atención en hospitales

Está en funcionamiento en el laboratorio central de la capital jujeña y se encuentra ubicado en las calles San Martín esquina Alberdi. Realizan test de Elisalos de lunes a viernes en el horario de 7 a 9 (se debe concurrir en ayunas) y el confirmatorio lo realizan los días jueves y viernes. Está a su cargo el doctor Raúl Romar.

Desde el laboratorio aclararon que el hospital "San Roque" no es el único que realiza el testeo y que los pacientes no deben consultar ahí nomás. Están habilitadas para la realización de controles todas aquellas unidades médicas que cuenten con un infectólogo. A su vez recuerdan a los usuarios de la sala que pueden solicitar ser atendidos y asistidos en los hospitales de Palpalá, El Carmen, Perico, La Quiaca, Humahuaca, Tilcara, Monterrico, San Pedro, Ledesma y Fraile Pintado. Pueden retirar la medicación pertinente en todos los hospitales de la provincia.

Brindaron un número de teléfono para poder consultar y recibir asesoramiento para la realización del test: 4238742. Los números del laboratorio son 4221450 y 4221308.

“No se contagia, se transmite”

Dos mujeres que brindaron sus testimonios a este medio relataron los casos que les tocó vivir estando en pareja, que tuvieron sus hijos por parto cesárea y que no le transmitieron el virus. 

Los relatos que cuentan están orientados a romper ese tabú que se da tanto en profesionales de la atención como en cualquier persona que no está informada para conocer el tema. 

Beatriz (27 años) contó: “Me diagnosticaron en el 2011 y el primer test fue raro porque mi marido estaba enfermo, él llevaba el virus. Cuando mi hijo tenía 11 meses él estaba mal, a mí me hacen la prueba y me da positivo, gracias a Dios mis tres hijos son negativos”. 

Añadió además que “aunque me traten de loca, ser positiva hasta nos unió en familia, no me hace ningún tipo de diferencia ni a mí ni a mi marido y todo bien por suerte. En la provincia veo que los médicos nos toman un poquito el pelo, una doctora me dijo te lo contagiaste, pero no se contagia, se trasmite”. 

Un hecho que sufrió ella con un familiar fue respecto a un tema de corte de su hija. “Una vuelta mi hija se cortó, mi suegro la agarró, me la sacó de las manos y la limpió él”, indicó sobre ese momento que atravesó. 

Nadia (31 años) compartió su momento. “Recibí mi diagnóstico a mediados del 2016 a los 5 meses de embarazo, ese momento fue bastante difícil, lo pude superar bien, los médicos de la maternidad me atendieron bastante bien, me asesoraron bien, estando embarazada decidí comenzar el tratamiento para no transmitir a mi bebé”.

“Desde ese primer momento lo compartí con mi pareja para que se realizara el análisis, y no me sentí presionada para contarlo”, dijo. Expresó de igual forma que “me sentí en algunas ocasiones discriminada en el dentista porque te atienden al último, te ponen excusas que no tienen ninguna base científica” en relación a un hecho que atravesó en consultorios.

Las denuncias en el Inadi

INADI / FLAVIA CASTRO, DELEGADA PROVINCIAL.

Los responsables de actos discriminatorios son notificados, tienen un proceso administrativo en su contra que los obliga a probar que las circunstancias continúan o no. 

El Inadki emplaza al organismo dependiente o personas a cesar en las conductas discriminatorias.

Si no paran ante ella, se emite un dictamen favorable o desfavorable. Ello depende del seguimiento de la denuncia y en el caso de ser favorable a la víctima, le sirve para reclamar por daños y perjuicios ante un juez. 

Según supo este medio a través de la delegación del Inadi, que los hechos de discriminación hacia las personas con VIH se dan con mayor frecuencia en el ámbito laboral y en los sectores de la salud. 

“La persona que sufre un tipo de discriminación viene al Inadi, efectúa la denuncia y debe traer además de la documentación básica (DNI) para hacer cualquier denuncia, todos los elementos necesarios para poder acreditar o tener el indicio sobre la ocurrencia del suceso”, explico Flavia Castro, delegada provincial, sobre los casos en la salud.

Redes de apoyo para las personas que lo necesitan

“Me dijeron que vuelva para el tratamiento, me dieron un número, me preguntaron si tenía obra social, yo no sabía nada de eso”.

“Al comienzo mi familia tuvo miedo, se pusieron mal, se alejaron de mí. Mi mamá y hermanas se estresaban”.


AYUDA / EXISTEN REDES DE APOYO E INSTITUCIONES QUE AYUDAN INTEGRALMENTE A LOS PORTADORES DE HIV (FOTO ILUSTRATIVA).

El relato que Pablo (21 años) brindó en forma de testimonio es uno de lo más conmovedores que recibieron en una red de apoyo para personas que tienen VIH. 

“Mi primer diagnóstico fue el 17 de mayo de 2017 y me acuerdo que venía muy estresado, fui voluntariamente y sinceramente fui para hacerme los análisis por el tema de que veníamos con mi pareja mal porque me engañó y me venía engañando varias veces, esa fue la fecha que nunca me olvido. 

Me acuerdo que me metieron a un cuarto, vino una doctora, puso el resultado sobre la mesa, después la llamaron, dejó el resultado y me fijé y dio positivo. Empecé a llorar y en mi mente estaba mal, decaído. En ese tiempo tenía 19 años, mi pareja tenía 34.

La doctora lo primero que me dijo fue qué quería hacer yo, y le dije que era hablar con mi pareja y quitarme la duda si fue él o no. Al final me despedí de ella, me dijeron que vuelva para el tratamiento, me dieron un número, me preguntaron si tenía obra social, yo no sabía nada de eso, no sabía cómo empezar, estaba bloqueado, en shock, sentía que todo el mundo se me caía. 

Es mucho papeleo hacer esto, para conseguir la medicación es un lío, más para hacerse una carga viral o un CD4, tardan mucho pero pude hacerlo a tiempo, pude detectarlo a tiempo, más porque si te lo hacés voluntariamente podés prevenir eso y a mí me ayudó eso.

Hablé con mi mamá, ella se puso a llorar, le subió la presión, estaba estresada mucho con mi situación y fue un mal momento para mí y mi familia, fue como un balde de agua fría, pero aquí estoy para contarlo.

Mi familia y mi pareja actual lo saben, y estoy contento que lo sepan. Al comienzo mi familia tuvo miedo, se pusieron mal, se alejaron de mí. Mi mamá y hermanas se estresaban. Me separaron un tenedor, cuchara, cuchillo y un vaso. No me dejaban cocinar. 

Escuché a mis hermanas que tenían que realizarse el test para saber que estaban bien porque yo cocinaba.

Una vez tuve una recaída horrible que me arrepiento toda mi vida. Mi mamá me dejó solo, después de que yo había intentado salir a bailar, despejarme un rato. Volví a mi casa solo llorando, me sentía vacío porque no sabía quién era el culpable.

Eran las cinco de la madrugada, toda mi familia estaba durmiendo, entonces agarré una manguera y la colgué arriba, decidí tomar un camino cobarde porque no encontraba otra salida. Por suerte, agradezco a Dios y a la vida que mi mamá entró y me agarró, siempre me voy a arrepentir por verla llorar a mi mamá como lo hizo. 

Tuve acompañamiento, ayuda psicológica, encontré un grupo con chicos compartiendo sus historias y con ellos pude descargarme, más con el coordinador que en él encontré un apoyo que necesitaba”, concluyó.

Temas de la nota