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Jujeño sobrevivió al hantavirus tras haber estado al borde de la muerte

Raúl Tarcacho relató en primera persona lo duro que fue superar esa patología que en ese entonces no era tan conocida.
Martes, 22 de enero de 2019 14:59
RAÚL TARCACHO / JUNTO A SU MASCOTA CORRIENDO EL MARATÓN DE “EL TRIBUNO DE JUJUY” TRAS HABER SUPERADO UN CUADRO DE HANTAVIRUS.

El Hantavirus es una enfermedad letal que en esta época del año emerge provocando numerosas fatalidades en distintas partes del país. En este caso, un hombre que contrajo ese virus, puede contar su historia, tras haber estado a punto de morir logró vencerlo y se recuperó.

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El Hantavirus es una enfermedad letal que en esta época del año emerge provocando numerosas fatalidades en distintas partes del país. En este caso, un hombre que contrajo ese virus, puede contar su historia, tras haber estado a punto de morir logró vencerlo y se recuperó.

Raúl Tarcacho es un hombre que vive en Perico y trabaja en la municipalidad de esa localidad. También es reconocido por ser una persona muy abocada al atletismo con la particularidad que corre maratones junto a su mascota.

En el mes de noviembre del año 2007 trabajaba en el departamento de Bromatología y  viajó a un congreso  a Bariloche. Asegura que de ese viaje recuerda que no llevó mucho abrigo por lo que se resfrió y así volvió a Jujuy.

A pesar de que Raúl Tarcacho había visitado esa ciudad, un lugar que presenta altos índices de Hantavirus, los médicos le señalaron que era más probable que haya contraído la enfermedad en Perico, cuando regresó.

Al volver a la provincia retomó sus actividades en el municipio, “ahí tenemos un deposito donde se guardaba la mercadería vencida. Cerca de ese lugar había una panadería que traía mucha leña. Creemos que ahí llegó una rata silvestre y se fue a parar al depósito”, mencionó en diálogo con El Tribuno de Jujuy.

A los pocos días de haber arribado a Jujuy empezó a tener dolores de cabeza intensos, “primero pensé que era un ataque al hígado pero era constante, no tenía ganas de comer y los dolores se trasladaron a todo el cuerpo. También tenía nauseas, no aguantaba el dolor”, comentó.

Por ese cuadro se dirigió al hospital y le colocaron una inyección. Le calmó un poco el dolor pero a la hora volvió con más intensidad, “regresé al hospital, me dieron una buscapina compuesta y me mandaron a hacer reposo. Yo seguía muy mal”, señaló.

Tarcacho seguía empeorando, y por intermedio de una amiga, se hizo estudios clínicos. “Me empezó a faltar el aire desde ese momento”, indicó. Explicó que los estudios no habían salido bien y una doctora, hermana de su amiga, le dijo que urgente vaya al “Pablo Soria”, “porque me podía agarrar un paro”.

Salieron desde Perico para capital, cuando llegaron el hombre ya estaba en situación crítica, no podía hablar ni respirar bien.  De inmediato quedó internado en terapia intensiva, “tenía todo tomado, los órganos no me funcionaban bien. Me afectaba todo el organismo, entré con una neumonía aguda e insuficiencia respiratoria, muchos de los que contraen Hantavirus mueren por falta de oxígeno, entré en el momento justo”, manifestó.

Estuvo internado siete días en terapia con oxígeno, no recuerdo mucho de ese momento, “estuve en el cielo, bajé del cielo y de a poco me empecé a recuperar”, afirmó.

Al tiempo salió de terapia y lo llevaron a una sala común, le sacaron el oxígeno y le dieron el alta al poco tiempo. Tras salir del hospital no podía mover los dedos de la mano por la cantidad de medicamentos que ingería.

En ese sentido explicó que “estuve un tiempo sin poder hacer nada, seguí visitando a especialistas, entre ellos la neumonóloga. En el hospital me habían sacado sangre para hacerme un estudio y determinar sobre qué enfermedad tenía”.

Hasta ese momento, Raúl Tarcacho no sabía que enfermedad le había provocado esa situación aunque sospechaban de qué se podía tratar de Hantavirus. En ese entonces no era una patología tan conocida como lo es ahora no existían tantas campañas de concientización sobre la misma.  

 “Nadie sabía lo que tenía”

Tras haber estado internado grave en terapia intensiva Raúl Tarcacho logró recuperarse pero los médicos no habían podido determinar, en primera instancia, lo que lo había llevado a estar así.

Vía de

Sobre eso contó que “yo salí un 29 de diciembre del nosocomio y hasta ese momento nadie sabía lo que tenía, sospechaban que podía ser Hantavirus pero no eran más que sospechas”.

Pasaron unos meses y en el mes de febrero recibió la noticia de que, efectivamente, la enfermedad que lo dejó al borde de la muerte era Hantavirus a causa de una rata.

“Me dio positivo el examen, me confirmaron que había sido a causa de una rata y mandaron los estudios a Buenos Aires para que lo sigan analizando”, añadió.

Le solicitaron que se haga más exámenes médicos, pudieron constatar que todo estaba normal y se había curado.

Principales recomendaciones

La principal medida para prevenir la enfermedad por virus Hanta es mantener alejados a los ratones del interior de la casa y sus alrededores. Para ello hasta seguir estas simples indicaciones: En el interior de la casa: Guarde todos los alimentos en envases bien cerrados.

Los primeros síntomas son similares a un cuadro gripal: fiebre 38C, dolores musculares, náuseas y vómitos, dolor abdominal, astenia, cefaleas,  y diarrea.

Se transmite por inhalación. Esto ocurre al respirar en lugares abiertos o cerrados (galpones, huertas, pastizales) donde las heces o la orina de los roedores infectados desprendieron el virus contaminando el ambiente.

También se puede contagiar por contacto directo al tocar roedores vivos o muertos infectados, o las heces o la orina de estos roedores. Y por mordeduras.

Volver a empezar tras vencer a la enfermedad

Al recuperarse, de a poco, empezó a retomar su vida cotidiana sin tener ningún síntoma, salvo que tuvo que dejar de hacer hielo, lo comercializaba, “porque sentía una pesadez en los pulmones tras inhalar ese frío. Dejé de hacer ese trabajo, tenía saturados los pulmones”, mencionó.

Tarcacho es una persona muy vinculada al atletismo y logró retomarlo años después, en el 2014. “Me dijeron que estaba cien por ciento bien pero tenía temor por mis órganos que estaban sensibles”, remarcó.

Seguramente, el hecho de ser deportista y no ingerir sustancias tóxicas como alcohol o cigarrillos, fue un factor clave en su recuperación.

En el 2015 participó de una competencia de 100 km en Tilcara, “lo hice más que nada, para saber si estaba completamente bien”, y logró cumplir su objetivo.

Hoy en día, el hombre es muy reconocido por su intensa actividad deportiva en el mundo del atletismo, en especial porque desde el 2016 participa de maratones junto a su perro “Bethoven” que lo acompaña en cada travesía. También, asistió en numerosas oportunidades al maratón de “El Tribuno de Jujuy”.

Además está muy comprometido con el proteccionismo animal promoviendo la tenencia responsable de mascotas en la provincia.

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