Ya próximo a cumplir cuatro décadas de existencia el barrio 530 viviendas del barrio San Pedrito, en el sur capitalino, alberga a muchos adultos mayores y también a familias que conforman la segunda generación de vecinos.
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Ya próximo a cumplir cuatro décadas de existencia el barrio 530 viviendas del barrio San Pedrito, en el sur capitalino, alberga a muchos adultos mayores y también a familias que conforman la segunda generación de vecinos.
Lamentablemente no ha progresado en cuanto a infraestructura, dado que muchas calles continúan siendo de tierra y están en pésimas condiciones, entre otras falencias producto de los años de abandono.
A ello se suman los hechos de inseguridad que se repiten y golpean a las familias trabajadoras así como a los jubilados que desempeñaron su labor toda la vida para poder disfrutar de su hogar.
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En el barrio en general pero especialmente en los pasajes se vive la falta de control policial que deja el campo abierto a los delincuentes que impunemente se introducen en los patios y domicilios llevándose los bienes obtenidos con esfuerzo.
De esta manera no hay portón, reja o alarma que detenga a los ladrones y merodeadores por lo que los vecinos se encuentran totalmente indefensos.
Los atracos se producen en los vehículos, patios, obras en construcción, domicilios y cuanto lugar encuentran para introducirse; sin contar los arrebatos en los pasajes.
Ante esta situación los vecinos solicitaron a las autoridades del Ministerio de Seguridad y de la Policía de la Provincia que se lleven adelante controles y se vea presencia policial en los pasajes y la complicada zona de los departamentos de las 530 viviendas así como en las esquinas y espacios comunes donde individuos se juntan a tomar y también a generar disturbios.