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Comprometen al joven acusado de matar a su hija

La semana que viene serán los alegatos y todo apunta a que el joven mató a su hija porque creía que no era de él.La madre y la primera mujer del imputado admitieron que siempre negó la paternidad de los hijos de Sabrina López.
Jueves, 10 de octubre de 2019 01:03

El miércoles de la semana que viene se producirán los alegatos del juicio oral y público que tiene como imputado a Alan Misael "Chin" Navarro, joven acusado de asesinar golpes a su hija de apenas 2 años, hecho ocurrido en abril del año pasado en la localidad de Calilegua.

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El miércoles de la semana que viene se producirán los alegatos del juicio oral y público que tiene como imputado a Alan Misael "Chin" Navarro, joven acusado de asesinar golpes a su hija de apenas 2 años, hecho ocurrido en abril del año pasado en la localidad de Calilegua.

A "Chin" Navarro lo recordaban en Calilegua como un gran jugador de fútbol y en el momento que los medios de comunicación tomaron conocimiento del asesinato de su hija, el joven y un grupo de personas apedrearon a los trabajadores de prensa que llegaban al lugar.

Los testigos propuestos por la defensora Oficial del Ministerio Público de la Defensa Penal, Natalia López, con el afán de hablar bondades del imputado, terminaron admitiendo que el joven no reconocía a su pequeña hija como tal, que sería uno de los motivos de haber cometido el aberrante hecho.

En la jornada de ayer se recepcionaron cinco pruebas testimoniales, entre ellas la de la profesional del Poder Judicial María Cecilia Mioso, quien fue la encargada de analizar las muestras de ADN para compatibilizar parentesco y dejó por sentado que Navarro era el padre de la beba asesinada.

Navarro antes de tener dos hijos con Sabrina López, tuvo otra relación con otra mujer de Calilegua, Tamara Arnedo quien no dudó en decirle al Tribunal en lo Criminal Nº 2 que Navarro "era un buen padre" que se pasaba todo el día con sus hijos, pero que nunca quiso admitir que era el padre de los niños que había tenido con López.

También declaró la madre del imputado, Claudia Navarro, pese a que el Tribunal le aclaró que no estaba obligada a hacerlo. La mujer en su afán de defender a su hijo de semejante acusación, repitió lo mismo que Arnedo. Que su hijo era un buen padre y que ella tampoco reconocía como nieta a la beba que fue asesinada a golpes.

Además, la testigo manifestó que desconocía en qué momento su hijo se iba de su casa a dormir con López y sus hijos, es que el imputado nunca se lo había contado, pero luego reconoció que ella se acostaba y se dormía, momento que aprovechaba Navarro para salir de su casa, caminar escasos 300 metros y dormir con Sabrina López.

Navarro nunca trabajó, la que tenía que madrugar era su mujer y él quedaba al cuidado de sus hijos, aunque no siempre.

La mayoría de las veces se amanecía con sus amigos en la esquina de su casa y a los bebés los cuidaba la hermana de Sabrina López.

Los gestos altaneros del imputado hacia las partes se fueron apagando a medida que el médico de guardia del nosocomio de Calilegua Marcelo Baca, le relataba al Tribunal el momento que atendió a la pequeña. El galeno había manifestado que nunca había visto a una beba con tantos golpes en el rostro y en los brazos y derivó el traslado de urgencia al hospital "Oscar Orías" de la ciudad de Libertador General San Martín.

Un testigo clave

La mañana del 24 de abril del año pasado, en la vivienda que alquilaba López y dormía de vez en cuando Navarro, solo se encontraban el imputado y sus dos hijos, un niño que hoy tiene cinco años y su hermanita que fue asesinada.

Antes de los alegatos se leerá el informe de cámara Gesell a la que fue sometido el único testigo de la suerte que corrió su hermana y según la instrucción penal preparatoria que estuvo a cargo de la fiscal Silvia Farall, Alan "Chin" Navarro puede ser condenado a cumplir la pena de prisión perpetua.

Es que el joven llega a estas instacias judiciales acuado de la supuesta autoría de "homicidio agravado por el vínculo y con alevosía" y no hubo ninguna declaración que lo aparte de la escena ni del asesinato de su pequeña hija.