La sexualidad en las personas con discapacidad es un tema del que se habla poco por desconocimiento, prejuicios y tabúes de la sociedad que en muchas ocasiones se deja llevar por mitos, explicó Néstor Abraham, psicólogo de la Asociación "Todos Juntos", que también mencionó verdades que giran en torno a esta cuestión como ser que ellos sienten la sexualidad de la misma manera que las demás personas.
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La sexualidad en las personas con discapacidad es un tema del que se habla poco por desconocimiento, prejuicios y tabúes de la sociedad que en muchas ocasiones se deja llevar por mitos, explicó Néstor Abraham, psicólogo de la Asociación "Todos Juntos", que también mencionó verdades que giran en torno a esta cuestión como ser que ellos sienten la sexualidad de la misma manera que las demás personas.
Del tema de la discapacidad "en general ahora se está hablando un poco más y en la sexualidad siempre hay algunos tabúes en varios sentidos y ámbitos, en especial en lo educativo que hay diferentes posturas. Y si a la sexualidad le agregás la discapacidad que ya de por sí tiene otra impronta, es mucho más complejo", comentó Abraham en diálogo con El Tribuno de Jujuy.
"La discapacidad está llena de tabúes, de miedos y de mitos de lo que una persona con discapacidad puede llegar a hacer y lo que no puede hacer. Muchos prejuzgan qué es lo que no pueden llegar a hacer y la sexualidad es una de las cosas que está tocada con este tema. Cuando en realidad a ellos les ocurre lo mismo que a nosotros y debería ser considerado como algo normal", añadió el profesional.
En ese sentido, indicó que "hay mitos de la persona con discapacidad de que son ángeles eternos, que siempre serán niños, que no tienen maldad, muchas concepciones que van ligadas a que las personas con discapacidad puedan no ser contempladas dentro de lo que una persona común pueda llegar a vivir en su sexualidad".
"Cuando hablamos de sexualidad hay que tener en cuenta que no sólo nos limitamos a la genitalidad, es algo mucho más complejo. Tiene que ver con cómo una persona se va constituyendo con sus gustos, sus atracciones, sentirse bien vistos, tocados, queridos, todas esas cosas se van construyendo con respecto a la sexualidad", sostuvo.
Aseguró que las personas con discapacidad no están ajenas a eso y pasan exactamente por las mismas etapas y dudas que cualquier otra persona, es decir, sienten deseo y placer, como todos a una determinada edad.
Ellos también son un grupo que está siendo tocado por la sexualidad y muchas veces por negación o por no querer verlo se va reprimiendo o desinformando. Y esa situación les hace mal.
No sólo la genitalidad
Asimismo afirmó que "estamos cayendo en cuestiones que por no acompañar llegamos a otras instancias que tengamos que atender en vez de acompañar como ocurre con cualquier otra persona. Nosotros trabajamos desde hace varios años en incorporar a la sexualidad dentro de lo que es la currícula en los servicios con jóvenes y adultos, también dentro de talleres que están destinados a la familia trabajados por áreas de psicología y otras".
"La idea es irlo trabajando de forma individual y grupal en los chicos y no apuntarlo sólo a la genitalidad sino al cuidado del cuerpo, la diferenciación entre sexos, trabajarlo desde cero. Identificar el cuerpo, respetarlo y mantener la distancia para no invadir la distancia personal", señaló.
Por último remarcó que "hay que romper los mitos que dicen que las personas con discapacidad no tienen deseo sexual o atracciones por el otro. Existe mucha desinformación al negar muchos temas, nosotros les hablamos a los papás sobre los temas que vamos a tocar con sus hijos para que no sientan miedo".
“Ellos no siempre serán niños”
El psicólogo Néstor Abraham explicó que existen muchos impedimentos como ser esa forma de pensar que las personas con discapacidad serán siempre niños y eso implica nunca llevarlos a un control ginecológico o a hacerles un estudio de próstata. “Muchas veces los dejan de lado porque total siguen siendo niños pero ellos no siempre serán niños. Los padres se vuelven muy añosos, tienen sus problemas de salud y la salud de sus chicos también se va deteriorando”, mencionó.
En ese sentido comentó que “hay que contemplar la idea de que todas las personas con discapacidad pasan por las mismas etapas que todos. Si tienen 18 años están en adolescencia, si tienen 40 en la adultez, como todos y eso implica el cuidado de su cuerpo y salud mental”.
Hay que abandonar “la mirada de que las personas con discapacidad serán "niños eternos’ y cuidarlos como cualquier otro chico. El cambio social es el que más cuesta. Hay que romper mitos que vienen desde la casa y desde la sociedad”, añadió.
Por ejemplo si un auto estaciona en una rampa, el conductor mismo le pone la discapacidad a un chico en silla de ruedas. O el Gobierno y el Estado le ponen esa discapacidad porque no construyen la rampa o ponen otras barreras, aseguró el especialista.
Inclusión laboral
Desde “Todos Juntos” durante lo que va del año hicieron mucho hincapié en lo que es la inclusión laboral sumando a personas con Síndrome de Down en algunos trabajos y creando espacios dentro de la asociación como ser un servicio de catering y un kiosco saludable.