Un hombre de 61 años fue condenado a cumplir 12 de años de prisión por intentar asesinar a su expareja, en un hecho ocurrido el 22 de abril del año pasado en el barrio San José de la ciudad de Monterrico.
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Un hombre de 61 años fue condenado a cumplir 12 de años de prisión por intentar asesinar a su expareja, en un hecho ocurrido el 22 de abril del año pasado en el barrio San José de la ciudad de Monterrico.
El Tribunal en lo Criminal Nº 2 resolvió condenar a Carlos Alberto Damián Morales (61) por el delito de "homicidio doblemente agravado por el vínculo y por mediar violencia de género en grado de tentativa en contra de su víctima".
Para la Fiscalía de Cámara representada por Leornado Zazzali, ha quedado debidamente acreditado la sucesión de los hechos y en la producción de sus alegatos, solicitó la misma pena para Morales que luego resolvió del Tribunal.
Morales convivía alrededor de un año y medio junto a Marta Rodríguez y los dos hijos de esta en una vivienda de la calle Belgrano al 800 de la ciudad de Monterrico, era tractorista y en los últimos meses de convivencia, se mostró como tal y empezó a celar a Rodríguez.
Al punto que su entonces pareja tuvo que renunciar a su trabajo, dejar de frecuentar a amigos y quedarse todo el tiempo en su casa, para atender las necesidades del hombre ahora condenado.
Ese mediodía de abril, Morales sabía muy bien lo que iba a hacer, aguardó que el hijo de su víctima se fuera de la casa y aprovechó para encerrar a Rodríguez en su habitación, propinarle una golpiza y enrollar en su cuello un cable coaxil y hacer fuerza con sus manos.
La víctima logró pedir auxilio y su hija vino a su encuentro, vio todo el cuadro y cuando intentó rescatar a su madre, Morales le propinó dos golpes de puño, en el rostro y en la cabeza, mientras que con la otra mano sostenía el cable.
Por esas cosas de la vida, Facundo Cardozo, el hijo mayor de Rodríguez, regresó al domicilio y junto a un amigo logró evitar que Morales asesine a su madre.
Además, el fiscal de Cámara Zazzali apuntó al proceso judicial que llevó adelante este expediente y dijo que la víctima fue "constantemente un objeto de prueba" y que no se arbitraron los medios necesarios para protegerla de la situación de sumisión y violencia que atravesaba.
La defensa de Morales representada por Viviana Bellido León en sus alegatos trató de echar por tierra las declaraciones de los testigos de la violenta escena y solicitó la absolución del imputado por el beneficio de la duda, con el argumento que la mujer intentó suicidarse y Morales evitó que lo hiciera.
Carlos Morales llegó a estas instancias judiciales con el beneficio de prisión domiciliaria y tras el fallo, el Tribunal resolverá si purgará los años de prisión en ese contexto.