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Un país que elige entre "populistas" y "antipopulistas"

Señaló que esa tendencia siempre estuvo presente en Argentina y que el electorado debe ser más participativo en política.
Martes, 29 de octubre de 2019 01:03

Tras el paso de otras elecciones presidenciales en el país, Néstor Martierena, psicólogo especialista en Psicología Política, analizó lo que dejó esta contienda electoral, remarcando la tendencia que el electorado argentino manifiesta desde antaño al elegir entre gobiernos que son considerados "populistas" y "antipopulistas".

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Tras el paso de otras elecciones presidenciales en el país, Néstor Martierena, psicólogo especialista en Psicología Política, analizó lo que dejó esta contienda electoral, remarcando la tendencia que el electorado argentino manifiesta desde antaño al elegir entre gobiernos que son considerados "populistas" y "antipopulistas".

 

La psicología política se consagra al estudio de las prácticas comportamentales de contenido y función política.

 

En diálogo con El Tribuno de Jujuy, mencionó que "ideológicamente Argentina siempre ha oscilado, o su electorado siempre lo hizo, entre posiciones ideológicas fuertemente populistas y aquellas antipopulistas. Ese dilema lo tenemos de la época del 10, desde Yrigoyen se instala en Argentina un imaginario que motiva representaciones sociales ya sea la derecha o la izquierda, más populistas o más liberales o conservadores".

En esta elección "en particular han primado esas representaciones e imaginario histórico anclado en el imaginario argentino de disputa entre la izquierda y la derecha. Que es una izquierda más populista que marxista. En ese sentido, cada vez que desde la política se instala o fortalece un discurso de antinomia eso primó en el resultado de la elección y es algo que no es nuevo, siempre estuvo en la política argentina", añadió.

En ese sentido, señaló que "si uno compara los resultados de las Paso con los del domingo, uno podría decir que se polarizaron fuertemente las actitudes individuales y grupales. Si uno cuenta estadísticamente los votos de las dos primeras fuerzas tenemos como resultado al 90% de la ciudadanía argentina. Es una polarización total que alude a un modelo que sería la visión del frente triunfador y en el otro caso hay un mix entre un modelo y una cuestión meramente actitudinal de disputa de clases, de rechazo a lo popular, más allá del modelo".

Aseguró que buena parte del componente condicionante para que la gente vote en estas elecciones ha sido el presente de crisis de un modelo neoliberal.

Al respecto, dijo que "sin embargo, muchos de los que votaron a los que salieron segundos quizás no están de acuerdo con el modelo neoliberal, pero se resisten aún más a modelos de desarrollo de tipo keynesiano o que incluyan a todos los sectores sociales".

Argentina en todo lo que hace a su política de Estado, pública y social "ha sido antinómica con un nivel de agresividad y violencia muy marcado, este desde todos los tiempos lamentablemente, y en eso tiene mucho que ver el tema de que ningún gobierno popular ha logrado en la historia argentina la suficiente masa crítica de revolución cultural para transformar masivamente y en una dirección el posicionamiento ideológico de la sociedad".

Asimismo, comentó que "hay una importante porción del electorado que tradicionalmente ha sido una media tinta, o situacional en sus decisiones, esa clase media que es sumamente volátil en sus decisiones políticas o ideológicas. Entiendo que eso tiene mucho que ver con procesos educativos, formativos, de socialización de la política que ocurren desde la primera infancia en todas las personas. La política no es algo ajeno a la conformación psicológica de los sujetos, sino todo lo contrario. La psicológica es una psicología política, es imprescindible pensar a la psicología con la política", agregó.

Impacto de redes sociales

Martiarena habló también sobre la influencia que tienen las redes sociales: "Un análisis de la psicología política en la actualidad sí o sí tienen que incorporar a las redes, las nuevas tecnologías, al Big Data, que están en un ritmo vertiginoso acelerando y complejizando los procesos sociales, de decisión y de comunicación. Y no solo acelerando sino también generando ruidos en la comunicación con las famosas "fake news" por ejemplo. El mundo político se ha vuelto más complejo de lo que era", concluyó.

 

Su objeto de estudio es lo relacionado con la subjetividad y la toma de decisiones políticas, y en su estudio y tratamiento.

 

Más participación

Hay que pensar en una política que no esté reducida solamente al Estado y que la conducción del gobierno no sea solamente la única causa de la política, pregonó Néstor Martiarena, especialista en Psicología Política. 
A ese concepto le agregó que “también existe la sociedad civil, las organizaciones sociales, la acción comunitaria, la participación ciudadana, existen muchas instituciones o procesos que forman parte de la política y que deben estar incluidos en la dinámica política y en la participación de los ciudadanos”. 

Por lo general, “Argentina se caracterizó en una versión en la que el Estado es el único foco, eje de toda la dinámica, excluyendo todo tipo de interacciones, de diálogos, o negociaciones con toda la sociedad en conjunto”, manifestó. 
Asimismo, sostuvo que “pensar que la política solo corresponde al Gobierno es un gran error al igual que pensar que cualquiera que haga política está en contra de la Constitución Nacional. Debemos darle espacio a lo comunitario, a las organizaciones para que participen en la política algo que por ejemplo no se hace en la provincia de Jujuy”.

No buscamos equilibrio

El especialista señaló también que el ser humano es en parte racional pero ante todo irracional: “Hay muchas cuestiones actitudinales o valorativas en el ámbito político que no responden a la racionalidad”.

“Como argentinos deberíamos reflexionar en por qué somos tan polares en posicionarnos o en lo impulsivo o en lo moral, y dejar tan poco espacio para un equilibrio. El argentino no busca un punto de equilibrio, una gran masa de argentinos funciona igual que en el fútbol: cuando ganás puro impulso y cuando perdés puro impulso. El espacio de lo moral parece dispuesto a establecer la lógica ganar o perder, y lo moral impuesto es que hay que ganar siempre”, añadió.

Por último, remarcó que “pareciera que no tuvieron capacidad para aceptar la derrota o tolerar la frustración. Y creo que la democracia madura apunta a que haya tolerancia en la frustración. Sea cual sea el signo ideológico del partido, en Argentina parece que buscamos siempre la totalidad del poder, en ese infantilismo o narcisismo de la política siempre hay un enorme riesgo de que las cosas no salgan como esperamos”.

Tres corrientes en la Psicología Política

El psicólogo Néstor Martiarena explicó que en Psicología Política hay tres grandes corrientes, una de ellas es la norteamericana que se centra en la psicología individual, estudios de actitud, intención de voto o liderazgo. 

La misma gira en torno a la personalidad del político, del proceso político o del elector.
La segunda es la europea que se fija en lo sociológico o psicosocial. “Allí hay estudios, por ejemplo, de representaciones sociales. Y también existe una corriente latinoamericana que le imprime una cuota bastante ideológica de carácter latinoamericanista”, indicó.

También aseguró que “cuando se dan los procesos electores analizados desde la Psicología Política hay que ver bien desde dónde nos posicionamos porque uno lo podría hacer desde una visión norteamericana y decir que todos los procesos políticos dependen meramente del individuo y desconocer los procesos sociales y cómo influyen en el psiquismo. Desde una europea uno plantearía que ocurre lo contrario, que los procesos sociales inciden en la representación ideológica y la conducta electoral de la gente. Y desde una versión latinoamericana uno ideologizaría más el tema y lo haría desde una análisis socio-histórico para comprender el proceso”.

“Personalmente no llego a ser ecléctico pero tomo de las tres corrientes y trato de construir un modo de interpretación que incluya las tres perspectivas. En ese sentido, desde lo individual hay una cuestión actitudinal donde el elector tiene un sistema de creencias y valores establecidos por una influencia social, vínculos familiares, el contexto político local, todo eso contribuye en que uno construya un modelo cognitivo de quién elegir y por qué”, afirmó