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"Argentina es un fracaso en términos de dirigencia nacional"

Es el presidente de la consultora Giacobbe & Asociados Opinión Pública SA., cuenta con estudios en Economía y Derecho. Opinó sobre  los resultados de las elecciones del domingo pasado. Es miembro del Consejo Asesor de Poder Ciudadano y usualmente invitado en calidad de “observador” en procesos electorales en USA y distintos países de América Latina.
Jueves, 31 de octubre de 2019 01:01

¿Cómo analiza la transición entre Mauricio Macri y Alberto Fernández?

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¿Cómo analiza la transición entre Mauricio Macri y Alberto Fernández?

Si uno tiene ganas de creer, el inicio es muy auspicioso, la forma del encuentro, las conclusiones del encuentro, el diálogo mismo. Daría la sensación que uno podría creer que está pasando un milagro en Argentina y que dos líderes de dos facciones absolutamente enfrentadas por la grieta pueden llegar a una actitud civilizada de transmisión del mando. Si uno tiene ganas de creer, pero hay que tener ganas. Las personas de mi edad que hemos vivido muchas experiencias y por eso se me hace difícil creer, pero tengo ganas de creer que esto es posible, es lo mínimo que Argentina necesita. Que la clase dirigente deje de jugar a sus propios intereses y comprenda que hay 45 millones de personas que están esperando una salida.

 

¿Qué opina de la frase que circuló en los medios "ganó, pero perdió"?

No me parece ajustada. El voto de Macri no es el voto de Macri sino es el voto del miedo, hay un enorme componente en ese 40% de miedo y no de Macri. Había una enorme necesidad de cambio, los encuestadores lo vimos clarísimo a eso. Un gran porcentaje de la población está en un estado muy, muy crítico que buscó cualquier salida. Tampoco el voto a Alberto Fernández es a Alberto Fernández sino es un voto "salgamos de donde estamos". Es una situación muy parecida a la que entronizó a Macri, se trata de salgamos del lugar donde estamos.

¿Este salgamos de donde estamos está anclado en lo económico?

Sí, claro que sí, no hay que olvidar que tenemos un 40 % de pobres, 50 % de los niños en situación de pobreza, un sector muy grueso de desocupados, tenemos una actividad económica frenada hace muchos años. No hay que olvidar que Argentina es un fracaso como proyecto político, gracias a la lucidez de la dirigencia. La psicología dice que los grupos llegan hasta donde la suma de la inteligencia de sus miembros dá. Lo que estamos viviendo es la inteligencia promedio de la dirigencia argentina, cuando hablo de dirigencia no habló solamente de la dirigencia política, porque el político en definitiva es el que pone la cara, pero los decisores son muchos. Son los gremialistas, los empresarios, los periodistas, los consultores, los sacerdotes, hablo de la dirigencia nacional. Argentina es un fracaso en términos de dirigencia nacional. Celebro y aplaudo que todavía nuestro pueblo tenga esperanza luego de haber llegado absurdamente a la situación en la que estamos. Esto es inexplicable en el mundo. Cuando viajamos por el mundo dando conferencias para nosotros Argentina es inexplicable, en la tercera pregunta que nos hacen no podemos explicar más. Es inexplicable el nivel de pobreza que tenemos. Es inexplicable que tengamos una vicepresidenta con 8 procesos, que el presidente sea el hijo del que inventó la mafia entre el Estado y la obra pública, todo es inexplicable. En esta Argentina inexplicable ver signos de civilización, ver signos de preocupación por el otro más que por el interés propio o por interés de secta, es esperanzador. Ahora hay que tener ganas de creer, hay que creer que el rengo no va renguear.

¿Cree que la población tiene miedo a volver a caer en el fracaso político?

Es muy interesante ver cómo vive la población el hecho de vivir en Argentina. Hicimos una encuesta en la que sólo el 12,5 % de los argentinos vive cómodo y tranquilo, que es un porcentaje alucinantemente bajo. Es un grupo de gente que cree que a ellos no les puede pasar nada; ahora todo el resto de la gente está aterrorizada, y el "me quiero ir del país", es un porcentaje importante. El 66% de los jóvenes argentinos si tuvieran la posibilidad de irse se irían. Entonces la pregunta es cómo construir un mañana si nadie se quiere quedar. La gente cree que la solución está afuera. El 30% de los industriales argentinos estaría en el exterior si pudiera. Es decir que este es un lugar en el que nadie quiere estar, hay muy poca gente cómoda en nuestro país. Sería extraordinario que hubiera un 60 % de personas con cierto grado de comodidad. Pero este es el resultado de la inteligencia de los grupos que todavía se imponen políticamente.

 

¿Cómo observa las declaraciones del presidente electo?

Veo signos políticos verbales, ahora si usted cree que el que nos puso acá nos va sacar de acá hay que ser muy creyente. Creo que con la constitución del gabinete, se busca dar tranquilidad. Me parece está tratando de indicar que va a caminar un camino de prudencia. Dentro del nuevo oficialismo también hay tensiones muy grandes. Lo explicó muy bien Cristina quien dijo que lo que triunfó es el complejo policromático denominado peronismo que tiene diferencias hegemónicas. ¿Cuánto va a tardar en expresarse esa disputa? ¿Cristina Kirchner va a asumir como vicepresidenta?, yo creo que no. Me parece absolutamente peligroso el doble comando. Hay todo tipo de especulaciones sobre eso hay quienes creen que va a asumir y va a tomar el mando, yo creo que no y se va a ir fuera de Argentina. Sería despejar la duda de una batalla terrible dentro del nuevo oficialismo.

En las provincias, sobre todo de signo contrario al presidente electo hay mucha incertidumbre de como será esa relación, ¿cuál es su opinión al respecto?

Falta mucho por saber. Está claro que nadie puede estar contento de haber ganado la presidencia, hay que estar loco para estar contento, no hay plata en el Banco Central, estamos peleados con Brasil, tenemos 40% de pobres, desocupación sin actividad económica, seguramente entraremos en default, no va a haber crédito internacional. La verdad que para estar contento de hacerse cargo de esto, hay que estar un poco mal.

No creo que la incertidumbre que hay en las provincias sea una particularidad. Nadie sabe en Argentina qué es lo que va a pasar, ni el presidente saliente ni el presidente electo.

Sin embargo las relaciones deben ser buenas porque no hay margen para nada. No hay crédito, la mayoría de la gente vive al día, o sea que la relación es buena o esto es un incendio. Espero y deseo y aplaudiría que haya buenas relaciones.

¿Cómo imagina a la relación de Alberto Fernández con los gobernadores de signo contrario?

Tiene que ser buena o se incendia no hay posibilidades de elegir, o es buena, inteligente y madura o se incendia todo. Creo que la dirigencia política tiene que estar a la altura de las necesidades de la gente. Tengo la esperanza que haya un recambio generacional en política superador. Creo que los jóvenes piensan muy distinto a nosotros. Es muy fácil de observar que en una mesa es muy difícil de sostener una conversación sobre política con una persona de más de 60 años y que una persona de 16 años quizás tenga dificultad para conversar con una de 30. La Argentina está partida generacionalmente. La mitad del padrón tienen menos de 45 años y la otra mitad tiene más de 45. Hay la mitad del electorado que se está comportando más como el ayer que como el mañana y la otra mitad más como el mañana que como el ayer.

 

¿Cuál cree será el rol de los intendentes en estos meses de transición?

La tarea del intendente está en lo cotidiano y será absolutamente relevante su papel. Poder sostener la infraestructura, el gas, el comercio, la luz y todo lo cotidiano en este momento es importantísimo. En este momento Argentina debe apostar muchísimo a la inteligencia del primer escalón de la política que son los intendentes. Si los intendentes logran mantener la dignidad de lo cotidiano y lograran que esto se ponga mucho más fácil, quizás lo logren. El resto es mucho más complejo. Hubo mucho cierre de comercios en las localidades más chicas, familias enteras vieron perdidas sus tradiciones de trabajo y eso hizo el cambio, la desesperación por encontrar una salida, con esa desesperación se va a encontrar Alberto.

No vemos muchas solucione, vemos inflación, un dólar muy alto porque si Argentina no exporta no hay dólares, no hay crédito externo vamos a entrar en default. El panorama es muy inquietante. O se ponen los pantalones de personas adultas o esto está de mal para mucho peor.