Un testigo presencial del ataque a tiros que ocurrió en el barrio 18 de Noviembre de Libertador en octubre del 2016, que acabó con la vida de un niño de 11 años, puso en escena a dos de los tres imputados de esta causa que llegaron a juicio.
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Un testigo presencial del ataque a tiros que ocurrió en el barrio 18 de Noviembre de Libertador en octubre del 2016, que acabó con la vida de un niño de 11 años, puso en escena a dos de los tres imputados de esta causa que llegaron a juicio.
En la jornada de ayer se realizó una nueva audiencia en el tercer piso del Palacio de Tribunales, donde declararon los dos últimos testigos de este expediente judicial, Mariana Villanueva y Lautaro Velázquez.
Velázquez le dijo al Tribunal en lo Criminal Nº 3 que "vio todo", que estaba sentado muy cerca de la casa del tercer imputado, que al momento de ocurrido el hecho era menor de edad y vio como llegaban los Álvarez en una moto. El testigo manifestó conocerlos pero solo por sus apodos y apellidos, Juan Marcelo "Pastel" y Matías "Bebo" Álvarez y contó que llegaron en una motocicleta, que el tal "Bebo" conducía y el tal "Pastel" llevaba una escopeta y sin mediar palabras apuntó a donde se encontraba Velázquez y otras personas y disparó, sin importarle que en la calle había al menos 10 niños jugando.
El testigo Velázquez reconoció que pertenecía a un grupo denominado "Los Mongos", pero según sus dichos, era sólo el nombre de un equipo de fútbol y los Álvarez respondían a una banda denominada "grupo de apoyo".
Los alegatos serán el martes próximo y hasta donde llegó la recepción de pruebas testimoniales, todo quedó resumido en que la vida del niño Hernán Anchorena Panique quedó a merced de los antojos de personas que evidentemente tienen un total desprecio por la vida y que todo lo resuelven a los disparos. Es que testigos mencionaron que era muy común que estas bandas confrontadas protagonicen tiroteos.