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Sarampión: una mujer antivacunas contagió a sus cinco hijos

Una enfermedad completamente prevenible y evitable mediante la vacunación no para de crecer en la Argentina (y en varios países del mundo), y ya constituye el mayor brote registrado desde que en el año 2000 se eliminó la circulación endémica.

Sabado, 05 de octubre de 2019 17:36

El responsable de la Dirección de Control de Enfermedades Inmunoprevenibles de la Secretaría de Salud, Cristián Biscayart, afirmó en diálogo con Télam que “en lo que va de 2019 en todo el territorio de Argentina se registraron 26 casos de Sarampión, de los cuáles 16 corresponden a un brote que comenzó hace dos semanas con el registro de tres casos en la Ciudad de Buenos Aires”.

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El responsable de la Dirección de Control de Enfermedades Inmunoprevenibles de la Secretaría de Salud, Cristián Biscayart, afirmó en diálogo con Télam que “en lo que va de 2019 en todo el territorio de Argentina se registraron 26 casos de Sarampión, de los cuáles 16 corresponden a un brote que comenzó hace dos semanas con el registro de tres casos en la Ciudad de Buenos Aires”.

Así, una enfermedad completamente prevenible y evitable mediante la vacunación, no para de crecer en la Argentina (y en varios países del mundo), y ya constituye el mayor brote registrado desde que en el año 2000 se eliminó la circulación endémica de la enfermedad.

Esta semana se confirmaron ocho casos nuevos, de los cuales uno corresponde a una mujer que vive en Ituzaingó, provincia de Buenos Aires, que contagió a sus cinco hijos de 5, 9, 13, 16 y 19 años que tampoco estaban vacunados. Si bien la familia reside en la provincia de Buenos Aires, el contagio se registró en un centro de Salud porteño.

“En los casos que se confirmaron ayer se trata de una mujer que cree en el movimiento antivacunas y se contagió en un centro de Salud porteño mientras compartía espera en la guardia con una de las personas que fue de las primeras registradas de este brote reciente”, indicó el funcionario de salud.

Y agregó: “Cuando esta mujer volvió a su casa contagió sin saber a sus cinco hijos, pero como ella tuvo síntomas rápido y pudo entender de qué se trataba tuvo el criterio para que sus chicos dejen de ir a la escuela antes de que pudiesen diseminar el virus lo que nos permitió tener un control de esa situación para evitar que se propague”.

“No está claro cuál es el contagio que originó este nuevo brote hace dos semanas. Si bien algunos de los afectados viven en el conurbano, pudimos determinar que todos los contagios fueron en la ciudad de Buenos Aires; la cepa es una variante que es la misma que en estos días tiene un brote sin control en Brasil y que también circula por Estados Unidos y Europa”, remarcó.

Biscayart detalló que “todos los casos confirmados en estos últimos días están vinculados de manera directa con los tres que se registraron hace dos semanas, el sarampión tiene un período de incubación de hasta tres semanas y se vuelve contagioso cuatro o cinco días antes de que se presenten las erupciones”.

Respecto de la pertenencia al movimiento antivacunas de la mujer que fue confirmada ayer con Sarampión, Biscayart dijo que “es difícil evaluar la incidencia del movimiento antivacunas en estos brotes, pero no podemos soslayarlo porque 6 de los 16 contagios confirmados en este brote son de personas no vacunadas”.

“En encuestas recientes se registra que más del noventa por ciento de los argentinos entiende y valora la importancia de las vacunas, pero después hay minorías que en algún punto funcionan como los terraplanistas y no se rinden ni ante la evidencia científica”, puntualizó.

“Acá es muy importante lo que refuerza la nueva ley 27.941, que la gente entienda que hay obligatoriedad de vacunar, que no es algo optativo, ni que tenga que ver con objeciones de conciencia o religiosas. Al tomar este tipo de actitudes se está exponiendo a terceros. Si cada uno decide hacer lo que quiere, se pierde el lazo de comunidad. A cada uno le cabe una responsabilidad, porque su derecho termina donde comienza el de los demás, que es el derecho a estar protegidos”, concluyó Biscayart.

Con el fin de interrumpir rápidamente la transmisión viral, la Secretaría de Gobierno de Salud de la Nación decidió ampliar las indicaciones de vacunación vigentes para niños de 6 a 11 meses: primero a la Región Sanitaria V y la Ciudad de Buenos Aires, y el pasado viernes agregaron también las Regiones Sanitarias VI, VII y XII de la Provincia de Buenos Aires.

Además, todos los niños entre 13 meses y cuatro años inclusive deberán acreditar al menos dos dosis de vacuna triple viral en las jurisdicciones mencionadas.

A su vez, reforzaron la recomendación vigente para todo el personal de salud que debe acreditar al menos dos dosis de vacuna o bien contar con certificación de IgG positiva para sarampión. “Esta dosis cero no cuenta como parte del calendario obligatorio; es para ofrecer un plus de protección”, precisó Biscayart a Infobae.

“Lo que se cree es que la inmunidad adquirida de la vacuna tal vez no logra ser suficiente para proteger a los niños más allá de los cinco meses”, sostuvo el médico infectólogo, para quien “esa es la gran paradoja de haber eliminado la circulación endémica en el país: en la medida que el virus se vuelve a introducir encuentra personas susceptibles”.

Sobre las posibles consecuencias de aplicar más dosis de las dispuestas en el Calendario Nacional de Vacunación, aseguró: "Una dosis de vacuna puede que limite la expresión clínica de la enfermedad, pero no que se contraiga y contagie a otras personas; en general con dos dosis va a ser poco probable que alguien tenga sarampión, en cambio con una sí". "No va a causar daño (la aplicación extra de la vacuna), lo que sí se está viendo es que no hay un beneficio adicional de mayor cantidad de dosis", agregó.

Y tras recomendar que “no es aconsejable viajar al exterior con niños menores de seis meses, que no pueden ser vacunados y son muy vulnerables a adquirir sarampión y diseminarlo”, Biscayart amplió: “Necesitamos también del compromiso de los efectores privados, que tienen que estar involucrados en esta estrategia y tener la noción de que cualquier persona que ingresa a la guardia con fiebre y erupción en la piel es posible que tenga sarampión”. “Hay que notificarlo y tomar las muestras para descartar la enfermedad; es el primer diagnóstico a pensar por más que estén bien vacunadas las personas”, enfatizó.

El último caso de sarampión endémico en la Argentina fue en el año 2000 y la última muerte en 1998. Desde entonces, se reportaron casos importados o relacionados con la importación, brotes que pudieron controlarse antes de los 12 meses, por lo que se evitó perder el status de “país libre de sarampión”.

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