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16 de Abril,  Jujuy, Argentina
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Se fueron en el ´86 y hoy viven en el sur de Texas

Héctor Brizuela y Claudia León partieron con su beba y hoy tienen nietos. Esperan jubilarse y vivir entre Jujuy y McAllen.
Domingo, 06 de octubre de 2019 01:03

Una pareja jujeña disfruta vivir en una tranquila ciudad del sur de Texas (Estados Unidos) en donde se establecieron desde hace 21 años, luego de vivir otros 12 en Houston. Héctor Brizuela y Claudia León se fueron a probar suerte en 1986 con una beba de seis meses, y hoy planean vivir entre Jujuy y McAllen, cuando se jubilen para disfrutar de sus vínculos.

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Una pareja jujeña disfruta vivir en una tranquila ciudad del sur de Texas (Estados Unidos) en donde se establecieron desde hace 21 años, luego de vivir otros 12 en Houston. Héctor Brizuela y Claudia León se fueron a probar suerte en 1986 con una beba de seis meses, y hoy planean vivir entre Jujuy y McAllen, cuando se jubilen para disfrutar de sus vínculos.

"Nos vinimos en el ´86 a causa de la situación económica que en ese momento estaba atravesando la Argentina en la cual lamentablemente no nos favorecía en nada a nosotros. En ese momento teníamos una hija de seis meses y nos pusimos a pensar qué futuro le vamos a dar a esta niña. Así que gracias a que tenemos conocidos en Estados Unidos, una tía de mi esposa, hicimos los contactos y en dos meses armamos el viaje y nos vinimos", precisó Brizuela.

Hasta entonces, tenían una vaquería en calle La Madrid de la capital jujeña, mientras trabajaba en la Secretaría General de Casa de Gobierno y su esposa estaba terminando el Profesorado de Arte.

Tenían por entonces 25 años y 23 años respectivamente y tuvieron el apoyo de la tía de León en cuya compañía pensaban trabajar pero ya había cerrado, por lo que la pareja tuvo que apelar a diversos empleos.

"Nos tocó hacer de todo, desde lavar autos mi esposo hasta cuidar niños yo, coser, limpiar oficinas. Eso fue hasta que aprendimos el idioma y pudimos ir avanzando, subiendo y ubicarnos en este momento", afirmó Claudia León.

Actualmente Brizuela es gerente zonal de una compañía de bombas de agua, y León es maestra de español y de arte en una escuela privada desde hace 16 años.

"Estados Unidos te espera con los brazos abiertos, nosotros nunca sufrimos ningún tipo de discriminación, hablando del gringo, al contrario siempre estuvieron para ayudarnos, sobre todo en las metidas de pata con el idioma, me pasó muchas veces decir mal una palabra y nunca se burlaron, al contrario todo el tiempo ayudándonos", explicó la jujeña León buscando desmitificar el trato en ese país.

Explicó que por el contrario cuando notaban que se esforzaban para superarse los apoyaban, y es que admiran la cultura general de los argentinos y notan esa actitud hasta la actualidad. "Cuando escuchan que somos argentinos, saben de la cultura de Argentina, por el fútbol, cambia el tono de ellos cuando le decimos de dónde venimos", dijo León y aclaró que no significa que a los otros no se les dé el mismo trato,

Sin embargo, lo que les costó fue adaptarse al idioma, porque en un principio vivieron en Houston una ciudad que entonces tenía muy poca gente que hable español, por lo que tuvieron que aprender.

Al llegar eran muy jóvenes pero consideran que fue el momento justo para irse. Y es que adoptaron esa cultura, un sistema de trabajo por el que salen de casa a las 6.30 y vuelven a las 18.30 con escasos feriados.

Llegaron con una beba de seis meses, Jimena quien estudió y ahora es gerente de una compañía. Luego tuvieron dos hijos más, Matías de 29 años, casado, recibido en administración y mercadotecnia, gerente de una compañía; y Agustín de 21 años, quien el próximo año terminará su carrera de manager o gerente administrativo de deporte, que le permitiría ser director técnico de un equipo profesional de cualquier deporte o administrativo en ello

Sus hijos los hicieron abuelos de tres nietos, dos niñas y un varón,

Pese a que se adaptaron a la cultura y al estilo de vida norteamericano la pareja coincidió en que nunca perdieron sus tradiciones, y de hecho suelen desayunar con mate cocido, matear en familia o amigos, compartir un asado o empanadas. Llegaron a enseñarle al carnicero de su zona a hacerles el corte de asado que necesitan, y lo comparten con familias amigas de Rosario y Buenos Aires.

En la escuela, como docente, León también comparte la cultura jujeña a través de fotos, y comenta lo diferente que es según la zona del país.

“Es muy cómodo vivir en la ciudad de McAllen” 

ECHARON RAÍCES/ BRIZUELA Y LEÓN CON SUS TRES HIJOS, YERNOS Y NIETOS EN UNA POSTAL NAVIDEÑA EN MCALLEN.

Héctor y Claudia valoran sus raíces y casi todos los años vuelven a Jujuy a visitar a sus familiares, hermanos y sobrinos de ambos lados, de las familias Brizuela, León, Acosta, Canedi, y Zampini. 

En Jujuy, Brizuela creció en el barrio Cuyaya, por lo que hizo la primaria en la escuela “23 de Agosto” y estudió en el Colegio Nacional Nº 1. 

En tanto, Claudia León quien nació en Ledesma, hizo la primaria en la escuela “Leach” de La Esperanza y asistió a la Escuela Normal de San Pedro. De segundo a cuarto año estuvo en el Colegio Santa Bárbara, y egresó de la Normal “Juan Ignacio Gorriti”; y por entonces vivía en calle La Madrid, en una casa que fuera de sus bisabuelos.

“Tenemos tres hijos, nietos, ya hemos echado raíces acá, si bien nuestros amigos siguen en Jujuy y es uno de los motivos por el que volvemos. Cuando nos toque jubilarnos, que nos falta bastante, es idea nuestra ir para allá, estar tres meses y venir acá por otro tantos meses”, precisó Brizuela.

Es que prefieren el frío y les gustaría pasar los inviernos en Jujuy y volver para la misma estación a Estados Unidos. 

Sucede que la ciudad de McAllen está muy cerca del puente Internacional fronteriza con México, es calurosa, pequeña, tranquila y latina. De hecho, por el tipo de trabajo que tienen conocen mucha gente, padres o alumnos de Claudia, o por el trabajo de él en el ámbito municipal de la zona.

“Es lo que nos gusta de esta zona, es tranquila. No tenemos que forzar hablar en inglés porque hay muchos mexicanos. Lo que nos acobarda es que es muy caluroso, es como si fuera Ledesma, no hay casi invierno, después lo demás no. Es muy cómodo vivir aquí”, precisó Claudia.