El veterano de guerra de Malvinas Enrique Eduardo Cortez falleció la noche del viernes en la capital provincial. Sus restos fueron velados en la sala velatoria Arenales de empresa La Piedad y en la tarde de ayer fueron sepultados en el cementerio Jardín del Castillo.
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El veterano de guerra de Malvinas Enrique Eduardo Cortez falleció la noche del viernes en la capital provincial. Sus restos fueron velados en la sala velatoria Arenales de empresa La Piedad y en la tarde de ayer fueron sepultados en el cementerio Jardín del Castillo.
Cortez era palpaleño. Había nacido el 8 de enero de 1960 en la ciudad siderúrgica. La noticia de su partida generó gran consternación.
Hombre amable, amante de su familia, estudioso y trabajador, tenía un particular sentido del humor que había heredado de su padre, Carlos Cortez.
Durante el conflicto bélico, formó parte de la tripulación del Rompehielos ARA "Almirante Irízar" que cumplió el rol de buque hospital. Su misión era rescatar heridos y fallecidos en las islas. En dos oportunidades pisó el suelo de Malvinas. Estuvo en el preciso momento en que comenzaron los combates encarnizados por el dominio de las alturas de los montes que rodean Puerto Argentino: Longdon, Two Sister, Harriet, Williams, Tumbledown, Wirelles y Saper Hill.
Enrique Eduardo Cortez inició sus estudios primarios en la Escuela Nacional "Provincia de Córdoba" de Palpalá, concluyéndolos en la "Victorino de la Plaza", del Ingenio El Tabacal, en Salta. A la secundaria la cursó en las escuelas de Educación Técnica de Orán (Salta) y "General Savio" de su Palpalá natal.
Cuando le llegó la cédula de notificación para el servicio militar obligatorio estaba estudiando ingeniería eléctrica en la provincia de Santa Fe.
Tuvo dos hijas, Claudia Silvina y Carla Florencia, a quienes amaba profundamente.