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Te mostramos el supuesto gabinete de Alberto Fernández 

El presidente electo mantiene su lógica: reservar información y no anticipar su agenda excepto para grandes acontecimientos. Los nombres que suenan y la gran incógnita: quién será el ministro de Economía.

Domingo, 10 de noviembre de 2019 10:16

Las visitas de empresarios se suceden en las nuevas oficinas de Alberto Fernández en Puerto Madero. También las de políticos y técnicos. Incluso se vio allí a un empresario que no hace mucho se emocionó en público casi hasta las lágrimas al expresar su apoyo por el gobierno de Mauricio Macri cuando aún no se vislumbraba un triunfo peronista. Con menos ojos indiscretos que las guardias permanentes de curiosos y periodistas frente al único ingreso y única salida en México 337, el presidente electo tiene más libertad de acción en su temporario lugar de trabajo. Sus invitados también.

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Las visitas de empresarios se suceden en las nuevas oficinas de Alberto Fernández en Puerto Madero. También las de políticos y técnicos. Incluso se vio allí a un empresario que no hace mucho se emocionó en público casi hasta las lágrimas al expresar su apoyo por el gobierno de Mauricio Macri cuando aún no se vislumbraba un triunfo peronista. Con menos ojos indiscretos que las guardias permanentes de curiosos y periodistas frente al único ingreso y única salida en México 337, el presidente electo tiene más libertad de acción en su temporario lugar de trabajo. Sus invitados también.

En esas mismas oficinas es donde Gustavo Béliz bosqueja el diagrama de la estructura del Estado a partir del 10 de diciembre. Es mucho más que un equipo de ministros que define y decide Alberto Fernández. Y es menos de un mes el tiempo que tiene para terminar de delinear los lugares más importantes. En menos de 15 días el presidente electo deberá definir su equipo de ministros: tendrá la lista antes de que comience diciembre. Pistas ya dio. A algunos les dio certezas. A otros prometió verlos en los próximos días para conversar.

De todos modos, Fernández sigue con su misma lógica: reservar información y no anticipar su agenda excepto para grandes acontecimientos. Eso sí, aclaran en su entorno que no habría aún reuniones de transición con el gobierno nacional y que no se conversó sobre la ceremonia de traspaso de mando aunque la jura será frente a la Asamblea Legislativa, es decir en el Congreso.

El fin de semana en las reuniones del Grupo de Puebla acompañó al presidente electo Felipe Solá, una vez más como virtual canciller. No estuvo en cambio Jorge Argüello, su amigo que le garantiza un fuerte vínculo con Estados Unidos. Según dicen, prepara valijas para viajar a Washington próximamente. Algunos creen que se prepara también para volver a la embajada más importante, mismo rol que tuvo entre 2011 y 2013. Si así sucede, será una de las excepciones que ocupará un lugar que ya ocupó. Su nombre se repite por su vínculo con Estados Unidos y la charla entre Donald Trump y Alberto Fernández es una buena señal para las negociaciones con el Fondo Monetario Internacional.

En ese juego de equilibrios el presidente electo aún tiene que definir si formaliza un deseo personal y político que entra en colisión con las reglas de la diplomacia: invitar a Lula Da Silva y a Dilma Roussef a su asunción. Seguramente también los querría aquí Cristina Fernández, la vice electa, pero sería un nuevo punto de fricción con el gobierno de Jair Bolsonaro. Preocupa especialmente al equipo del presidente electo la crítica situación de Bolivia donde hace poco visitó a Evo Morales. También la crisis en Chile.

En ese juego de equilibrios también intenta potenciar el rol del progresismo regional para consolidar apoyo interno y externo. También habló con el presidente de Francia. Lo hizo este sábado antes de llegar al hotel donde se desarrolló la cumbre del Grupo de Puebla que nuclea a líderes de países regionales progresistas y de izquierda. Habló por teléfono largamente con Emmanuel Macron, que quedó en comunicarle pronto un par de fechas posibles para combinar la visita. Como otros, el francés que supo tener buen diálogo con Mauricio Macri cambió de interlocutor tras la elección y lo esperaría antes de diciembre.

Mientras se ocupa de todos los frentes, el casillero que más expectativa genera es Economía. Aunque Matías Kulfas y Cecilia Todesca se han mostrado inseparables, a la par de Solá, todavía hay quien espera un renunciamiento histórico de Roberto Lavagna. En tertulias de la semana, cenas varias donde confluyeron empresarios, funcionarios, ex funcionarios y hasta futuros posibles ministros, se sigue creyendo que con Lavagna a su lado Fernández podría ordenar las cuentas y negociar la deuda desde una secretaría creada ad hoc para Guillermo Nielsen. ¿Sería posible que en el mismo esquema coexistan dos economistas de tamaña envergadura? Quién sabe. Este lunes regresa Cristina Fernández desde Cuba, donde durante diez días estuvo con su hija Florencia, y también ella cree en el ex candidato a presidente por Consenso Federal.

Tensiones pendientes en el Frente de Todos 

La vuelta de la vicepresidenta electa también reactivará algunas conversaciones que heredó su hijo Máximo Kirchner. Como en el armado de las listas, es él junto a Axel Kicillof quien conversa cómo completar algunos casilleros. Lo incluyen a Wado De Pedro. Dicen que el gobernador electo tiene reservado un lugar en su gabinete para Fernanda Raverta, la ex candidata del Frente de Todos para la intendencia de Mar del Plata. Sólo en Quilmes La Cámpora cumplió la expectativa con Mayra Mendoza y le arrebató el municipio a Martiniano Molina. En La Plata Julio Garro logró ser reelecto con facilidad y se espera un futuro convulsionado entre el peronismo y la agrupación que empujó a Florencia Saintout a su tercera derrota consecutiva interna mediante con 5 precandidatos. Con los resultados aún en caliente, hay quienes reprochan a La Cámpora su estrategia e incluso Eduardo Valdés, tan amigo de Alberto Fernández como de Cristina Kirchner y de Máximo, propuso que cambien de nombre. Aclaró después que sólo lo sugería para mostrar la unidad del peronismo. Será una de las tensiones con las que tendrá que lidiar el presidente electo.

Una puja parecida se avizora en el Senado. Fernández consolidó su vínculo con el presidente del PJ cordobés, Carlos Caserio, que desoyó la prescindencia del gobernador Juan Schiaretti y jugó fuerte por el Frente de Todos. El presidente electo se apoyó en él y le confiaría la presidencia del bloque de senadores peronistas pero CFK, que presidirá el cuerpo como ahora lo hace Gabriela Michetti, quiere a Anabel Fernández Sagasti, derrotada en Mendoza, para ese lugar. Los espacios de poder en el Congreso se definen también en las próximas dos o tres semanas.

En tiempos kirchneristas los funcionarios esquivaron la mayoría de los ágapes donde brillan figuras del llamado Círculo Rojo. Excepto un puñado contado con los dedos de las manos. El jueves, sin embargo, en la cena por el aniversario 125 de la AMIA, la mesa más fotografiada fue la que ocuparon varios amigos y posibles futuros ministros del Frente de Todos. No es un dato menor porque año tras año fue un lugar donde jugaron más de local figuras como la ministra de Seguridad Patricia Bullrich y otros referentes macristas, además de todo lo que simbólicamente significa en el mundo K la mutual que sufrió el mayor atentado en Argentina. Sentados en la misma mesa estuvieron la abogada Marcela Losardo; el economista Martín Redrado; el ex embajador en el Vaticano Eduardo Valdés; el ex secretario de Culto Guillermo Oliveri; Argüello; el ex ministro de Salud Ginés González García y el ex cuñado de Florencia Kirchner Sabino Vaca Narvaja, especialista en Relaciones Internacionales, que estos años estuvo estudiando chino y profundizando sus vínculos con ese país. A Losardo varios le preguntaron si será la ministra de Justicia, y dijo que no sabe, mientras otros descontaban que tanto Ginés como Oliveri repetirán cargo pasado y le preguntaban a Argüello por el vínculo con Estados Unidos.

Mujeres, aliados y sorpresas 

En ese ir y venir de representantes del albertismo en ámbitos públicos, en forma reservada trabajan en el nuevo esquema Béliz, Santiago Cafiero, Eduardo ‘Wado’ de Pedro y Vilma Ibarra. Se sumarían estos días varios de los 40 que integran el llamado grupo de transición, algunos de los cuales ya tienen silenciosas tareas asignadas y pedido de máxima reserva porque Fernández apuesta en algún caso al factor sorpresa.

En tiempos de ampliación de derechos hay reclamos por la cuestión género. En la cumbre del Grupo de Puebla se vio a un grupo grande de feministas, entre ellas Dora Barrancos, que fue candidata a senadora, que pide paridad de género en el gabinete. Ella y Victoria Donda, también en el hotel Emperador, suenan para el nuevo ministerio de la Mujer o de los Géneros. La tercera es Malena Galmarini.

En ese marco el presidente electo tiene, entre las varias reuniones pendientes, una con Matías Lammens, quien fuera su candidato a jefe de gobierno porteño y con quien debe definir su rol futuro para no perder el caudal político de la última elección en la Ciudad a pesar de la derrota. Después del 3-0 con el que San Lorenzo venció ayer al puntero Argentinos Juniors habrá que medir humores antes del encuentro.

En el mientras tanto, hay una agenda que no depende de la política sino del protocolo y la institucionalidad. El miércoles 13 senadores y diputados fueron convocados a una Asamblea Legislativa a las 14 para proclamar como ganadora a la fórmula presidencial Alberto Fernández-Cristina Kirchner; el jueves 27 se tomará juramento a los 24 senadores electos en la Cámara alta y el 4 de diciembre jurarán los nuevos diputados. Todas celebraciones para el peronismo.

Antes, tal como adelantó Infobae, el Frente de Todos impulsa una sesión para el próximo 20 para tratar dos leyes que quedaron pendientes: la de Alquileres y la de Góndolas, en ambos casos con el objetivo de aliviar los bolsillos de los más afectados por la situación económica. En ese marco el posible ministro de Desarrollo, Daniel Arroyo, inició una gira por las provincias para presentar el Plan Argentina contra el Hambre. Estuvo en Córdoba junto con uno de los intendentes más albertistas, Juan Zabaleta, y con el senador cordobés Carlos Caserio. Como hace el propio Fernández, el encargado de reactivar el consumo y el empleo con medidas urgentes como la construcción de viviendas sociales, cordones y asfalto, también busca acuerdos de precios con empresarios y lo haría provincia por provincia. En esa línea, el pacto incluye a los sindicalistas que bajo el paraguas de la CGT convocó el presidente electo el viernes en su primera visita al salón Felipe Vallese.

Al diseño del equipo se le suma la puesta a punto de medidas urgentes que necesitarán un correlato en el Congreso y en el Presupuesto. Ese paquete recién se debatirá después del 10 de diciembre. Aunque parezca un debate exprés el plan es que el Presupuesto 2020 se vote el 20 de diciembre. Las sesiones extraordinarias serán a la vez una señal política y el tiempo urgente para acordar políticas públicas que creen no pueden extenderse más allá de los primeros cuatro meses. Aunque vienen tiempos difíciles y Fernández lo ha dicho públicamente, sabe que la paciencia argentina se agota en 120 o 180 días y no más de eso. Sergio Massa, a quien en sesión preparatoria elegirían como presidente de la Cámara de Diputados, ya conversó con Emilio Monzó, de quien es amigo, la transición. Massa además juntó a diputados nacionales y provinciales del Frente Renovador para mantener la unidad pero con su propia identidad y promete una convocatoria a todos los integrantes del bloque del Frente de Todos antes de fin de mes.

En ese marco, se verán en el ir y venir a intendentes clave como Martín Insaurralde, Gabriel Katopodis, Mariano Cascallares y Zabaleta. En el Conurbano ya le prometieron a Fernández hacer el máximo esfuerzo para sostener a comedores y familias necesitadas. De hecho varios habían postergado obras para aumentar las partidas sociales estos últimos años. Así lo grafican: “Ahora bacheamos en lugar de asfaltar para llevar comida a los comedores”. Y días atrás se juntaron con Kicillof, que todavía no les dio pistas sobre su gabinete más allá de lo más o menos público.

En la categoría sorpresas, podría haber incorporaciones al mejor estilo Néstor Kirchner: figuras destacadas y con prestigio que apuesten por el nuevo gobierno. Podría ser el caso del juez y ex fiscal Daniel Rafecas, por quien el presidente electo tiene gran respeto.

Fuente: Infobae 

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