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Celebrar un cumpleaños, un casamiento o una tradicional fiesta de 15 años se convirtió en los últimos meses en una misión casi imposible. La crisis económica golpeó fuerte a los salones de eventos e impactó de lleno en la caída de contrataciones de servicios de salones y catering; también hubo una fuerte caída en las ventas de cotillón en los comercios minoristas y en la contratación de servicios de animación.
Por la crisis, las familias destinan menos presupuesto para una fiesta. Además hubo un cambio en la forma de festejar y de comprar.
Hoy realizar una fiesta no está entre las prioridades de una familia y es un ajuste necesario que deben realizar para llegar a fin de mes, aunque existen otras opciones para abaratar costos: las familias optan cada vez más por realizarlas en casa, con grupos reducidos o compartiendo los gastos.
Es por eso que la situación de los salones de fiestas se hace cada vez más difícil. Según un relevamiento de El Tribuno de Jujuy, empleados y dueños de salones coincidieron en señalar que en el último año hubo "fuertes bajas en las reservas" y en algunos casos advirtieron estar "buscando otras opciones" para mantener abiertos los salones, porque no llegan "a cubrir los gastos". Es así que ofrecen promociones y descuentos para poder seguir adelante con el negocio.
Natalia Laredo, encargada de un reconocido salón de fiestas para chicos, dijo a este diario que "en los últimos meses, las reservas cayeron mucho", y explicó que "hace unos meses se celebraban hasta 50 cumpleaños por mes, y ahora solo tengo reservas para 17 fiestas".
La joven resaltó que "septiembre, octubre, noviembre y diciembre son meses de temporada alta para nosotros, donde los papás esperan para festejar los cumpleaños bajo un clima agradable", y agregó que "esta temporada no fue buena".
En este sentido lamentó la situación por la que atraviesa el sector, pero resaltó que se ofrecen distintas opciones para todos los bolsillos y cuentan con promociones y financiamientos.
Para tener en cuenta, los salones de eventos brindan desde un servicio básico a uno completo. Una fiesta para los más pequeños puede incluir comida, bebida, juegos y animación, aunque otros servicios ofrecen hasta cancha de fútbol. Esta facilidad de contratar un servicio puede llegar a costar entre 6.500 y hasta 8.650 pesos, para 25 o 30 chicos, todo dependerá del "combo" que se elija.
También existe la opción de contratar solo el salón, que entre las opciones ofrece la decoración y animación y que se consigue a un precio mucho más económico, de entre 2.500 a 3.500 pesos, pero no incluye comida ni bebida, con lo cual los padres deberán hacer un gasto por afuera, que podría llegar a costar un poco más de cinco mil pesos, entre bebida, sándwiches, chizitos, papas fritas y pizzas.
Para esta opción, por ejemplo, contratar un pelotero o cama elástica por hora cuesta desde 1.500 a 2.500 pesos. Si se opta por animar la fiesta con un payaso, el costo adicional llega a 4.000 pesos las dos horas. Otra de las opciones que están de moda son los pintacaritas, que tienen un valor de 1.500 pesos.
La mesa dulce es algo fundamental en los cumpleaños y que llega a tener un costo de entre $1.200 hasta $2.000.
Sumados todos esos gastos, el cumpleaños generaría un gasto entre $15.000 a $19.500.
La delicada situación económica que vive el país hace que celebrar un cumpleaños se vaya convirtiendo en un lujo reservado para pocos.