¿Quieres recibir notificaciones de alertas?

17°
25 de Abril,  Jujuy, Argentina
PUBLICIDAD

"Evo Morales ha sido derrocado por un movimiento insurreccional"

Jueves, 14 de noviembre de 2019 01:00

El especialista analizó la situación de crisis por la que atraviesa el país vecino.

Alcanzaste el límite de notas gratuitas
inicia sesión o regístrate.
Alcanzaste el límite de notas gratuitas
Nota exclusiva debe suscribirse para poder verla

El especialista analizó la situación de crisis por la que atraviesa el país vecino.

¿Cuál es su análisis sobre la situación actual de Bolivia?

Lo que sucedió es que el presidente Evo Morales ha sido derrocado por un movimiento insurreccional que actúa fuera de las instituciones y que se ha originado en el Comité Cívico de Santa Cruz para luego extenderse a los centros urbanos del Altiplano, Potosí, Oruro, hasta llegar a Cochabamba y La Paz.

El resultado ha sido una desintegración completa de las estructuras estatales, un hundimiento del poder político y un inmenso vacío de poder. Es esa la situación de Bolivia en el momento actual. Hay que tener en cuenta que en el país se experimenta un profundo y creciente vacío de poder y es en resultado de la desintegración de las estructuras estatales ocasionadas por el movimiento insurreccional con epicentro en el "Comité Cívico" de Santa Cruz de la Sierra liderado por Fernando Luis Camacho, ajeno en su totalidad al sistema político-institucional del país.

¿Cuándo se inició ese movimiento insurreccional?

El movimiento insurreccional se impuso cuando se amotinaron las policías de los 9 departamentos bolivianos, comenzando por las unidades de Cochabamba y Santa Cruz de la Sierra. En ese momento, las Fuerzas Armadas de Bolivia declararon su neutralidad en el conflicto, y señalaron que no iban a reprimir al pueblo boliviano, y esta convergencia de fuerzas selló el destino de Evo Morales.

Su renuncia fue precedida por un inmenso vacío de poder, que entre otras cosas se manifestó a través de la persecución en sus hogares de gobernadores y ministros, así como por la ocupación de 2 de los principales medios de comunicación oficialistas, situados en el centro de La Paz, a escasa distancia del Palacio Quemado, al que la guardia policial había abandonado sumándose a los insurrectos.

¿Qué incidencia tiene esta situación en Argentina?

Ya hay algunos efectos de la crisis boliviana que inciden en a economía y de manera directa en la República Argentina, en estos momentos están suspendidas las exportaciones de gas boliviano a la Argentina porque está tomada la planta principal procesadora ubicada en el Chaco boliviano.

“Hay un componente racista”

A través de un análisis desde la psicología social y desde la ciencia política, Néstor Martiarena, psicólogo y doctor en administración y política pública, estableció que “soy uno más de los que piensan que en Bolivia hubo un golpe de Estado”.
Desde la psicología social “puedo decir que a Bolivia, al igual que muchos países latinoamericanos históricamente les tocó vivir circunstancias geopolíticas que influyeron en su política interna promoviendo estas grietas, fracturas o divisiones en el electorado. En el caso de este país hay un componente racista, por eso es más preocupante aún”, señaló, en diálogo con El Tribuno de Jujuy. 
En ese sentido, remarcó que “eso se da porque cuando las representaciones y el imaginario de la gente no se apoyan solo en la individualidad de los sujetos sino en un imaginario de colectivos, tenemos esta cuestión, en el caso boliviano, de la lucha racial de un este contrario a los pueblos coyas o aymaras del Altiplano”.
Es una situación muy compleja “porque se viene arrastrando desde hace varios años. Luis Camacho, el que irrumpe en la política boliviana, pertenece a una organización que la Federación Internacional de los Derechos Humanos la denominó como paramilitar o racista. Es un sujeto que pertenece a su acción política a sectores que pertenecen a logias”, aseguró.
Asimismo, afirmó que “el tema del racismo hacia los pueblos originarios nos atraviesa a todos los pueblos latinoamericanos, desde la psicología social pienso que, lamentablemente, están dadas las condiciones para que en Bolivia estalle una guerra civil”. 
“No se pudo sostener una institucionalidad que corresponda a un estado plurinacional de convivencia pacífica entre distintas etnias. Yo creo que eso es lo que más debería preocuparnos y lo que más deberíamos analizar”, concluyó el especialista Néstor M

¿Qué cree que podría ocurrir?

Habrá seguramente más repercusiones en el país, se generalizan los saqueos y los actos de violencia sobre todo en El Alto y en la ciudad de La Paz pero también en Cochabamba y Potosí. Al mismo tiempo que esto ocurre son enfrentadas la policía en especial con los partidarios del presidente Evo Morales con acto de violencia extrema que incluso llevan al ataque e incendio de comisarías en distintas partes de Bolivia empezando por El Alto. El proceso de disolución del poder político y de crisis generalizada de las estructuras estatales con la policía amotinada en los nueve departamentos de Bolivia está creando las bases en el momento actual a través de la violencia generalizada entre los partidarios de Evo Morales y los integrantes del movimiento insurreccional que lo ha derrocado provocando una guerra civil. La situación se está agravando en el momento actual.

¿Cuál es su análisis sobre el momento de crisis por el que atraviesan varios países de Latinoamérica?

Yo creo que este es un momento de intensa conflictividad no solo en América del Sur sino a escala global. Tiene que ver con el hecho de que el sistema global está experimentando uno de los cambios más grandes de su historia. Ha surgido una sociedad global creada por la revolución de la técnica que está a su vez desplegando una nueva revolución industrial, encabezada por Estados Unidos y China que es la más irruptiva de la historia del capitalismo por eso está en quiebra en todas partes y al mismo tiempo el status quo, también en América del Sur.

Cronología de un golpe

Andrea Territoriale, politóloga, explicó el suceso que se vive en Bolivia, “lo primero que hay que dejar en claro es que efectivamente existe un golpe de Estado, eso es algo que no debe dejar dudas. Un golpe de Estado es una acción o serie de acciones que generalmente son violentas y resultan ejecutadas por fuerzas militares con apoyo policial o acciones de tipo cívico militares que van en contra de los mecanismos legales cuyo objetivo es tomar el control mecanismo de tipo democráticos de acceso al poder”. 

“En ese sentido, en Bolivia, si bien habría que analizar todo un prolegómeno de sucesos respecto a cómo llegaron a ese estado, el presidente Evo Morales tenía un mandado hasta enero del 2020. No había completado su mandato, si bien se cuestionan los procesos internos respecto a su reelección tiene que quedar en claro que no cumplió su mandato como correspondía”, añadió en diálogo con El Tribuno de Jujuy.

Respecto a cómo se gestó esta situación indicó que hay una cierta cronología previa a lo ocurrido el domingo pasado cuando Evo Morales renuncia a su cargo.
Los comicios en Bolivia se desarrollaron el domingo 20 de octubre y días después con los resultados finales se declaró a Evo Morales como vencedor con el 47,08% de los votos. A partir de esa instancia y con esos resultados “es que la oposición, principalmente la Organización de Estados Americanos que tuvo mucha injerencia en este asunto, y otros países, se manifestaron en pos de la postura de reclamar de que hubo fraude en las elecciones y que llamen a un balotaje. Distintos comunicados emitidos por la OEA mencionaron reiteradamente la posibilidad de la existencia de un fraude electoral”, sostuvo.

Siguió diciendo que entonces “en el marco de días de manifestaciones y de la quita del apoyo por parte del ejército y la policía presentó su renuncia”.
Con el correr de los días, empezaron a surgir manifestaciones en las calles incrementando cada vez más “la escalada de violencia extrema que también es simbólica. El problema surge cuando las fuerzas armadas bolivianas fuerzan la salida de Morales del poder interpretando que el dictamen que la OEA había dado respecto a la necesidad de realizar los comicios nuevamente implicaba el retiro de Morales y no la repetición del acto eleccionario”, manifestó.

Por último, explicó que cada país tiene sus leyes internas para determinar quién será el presidente en casos como estos, “en Bolivia se reunieron los legisladores pero al no tener quorum se terminó autoproclamando como presidenta la senadora Jeanine Áñez que es opositora al régimen de Morales y eso indica que claramente tampoco se siguen mecanismos legales e institucionales respecto a la sucesión”. 

Rol internacional

Es importante destacar también “lo que sucedió con los mecanismos de integración regional en América Latina, venimos de ver algo que se fue desintegrando básicamente con Bolsonaro y Macri que deciden abrirse de la Unasur. El rol de este mecanismo hubiese sido fundamental para la resolución de conflictos como estos”, finalizó.