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Ser un buen alumno en la escuela y en la vida cotidiana

Sabado, 16 de noviembre de 2019 01:03

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Una buena educación es un factor clave para que toda persona se abastezca de herramientas para encarar mejor la vida y te da ciertas garantías de tener un trabajo o más posibilidades de tenerlo. Pero una buena educación nos sirve más para ser buenas personas y ese debería ser el propósito primordial.

Muchos padres y madres se centran en pagarles a sus hijos colegios costosos y piensan que solamente con eso lograrán que ellos sean felices el día de mañana pero se olvidan que mucho más importante es aquella educación que se brinda en el hogar.

Esa que te otorga títulos de buenos ciudadanos y que va de la mano con lo que se aprende en la escuela. Claro está que si en el hogar no enseñan a ser buenas personas a través de los valores, ocurrirá lo contrario y el título no será de un buen ciudadano.

Así surgen las grandes personas, los que aportan en la sociedad y los que miran al costado. Los que sienten empatía, brindan su granito de arena para que el que sufre, deje de hacerlo y tienen una mirada crítica hacia lo que está mal, hacia el egoísmo y la violencia.

Para mí y para un gran sector de la sociedad, los valores tienen que ver con el respeto, la solidaridad, la empatía, la aceptación a lo distinto, la tolerancia, la responsabilidad, entre otros, y creo que cualquier crianza desde esos conceptos será buena aunque puede haber ciertas deformaciones por el contacto con el otro. Con ese otro que no aprendió de pequeño esos valores.

Y uno se pregunta, ¿qué distinta sería la sociedad si todos hubiéramos crecido con esos valores no? Pero bueno, las cosas no son así y hay quienes nunca aprendieron eso desde chicos porque a sus padres tampoco se lo transmitieron. Y me parece que ahí debemos hacer foco, intentar nosotros brindarles a las nuevas generaciones buenas enseñanzas. Y no sólo a los niños que son nuestros hijos, siempre que se pueda, yendo a un comedor o a un merendero, o en las vivencias diarias, debemos dejar enseñanzas.

La educación debería ser garantizada desde el Estado pero lamentablemente eso no ocurre debido a que hay familias que se encuentran en extremas situaciones de vulnerabilidad que descuidan los estudios de los más chicos que al no contar con la contención necesaria abandonan la escuela y se dedican a una vida rodeada de malos hábitos.

Y yendo hacia el otro extremo también nos encontramos con dificultades porque hay familias que se encuentran en buenas condiciones económicas y, como señalé más arriba, se preocupan más por mandarlos a sus hijos a escuelas muy costosas y se olvidan de transmitirles las enseñanzas en el hogar. Encima les exigen que se saquen calificaciones altas, me parece bueno hacerles hincapié en la responsabilidad para que tengan un buen desempeño dentro del ámbito escolar pero no está bueno que se les exija, castigue o que no se los escuche cuando ellos quieren manifestarse.

Las enseñanzas serán más prósperas y tendrán mayor impacto siempre y cuidando sea a partir de, además de palabras, con acciones. Una acción loable y que deja mucho en los que siguen nuestros pasos, es la acción solidaria. La de mirar para el costado y ver el sufrimiento de una persona o de una mascota por ejemplo, o mediante el cuidado del medio ambiente.

Algo que ha tomado mucha fuerza en este último tiempo es la diversidad que existe en las formas de participación en espacios sociales que tienen el fin de buscar igualdad y brindar ayuda al que más necesita. Espacios ideales para que los adultos participemos con nuestros niños y les transmitamos ese ímpetu solidario.

Para concluir quiero animar a los papás y a las mamás a que se replanteen su postura hacia sus hijos cuando les exigen a que sólo tengan buenas calificaciones, y no le brindan la contención y las enseñanzas necesarias en la casa. Que se fijen lo importante que es nutrirlos de valores desde el hogar para que el día de mañana sean buenos trabajadores y también buenos ciudadanos, comprometidos, solidarios, empáticos y que no ejerzan acciones malignas que dañen al otro.

 

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