La empresa centenaria dio por culminada su Zafra 2019. La tradicional Misa de Acción de Gracias de fin de zafra se realizará el jueves 21, a las 19, en la parroquia Nuestra Señora del Rosario.
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La empresa centenaria dio por culminada su Zafra 2019. La tradicional Misa de Acción de Gracias de fin de zafra se realizará el jueves 21, a las 19, en la parroquia Nuestra Señora del Rosario.
La zafra azucarera de Ledesma concluyó el viernes, sin mayores novedades en lo agrícola, pero con inversiones de 12.5 millones de dólares en equipamiento para fábrica y campo.
La producción de azúcar física fue de 317.000 toneladas. Esta cifra es similar a la de 2018.
Desde la empresa informaron que tuvieron una muy buena primavera pero un verano seco, sobre todo en el mes de febrero, esto complicó el desarrollo final del cañaveral sin embargo la producción de caña fue apenas inferior al año pasado.
La producción estimada de alcohol es de 90 millones de litros.
De esta cantidad, 80 millones de litros se destinarán al mercado de Bioetanol.
Ledesma molió más de 3.700.000 toneladas de caña de azúcar: u poco más de 3.000.000 toneladas propias, y 700.000 toneladas de cañeros independientes.
Esto último requirió de gran esfuerzo de parte del área de logística de la compañía y los transportistas, ya que se incorporaron nuevos cañeros, y contribuyendo así a la actividad productiva en toda la provincia de Jujuy.
Desde hace cuatro años, la compañía viene trabajando en la rotación de cultivo de caña con soja este año fueron 1.400 Has, esto ha mejorado la productividad de los lotes plantados.
Además, la incorporación de tecnología de monitoreo y las imágenes con drones permitieron detectar fallas de plantación y malezas en los cultivos de manera temprana.
Los festejos
Cerca del mediodía del viernes, los distintos frentes de cosecha se reunieron en el último surco que quedaba ser cosechado, allí y como suele ocurrir todos los años emprendieron, cada uno en su surco, ésta tarea compartiendo la finalización de la cosecha 2019.
Luego, pasadas las 13.30, los camioneros encargados del transporte de la caña de azúcar hasta los trapiches, daban por iniciado, en caravana, su tradicional pasaje por las calles de la ciudad, casco céntrico y diversos barrios, haciendo sonar sus bocinas de manera constante anunciando y celebrando la culminación de una nueva zafra.
La gente se apostó en las veredas para ver el paso de los mismos, saludarlos y celebrar junto a ellos el final de una nueva zafra.