Es habitual en la entrada de los boliches, que haya gente de seguridad evaluando a quien dejan entrar, pero es la primera vez que discriminan a un gaucho. La selección que realizan los llamados “patovicas” suele provocar disgusto en quienes quieren ingresar al local bailable, y muchas veces termina en peleas, que han llegado ea extremos de violencia.
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Es habitual en la entrada de los boliches, que haya gente de seguridad evaluando a quien dejan entrar, pero es la primera vez que discriminan a un gaucho. La selección que realizan los llamados “patovicas” suele provocar disgusto en quienes quieren ingresar al local bailable, y muchas veces termina en peleas, que han llegado ea extremos de violencia.
Pero no se había registrado hasta ahora que impidieran el paso a una persona, por estar vestida de gaucho. Esto sucedió en un boliche de San Carlos, en Mendoza, y se difundió a través de las redes sociales, haciéndose rápidamente viral. La noticia conmocionó a la gente de la zona, que conoce el establecimiento, y al viralizarse también impactó a los usuarios, que se solidarizaron con el muchacho y repudiaron la actitud del boliche.
Javier Salinas había salido con un grupo de amigos. “Quisimos compartir un trago en un boliche en La Consulta y nos echaron como un perro por ir vestimos como gauchos”, explica el hombre, interrogado por un periodista en el video. Allí el gaucho detalló cómo le fue negada la entrada al local por la indumentaria que llevaba. Al intentar ingresar, el personal que cobraba la entrada le dijo que “no podía ingresar” por la vestimenta.
“Iba con un grupo de amigos. Dos personas, mi compañero y yo, vestidos de gauchos, a los dos nos dijeron: todos los demás pueden pasar, ustedes, afuera, echados como un perro”, explica indignado. “Lo estoy haciendo publico porque esto es algo nuestro, lo tenemos que sentir, no andamos disfrazados”, agregó Salinas.
Los dueños del local argumentaron que el personal de la entrada tiene la obligación de prohibir la entrada a la gente alcoholizada, pero Salinas se defiende explicando que hay decenas de testigos que pueden afirmar que sólo los echaron por la vestimenta de gaucho. El atuendo de gaucho respondía a que venían de una cena en La Celia, donde más de 60 personas fueron ataviados de manera típica gauchesca