De gran nobleza, mansedumbre y distinguido temperamento, los caballos son seres magníficos para la socialización y la interacción con las personas, siendo uno de los animales de compañía preferidos para terapias asistidas.
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De gran nobleza, mansedumbre y distinguido temperamento, los caballos son seres magníficos para la socialización y la interacción con las personas, siendo uno de los animales de compañía preferidos para terapias asistidas.
Y es que por sus características, en la interacción con las personas son ideales para aumentar la motivación, corregir conductas y estimular los sentidos.
La Fundación Jujeña de Equinoterapia realiza terapia asistida con caballos buscando mejorar la calidad de vida de quienes acceden a esta propuesta. Actualmente cuenta con cinco caballos especialmente preparados para esta actividad. "Para nosotros el caballo es un mediador, un instrumento para abordar distintos tipos de discapacidades y patologías y para eso los seleccionamos de acuerdo a sus características y las de los pacientes" explicó Josefina Pardo de Figueroa, presidente de la institución.
Aclaró que el caballo es ideal para esta actividad tanto por sus bondades físicas como emocionales. El calor corporal del animal, su marcha que transmite impulsos rítmicos a quien lo monta, como el movimiento tridimensional que proporciona, muy similar al paso del hombre, son los aspectos físicos que benefician a quien practica la terapia. En lo emocional el caballo es un animal muy noble y perceptivo, y las personas crean rápidamente vínculos afectivos con ellos. La interacción con estos animales impacta directamente en la seguridad, la autoestima, la confianza, e impulsa la autonomía de la persona.
"Los caballos son un espejo de nuestras emociones; si uno se acerca ellos presienten el estado de animo de la persona y actúan en consecuencia, por eso según el momento asignamos un caballo a cada paciente" explicó la titular de la fundación.
Una mutua elección
El staff de caballos de la fundación está integrado por "Aurora", "Petunia", "Copo", "Malumo" y "Xibi-Xibi". La afinidad que logran con los pacientes es magnífica y se traduce en una elección mutua. "Cada paciente tiene más afinidad con algún caballo que con otro, pero definitivamente que los caballos también los eligen. Xibi-Xibi, que es nuestro caballo más grande de tamaño tiene una afinidad impresionante con los niños chiquitos, una mansedumbre que asombra, lo mismo que las yeguas. Definitivamente que las personas eligen a los caballos pero ellos también nos eligen a nosotros" concluyó Pardo de Figueroa.
Higiene, alimentació y cuidado sanitario
Como todo animal, los caballos de la Fundación Jujeña de Equinoterapia reciben especial cuidado veterinario, una optima alimentación, cepillado, herraje o desvasado, según la actividad. “Estamos muy atentos a sus necesidades; hay días que los caballos o las yeguas no están aptas para hacer la sesión, entonces tratamos de cuidarlos desde ese aspecto porque son animales y hay que cuidarlos y respetarlos”, dijo.
Destacó que el cuidado especial que se les proporciona también tiene que ver con la avanzada edad que tienen. “Llega una edad en la que los caballos se tienen que jubilar; después de los 20 o 22 años muchos ya necesitan descansar, a los chicos les cuesta desprenderse pero se tiene que ir al campo”.