"Por una Latinoamérica sin fascismo, racismo ni misoginia" fue la consigna elegida por una gran cantidad de organizaciones feministas jujeñas que realizaron, como todos los años, la marcha por el Día Internacional de la Erradicación de la Violencia Hacia las Mujeres.
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"Por una Latinoamérica sin fascismo, racismo ni misoginia" fue la consigna elegida por una gran cantidad de organizaciones feministas jujeñas que realizaron, como todos los años, la marcha por el Día Internacional de la Erradicación de la Violencia Hacia las Mujeres.
Participó una gran cantidad de mujeres y hombres que conformó una columna que colmó aproximadamente 10 cuadras, que recorrió el casco céntrico pidiendo igualdad de género y medidas concretas para poner fin a la violencia hacia las mujeres. La marcha partió desde la Casa de Gobierno para hacer un alto en calle Urquiza frente al Ministerio Público de la Acusación, para pedir Justicia por una joven víctima de femicidio, y en calle Sarmiento frente a las oficinas de la Secretaria de Paridad de Género del Ministerio de Desarrollo Humano donde pidieron la declaración de emergencia por violencia de género y más presupuesto para las políticas públicas.
Tuvieron un gran protagonismo las organizaciones feministas de pueblos originarios y la Asociación Boliviana, que exigieron el respeto a la bandera Whipala y a la mujeres de pollera, en referencia a la discriminación que sufren en estos días por parte de las autoridades de transición que hay en Bolivia tras el golpe de Estado contra el expresidente Evo Morales.
Para concluir, la marcha las organizaciones participantes se reunieron frente a Casa de Gobierno donde izaron en el mismo mástil, debajo de la Bandera nacional, una bandera Whipala. En ese momento se generó un enfrentamiento con efectivos de la Policía provincial que pretendían bajarla por la fuerza, a lo que las mujeres respondieron haciendo una ronda al pie del mástil impidiéndolo. Pasada la concentración, la bandera Whipala fue arriada sin mayores inconvenientes.
Uno de los mensajes que más se repitió en la marcha fue "las mujeres se respetan" y "la Whipala se respeta" en clara alusión al rechazo a la discriminación hacia los pueblos originarios de toda Latinoamérica. A lo largo de la columna de manifestantes, junto con los pañuelos morados que simbolizan la lucha en contra de todo tipo de maltrato hacia las mujeres, flameó la bandera multicolor de los pueblos originarios, uniéndose a la consigna de una sociedad sin discriminación.
Somos un sindicato conformado por más de un 80 por ciento de mujeres y por eso no podemos estar ajenas a una marcha que lucha por la mujer que no se calla, por la mujer que defiende sus derechos. También pedimos paritarias, queremos estar en las mesas de negociaciones y ser parte de esa discusión que nos afecta a todas.
Desde la Multisectorial de la Mujer acompañamos a padres y madres que piden Justicia, pero sobre todo pedimos medidas desde el Estado que ayuden a salvar muchas mujeres. Pedimos un Estado presente y un presupuesto para sostener políticas que garanticen la igualdad y el cese de la violencia hacia las mujeres.