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"La situación en Bolivia puede tener implicancias en nuestra provincia"

Es licenciado en Comunicación Social y analista internacional, además de director de la Academia del Pensamiento Estratégico (APE), referente de la OLA, una fuerza política.Realizó un Conversatorio "Golpe de Estado en Bolivia y perspectivas regionales" en la Facultad de Humanidades y Ciencias Sociales, junto al rector de la Unju, Rodolfo Tecchi.
Viernes, 29 de noviembre de 2019 01:04

-¿Qué está pasando en Bolivia?

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-¿Qué está pasando en Bolivia?

-Desde hace aproximadamente un mes se ha desarrollado un Golpe de Estado, que no está limitado únicamente a los hechos de los últimos treinta días, sino que ha tenido una preparación y un desarrollo, donde incluso, hubo articulaciones con sectores extranjeros. Se trata de algo que viene promoviendo Norteamérica y sus aliados, donde se plantean dos escenarios muy marcados: por un lado un lugar del mundo donde hay claramente un ordenamiento, y por otro, un lugar del mundo donde se desarrolla exclusivamente el caos. A partir de esa división política territorial de los estados nacionales que se promueven desde las principales potencias, lo que vemos que sucede en Bolivia es que se avanza con la fragmentación de la sociedad, exacerbando todos aquellos elementos culturales.

-¿Por qué habla de un Golpe de Estado?

-Porque el desarrollo de lo que está pasando y que se ha efectivizado en Bolivia responde a varios elementos. Por un lado lo que se menciona como el triángulo del litio, que comprende territorio boliviano, chileno y argentino. Y por otro, una guerra de tipo económica, con la instalación de los principales grupos económicos. Con este Golpe, lo que se está promoviendo y que vemos claramente en el desarrollo del racismo, fascismo y enfrentamiento entre sectores sociales y civiles de la sociedad, vienen mostrando algo que también hemos visto en lo que se conoció como la "Primavera árabe" en Oriente Medio, y que con sus condimentos particulares también empieza a visualizarse en Europa.

También vemos que hay una partición de las sociedades nacionales, no solo con respecto a intereses económicos que están estrechamente ligados a los sectores financieros internacionales, sino también un desarrollo de división de las sociedades nacionales que permite precisamente a las principales potencias fragmentar los estados-nación.

-¿La llegada de Trump al gobierno agravó la situación en Latinoamérica?

-Trump plantea una política de mayor restricción con respecto a lo que hace a la frontera para adentro de Norteamérica, y eso en un país dependiente tendría implicancias, pero en un país que promueve el dominio global genera que, en gran medida, todo lo que está afuera de la frontera de Norteamérica sea digitado para ordenar ese mundo o promover ese caos a partir de los intereses que Estados Unidos expresa.

En el caso de Trump, incluso entre las diferenciaciones que se puedan hacer entre demócratas o republicanos, la base de sustento de Estados Unidos, como organizador de esa sociedad mundial, sigue siendo exactamente lo mismo.

Hoy no estamos hablando solamente de guerras o conflictos que promueven meramente intereses económicos y financieros, sino que también hay una participación de la sociedad por promover una nueva forma de manejar las sociedades desde modelos civilizatorios que se empiezan a instalar como paradigmas frente a los que se está tratando de reorganizar mundialmente.

-¿Cuál es el papel de la prensa y las redes sociales en estos conflictos?

-No es menor, en una sociedad globalizada y donde los medios de comunicación construyen hegemonías y están estrechamente vinculados y relacionados a redes mundiales que manejan, desarrollan, reproducen o anulan información. Por ejemplo, el rol que en esta época juega un periodista potenciado al máximo a través del rol que tiene en las redes sociales, y las redes sociales precisamente, pertenecen exclusivamente a grandes grupos económicos que son los que determinan qué circula en esas redes.

-¿Hasta qué punto puede llegar el conflicto en Bolivia y cuál sería la solución?

-Cuando hablamos del "Triángulo de Litio" y mencionamos a Chile, Argentina y Bolivia, estamos hablando de que la región sudamericana puede ser afectada a partir de cómo se desarrollan los intereses de aquellos sectores de poder que promovieron el Golpe, que financiaron y prepararon, incluso puede llevar a quienes hoy aparecen como actores nativos bolivianos fundamentales de este golpe puedan ser desplazados, apareciendo otros actores.

Esto se puede ver con lo que sucedió en el desarrollo del conflicto que fue promovido en Oriente Medio, a través de las "Primaveras árabes", lo que significó el desarrollo, a lo largo de ocho años, de un conflicto, primero instalado internamente con grupos opositores rebeldes financiados en la Siria de Bashar al Assad y lo vemos en el desarrollo de lo que sucede en Venezuela con Nicolás Maduro, en sectores donde desde la oposición promovieron claramente una referencia que hoy se centraliza en Guaidó.

Tanto en Siria como en Venezuela, se han podido generar a través de, en el caso de Siria, un proceso constituyente, y en Venezuela un llamado a la unidad nacional, las fuerzas patrióticas opositoras han podido generar condiciones y consensos a través de decisiones de los mandatarios, que permitan que esa oposición en desarrollo quede medio relegada de poder digitar las definiciones fundamentales en esos procesos, que también promovían golpe y destitución de los presidentes.

En la medida que estos procesos son abordados y reducidos desde grandes frentes o conglomeraciones nacionales de carácter patriótico vinculado a los principales intereses de las naciones, se puede limitar el accionar de grupos extranjeros y de la promoción de modelos o propuesta civilizatorias fronteras adentro.

-¿Este Golpe de Estado que describe usted, podría tener impacto directo en Jujuy?

-La situación en Bolivia puede tener implicancias en nuestra provincia, de hecho, lo está teniendo, sobre todo en la reacción de una buena parte de la ciudadanía, que se solidariza y acompaña a los bolivianos. Además tenemos un cruce fronterizo que nos mantiene al pendiente de lo que sucede.

Hay que evitar de todas maneras posible que este conflicto, que han instalado las principales potencias, avance en una cuestión de apropiarse del este "Triángulo de Litio" que está en nuestro país. Si esto se da, vamos a tener una situación muy complicada porque estamos hablando de atención sanitaria de gran envergadura, persecuciones políticas, desarrollos de esquemas represivos que no van a respetar fronteras nacionales, y donde esta digitación que hoy se hace desde el exterior puede llegar a que incluso fuerzas extranjeras intervengan en nuestro territorio nacional y esto sería de suma gravedad.