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La singular experiencia de Luis Alberto Sánchez

Formó parte del elenco de la compañía suiza Balor, y como solista participó del Festival Charleville Merzier en Francia.El actor y marionetista que reside en la ciudad de Tilcara desde hace cinco años, habló con El Tribuno de Jujuy.
Lunes, 04 de noviembre de 2019 01:04

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TILCARA. A nadie le es ajena la magia de las marionetas. Cruzarse con las de Lucho, ya sea en la plaza de Tilcara o en una de Charleville (Francia), la patria chica de Arthur Rimbaud, despierta la fascinación de ver brotar la vida de una hechura humana junto a la terrible ternura de sus emociones. "Me llamo Luis Alberto Sánchez", nos dice ya de regreso de su gira por Europa, "y soy actor y marionetista".

Nacido en Necochea, hace cinco años vive en Tilcara y "lo que hago es teatro popular", nos explica. "Rescato la cultura de los juglares, algo que viene desde el medioevo cuando los artistas callejeros eran perseguidos y hacían marionetas porque no se podían interpretar los misterios bíblicos. Por eso marionnette viene de María".

Resume que "mi teatro es popular y callejero, llegar a todo el público sin distinción. El sombrero es una entrada, el que puede pagarlo lo paga, y el que no, también puede disfrutar. Este año tuve la oportunidad de hacer una gira por Suiza y Francia, y tuve la suerte de integrarme a una compañía de espectáculos callejeros que se llama Balor, de la Chaux-de-Fonds en el cantón Neuchâtel (Suiza)".

Nos cuenta que "es una región típicamente de relojeros, y muchos artistas combinaron la escultura con mecánica para lograr objetos que se movían. Es una tradición, y las compañías que hay mezclan el teatro con artilugios mecánicos. La compañía Balor tiene un espectáculo que se llama "Bicimáquina", y el argumento gira en torno a un universo apocalíptico en el que los personajes migran para buscarse un futuro, pero la tecnología había quedado obsoleta y debían volver a la tracción a sangre".

LUIS ALBERTO SÁNCHEZ / EL ACTOR Y MARIONETISTA HABLÓ CON EL TRIBUNO DE JUJUY.

A Lucho le tocó "uno que hacía funcionar un tocadiscos reemplazando a un chico de Polonia que dejaba el papel vacante. El polaco era un excarcelero de Siberia, a mí me inventaron un exdictador sudamericano devenido a DJ, incorporando mis marionetas. Todo sucedía al mismo tiempo en una glorieta que se montaba con distintas máquinas, y con ese espectáculo participamos de la inauguración del festival Plage de la Six Pompe".

De allí "nos fuimos a Vevey, a un festival que se realiza cada veinticinco años para la fiesta de la vendimia. Se supone que, en una vida, no vas a poder participar más de tres veces con mucha suerte. De ahí seguí de solista con las marionetas por Avignon, Marsella y pueblitos muy pequeños, siempre con el mismo espectáculo que pongo acá en la plaza de Tilcara".

Entonces fue a Charleville, al Festival Mundial de las Marionetas. "Es la meca del teatro de marionetas, del 20 al 29 de septiembre", nos explica. "En el Festival Charleville Merzier hay espectáculos por todos lados, en escenarios, en plazas. Fue una experiencia muy enriquecedora estar en un país ajeno, muchísimos más kilómetros de los que jamás pensé que pudiera hacer con esto de las marionetas".

Reconoce que "el espectáculo funcionó muy bien. Hay un personaje, el Borrachito, que canta una canción de creole, un idioma de las colonias francesas en el Caribe, y la gente la cantaba. Pasa lo mismo que acá, que los chicos la cantan, y eso también me pasó en Brasil, la gente reacciona de la misma manera. Uno tiene el temor de ir a un lugar con una cultura distinta, y no sabe si va a funcionar".

EN SUIZA / LOS INTEGRANTES DE LA COMPAÑÍA BALOR DE LA CHAUX-DE-FONDS EN EL CANTÓN NEUCHÂTEL

Explica que "es la sensibilidad del artista que llega a la sensibilidad de la gente. Son personajes muy simples, muy tiernos. Hay un viejito que saca una pequeña marioneta de su pequeña cajita, y eso genera emociones universales. Y volví con una locura creativa, escribí muchas ideas. Vi que la gente es muy generosa con el espectáculo callejero, que se exige porque hay mucho pero que te lo agradecen. Nadie me prohibió nada. Frente a una casa muy antigua, en Francia, sale la dueña y pensé que me iba a echar, pero era para decirme que le dijera cualquier cosa que necesitara".

En el festival Charleville Merzier "había infinidad de espectáculos que no alcanzás a ver. Mil elencos de los cuales setecientos eran franceses, desde la vanguardia de la experimentación hasta lo clásico, los puppets hasta reciclaje de objetos, teatro de sombras, marionetas gigantes de tres pisos. Eso me puso más autoexigente, y ahora traje la idea de hacer mandos más complejos, con movimientos de ojos, gestos faciales".

Con doce años de marionetista, y "aunque es difícil vivir del arte", adelantó que está escribiendo un manual, "con dibujos propios, para sistematizar el conocimiento de cómo construir y manejar una marioneta. Y el 15 de noviembre voy a dar la primera función después del viaje, a las 11 en el Comedor Nutricional de Tilcara, en el marco del Teatro en los Barrios de la Red de Grupos de Teatro Independiente", anunció para concluir.