En un acto de profunda solidaridad, cinco jujeños, integrantes del Jujuy Andino Club de montaña, apenas tomaron conocimiento de que un joven estaba extraviado en el volcán Tuzgle, ubicado en Susques, partieron presurosos para sumarse a la búsqueda. Al llegar, fueron informados que minutos antes, el muchacho había sido encontrado y que ya se habían tomado los recaudos para su traslado a un centro asistencial.
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En un acto de profunda solidaridad, cinco jujeños, integrantes del Jujuy Andino Club de montaña, apenas tomaron conocimiento de que un joven estaba extraviado en el volcán Tuzgle, ubicado en Susques, partieron presurosos para sumarse a la búsqueda. Al llegar, fueron informados que minutos antes, el muchacho había sido encontrado y que ya se habían tomado los recaudos para su traslado a un centro asistencial.
Los cinco jujeños, dos capitalinos, un sampedreño, una carmense y un humahuaqueño, levantaron su mirada hacia el imponente volcán Tuzgle y emprendieron la mágica y mística aventura de escalarlo. Y hacia allá partieron Héctor Rubén Peña Mendoza, miembro del Ejército argentino y actual presidente del Jujuy Andino, Club de montaña, Hugo Orlando Martínez, docente, oriundo de Humahuaca, Patricia Mabel Caba de ciudad de el Carmen, Luis Javier Burgos, comerciante de San Salvador de Jujuy y Eduardo Martínez, profesional de San Pedro de Jujuy.
En diálogo con El Tribuno de Jujuy, Eduardo Martínez, sostuvo que se armó una comisión de cinco personas para ir a colaborar con el rescate del joven que estaba extraviado en el volcán y a bordo de una camioneta, debidamente equipada, perteneciente al presidente del club, se dirigieron al lugar y arribaron a Puesto Sey en cuatro horas.
“Uno conoce la delgada línea que hay entre la vida y la muerte en un terreno así, más sabiendo que el muchacho estaba con una camiseta térmica y un rompe viento, a Dios gracias, no estaba haciendo frío. Si nos ponemos a pensar por un segundo que, soy yo quien está en esa situación, por una circunstancia particular, nos gustaría saber que hay gente que va a ir desinteresadamente a buscarme. Ese es el sentimiento que nos motiva a dejar todo lo que estamos haciendo y salir corriendo”, expresó.
Explicó que el muchacho es hijo del director de la escuela del pueblo y creen que en realidad no se extravió sino que perdió el conocimiento al encontrarse con un puma, porque a esa altura, entre el susto, la exigencia física por huir del animal, perdió el conocimiento y estuvo varias horas inconsciente. “Lo encontró la gente de la zona y la policía. Cuando llegamos ya estaba en la sala de primeros auxilios, estaban revisándolo antes de trasladarlo a Susques. Gracias a Dios fue sólo un susto”, sostuvo tras apuntar que como el muchacho ya estaba sano y salvo, decidieron ascender al volcán.
Emprendieron la osada aventura, por la ladera este del volcán hasta los 3.800 m. y luego comenzaron a caminar hasta llegar a los 5.530 m. Sin lugar a dudas, hizo falta mucha fuerza de voluntad para subir, y resulta casi imposible describir lo que se siente, porque hace falta estar allí para poder expresarlo.
“Uno se siente inmensamente pequeño, se siente nada, el ego se esfuma, uno se siente parte del todo y comprende que el todo forma parte de uno. Es mágico, creo que habría que estimular a la gente que haga montañismo, porque la montaña es como la vida, porque si en la vida se tiene un sueño y no se pone empeño no alcanzamos ninguno. Para alcanzarlo, debemos ponerle empeño, fuerza de voluntad. A veces la vida te pone piedra y arena como en la montaña y uno cuando se siente abatido, tiene que descansar dos segundos y seguir. Cada paso que damos nos acerca a la cumbre y estar en la cumbre es sublime”, dijo el profesional sampedreño.