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Su espíritu viajero lo llevó de La Quiaca a Alemania

Aldo Avelino vive en la ciudad de Colonia junto a su novia Katharina, con quien se convirtió en papá de la pequeña Alma
Domingo, 01 de diciembre de 2019 01:01

Aldo Avelino, de 31 años de edad, es de La Quiaca, lugar que desde muy chico le generó implacables ganas de salir del país y recorrer América Latina.

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Aldo Avelino, de 31 años de edad, es de La Quiaca, lugar que desde muy chico le generó implacables ganas de salir del país y recorrer América Latina.

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"La Quiaca siempre fue un lugar por el que siempre pasaron todos los viajeros, y fue de esa manera que me surgieron las ganas y el impulso de salir a conocer", contó el jujeño.

CEREZOS EN FLOR / CAMINANDO POR LA CIUDAD DE BONN DURANTE EL VERANO.

Con 27 años, el viaje empezó por México, lugar en el que permaneció durante dos años, puntualmente en Playa del Carmen.

Siguiendo su espíritu aventurero y tras haber conocido a su novia alemana Katharina y madre de su pequeña hija, Aldo decidió trasladarse a Colonia, lugar en el que a diferencia de México, le costó un poco más adaptarse. "Aquí lo estoy sufriendo un poquito más", dijo. Es que Alemania no se caracteriza principalmente por sus ciudadanos afectuosos y cordiales, sino que "te tienen que conocer primero para recién poder abrirse y tomar confianza con uno". Para su suerte este proceso de inserción en este nuevo país resultó mucho más ameno gracias a que Katharina es ciudadana alemana y lo apoya de forma incondicional.

INSEPARABLES / DISFRUTANDO DE LOS PASEOS EN FAMILIA POR LAS CALLES DE SU BARRIO.

Pero lo que sí se le complicó bastante al jujeño es el idioma. "Ahora estoy aprendiendo el idioma para poder integrarme pero me comunico más con un poco de inglés y así voy zafando". Sin embargo dijo que pese a que no es nada fácil de aprender el alemán "una vez que se está en el país y escuchás el idioma en todo momento, se hace un poco más familiar y más fácil de aprender".

Con todo esto de la adaptación a un nuevo país el jujeño recordó con un tinte de melancolía a todas aquellas amistades que hizo durante sus días de viaje, "personas increíbles e incondicionales", con las que a través de las redes sociales y casi a diario se comunica para presumirles a su pequeña hija y contarles todo sobre ese pequeño gran tesoro que tiene por nombre Alma.

Por eso y con motivos más que suficientes está entre sus planes quedarse a vivir en Alemania, razón por la cual el Gobierno le exige realizar un curso de integración por el que debe aprender el idioma y conocer sobre su funcionamiento político y legal.

ALMA / LA NUEVA INTEGRANTE DE LA FAMILIA.

A diferencia de Argentina, Aldo Avelino destacó de Colonia que allí los niños de hasta 10 años de edad pueden caminar por la noches sin compañía de un adulto, también destacó el estricto cumplimiento de lo que denominamos educación vial tanto por parte de los automovilistas como de los peatones. "Situaciones a las que yo no estaba tan acostumbrado", contó.

Extrañando comiditas jujeñas

Pese a estar incursionando por el vegetarianismo incentivado por Katharina, el quiaqueño contó que extraña varios platos jujeños. "Extraño los tamales, las empanadas, extraño de todo un poco. Y ni hablar del Carnaval, que aquí también se festeja pero diferente, aquí la gente se puede disfrazar de lo que quiera y se empieza a tomar desde las 9", comentó. Afortunadamente allí logra conseguir yerba, aunque a 8 euros el paquete (más de $500), el gusto no se lo quita nadie.