Una compleja investigación realizada por el Ministerio Público de la Acusación culminó con la condena de un hombre, efectivo del Servicio Penitenciario, acusado de abusar sexualmente de una niña. Tras culminar el debate, el pasado miércoles el Tribunal en lo Criminal Nº 3 condenó a H.C.E. a la pena de 13 años de prisión por encontrarlo penalmente responsable de los delitos de "abuso sexual con acceso carnal calificado por haber sido cometido contra una niña, aprovechando la situación de convivencia preexistente con la misma, reiterado, todo en concurso real".
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Una compleja investigación realizada por el Ministerio Público de la Acusación culminó con la condena de un hombre, efectivo del Servicio Penitenciario, acusado de abusar sexualmente de una niña. Tras culminar el debate, el pasado miércoles el Tribunal en lo Criminal Nº 3 condenó a H.C.E. a la pena de 13 años de prisión por encontrarlo penalmente responsable de los delitos de "abuso sexual con acceso carnal calificado por haber sido cometido contra una niña, aprovechando la situación de convivencia preexistente con la misma, reiterado, todo en concurso real".
La Investigación Penal Preparatoria (IPP) dio inicio en el año 2017, por la denuncia de los reiterados abusos sexuales que sufrió una niña por al menos 5 años.
El encargado de la IPP fue el entonces fiscal de Investigación Penal Nº 5, actual titular de la Unidad Fiscal Especializada en Delitos Graves Contra la Propiedad, Alejandro Maldonado.
La solicitud de citación a juicio del expediente fue realizada en abril del 2018 y llegó con un único imputado, H.C.E., acusado de ser el presunto autor del delito de "abuso sexual con acceso carnal calificado por haber sido cometido contra una niña de 13 años, aprovechando la situación de convivencia preexistente con la misma, reiterado, todo en concurso real-Palpalá".
Según quedó acreditado en la investigación, el empleado penitenciario, allegado a la familia de la menor víctima, aprovechaba cuando la niña visitaba o dormía en la casa de su abuela, lugar donde también él residía, para concretar los vejámenes, que fueron en el período comprendido entre el año 2011 y 2016.
Además de abusarla, la amenazaba para evitar que contará su padecimiento.
Durante el desarrollo de la Instrucción Penal Preparatoria, el acusado, hoy condenado, se abstuvo de prestar declaración.
Entre las pruebas reunidas durante la investigación se encontraron la denuncia de la asesora pedagógica de un establecimiento educativo, a la cual la víctima le contó sobre los abusos. La denuncia de la madre de la víctima, diversos informes, numerosas declaraciones testimoniales, y en cámara Gesell.
El conjunto de pruebas fueron las bases para que el fiscal mantuviera la imputación y solicitará la condena de 18 años de prisión contra el agente penitenciario.