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Poner el cuerpo por la igualdad de género

Artistas destacaron la decisión libre de encarar una intervención urbana colectiva en contra de las violaciones.
Viernes, 13 de diciembre de 2019 01:03

Artistas locales nos permiten comprender el proceso en el que las mujeres se involucran en la lucha colectiva en contra de la violencia sexual a través de la intervención urbana "Un violador en tu camino".

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Artistas locales nos permiten comprender el proceso en el que las mujeres se involucran en la lucha colectiva en contra de la violencia sexual a través de la intervención urbana "Un violador en tu camino".

En nuestra provincia se realizaron dos intervenciones urbanas en contra de la violación, una de ellas fue en la ciudad capital frente a Casa de Gobierno y otra en la localidad de Tilcara en el Pucará. En el mundo agrupaciones feministas se apropiaron de la propuesta chilena y le pusieron el cuerpo para decir basta de abuso sexual hacia las mujeres y demandar al Estado medidas que garanticen la igualdad de género.

Dialogamos con Eugenia Mur, cantora feminista, y Renata Kulemeyer, docente de arte, dramaturga y militante feminista que en cada marcha aporta una performance que invita a pensar sobre el tema.

Existen muchas maneras de exponer el cuerpo con objetivos políticos y las mujeres lo han hecho desde hace mucho tiempo, como las sufragistas inglesas que se encadenaban al Parlamento y que también resistían huelgas de hambre, reprimidas violentamente.

En los últimos días hemos visto cómo millones de mujeres en el mundo le han puesto el cuerpo a la intervención urbana creada por las artistas feministas chilenas denominada "Un violador en tu camino". En los pueblos pequeños y las ciudades más grandes del mundo mujeres feministas se autoconvocaron para poner sus cuerpos en la lucha en contra del abuso sexual. Fue tal el impacto de la coreografía de Las Tesis en la sociedad que incluso surgieron algunas reacciones de quienes se oponen a la erradicación de la violencia sexual hacia las mujeres a través de burlas o críticas sesgadas.

Sin embargo, esta propuesta que surge ante la necesidad de protestar públicamente en contra de los abusos que sufrieron las mujeres chilenas detenidas en las protestas sociales, permite repensar este lenguaje y esta forma de lucha contra las desigualdades apelando a propuestas artísticas, intervenciones urbanas de participación colectiva que proponen una transformación social hacia la paridad de género.

Los autores Sassan-Levy y Rapaport (2003), analizan que "existen dos maneras de pensar al cuerpo y los movimientos sociales. El cuerpo como principal causa de protesta social, como los reclamos que tienen que ver con la violencia hacia las mujeres y el derecho al aborto, por ejemplo. Pero también el cuerpo puede ser usado como vehículo de protesta social y política, incluso "Poner el cuerpo" en las calles cuando el tema de protesta no es el cuerpo, sino que el cuerpo es el mensaje".

En este caso, se dan las dos opciones, porque la protesta de erradicación de la violencia sexual se ha ido corporizando cada vez más, tanto en sus reclamos, que hacen a la sexualidad y al derecho al aborto, pero también como cuerpos que se expresan ante quienes niegan esos derechos como portadores potenciales de un mensaje disruptivo, desestabilizador y transformador.

En este sentido, Eugenia Mur y Renata Kulemeyer coincidieron en destacar como avance la vivencia libre del propio cuerpo en las mujeres.

"Le vengo poniendo la voz a la lucha por la igualdad de género y la erradicación de la violencia hace mucho tiempo pero fui comprendiendo que era necesario ponerle el cuerpo en las calles, en los espacios públicos, en las marchas y en todos los espacios de expresión y lo que pasó con esta intervención es darnos la oportunidad a todas las mujeres de expresarnos a través del arte, porque tienen un guion y un mensaje pensado por una colectiva feminista de Chile para poder visibilizar lo que nos está pasando", indicó Mur.

La cantora indicó que esta intervención cobró mucho más sentido teniendo en cuenta que no estuvo hecha sólo por artistas sino por todas las mujeres de Jujuy que luchan desde diferentes aristas por el cambio de esta sociedad "estabamos todas hermanadas y unidas en torno al mensaje de erradicar las violaciones".

Una construcción colectiva valiosa

RENATA KULEMEYER / PARTICIPÓ CON UNA PERFOMANCE EN LA MARCHA NI UNA MENOS.

Renata Kulemeyer, quien es docente de arte, dramaturga y realiza performances en las intervenciones feministas indicó que las intervenciones urbanas forman parte de una construcción colectiva valiosa en contra de un fenómeno mundial en donde recrudece la violencia hacia las mujeres. “Las mujeres estamos empezando a repensarnos y repensar nuestro rol en la sociedad”. 

Lo más importante es destacar “la acción colectiva (artística, educativa, sociopolítica, etc.), el armado de redes donde vincularnos, sostener y transformarnos y abandonar la creencia de que los cambios por hacer en relación a la violencia de género es sólo un asunto de mujeres”.

Señaló que las intervenciones se deben analizar teniendo en cuenta que “vivimos en el S XXI, en una provincia con profundas desigualdades de clase, desigualdades que inciden y profundizan la violencia de género, orientada muchas veces hacia las mujeres e integrantes del colectivo Lgttby, que se encarniza con quienes padecen situaciones de exclusión, los "caídos del sistema’: migrantes, campesinos, pobres, subalimentados, subeducados, desempleados; privados de muchos de los derechos que muches pudimos recibir. Creo que también hay que trabajar en el interior de la familia y en el sistema educativo y repensar cómo recibimos y escuchamos a las niñas”.

El poder de transformar

EUGENIA MUR, ARTISTA

Eugenia Mur, cantora militante feminista, indicó que poner el cuerpo significa “saber que tenemos un cuerpo y que podemos decidir sobre nuestro cuerpo y que en este proceso de construcción en algún momento se elige poner el cuerpo en la causa. Hice algún tiempo una intervención que se denominó "Mi causa es mi hogar’, que impulsaba a reflexionar sobre este punto.

Saber que mi causa es aquello por lo que estoy luchando y que eso significa en primera instancia ser consciente de mi propio cuerpo que muchas veces el sistema nos enajena de nuestro propio cuerpo, porque hay cláusulas o normas de la sociedad que implican que nos adaptemos a ellas incluso sobre lo que hacemos con nuestros cuerpos. Este nuevo cuerpo proclama la emancipación de nuestros cuerpos y que nos habitemos íntegramente”. 

Eugenia recordó una estrofa de una canción de autoría que resume su visión: “Mi causa es este hogar, es cuerpo y es decisión, tan mía soy, un poco de todas, semilla, raíz, el tallo y la flor... Allí está mi poder de transformar, allí está mi posibilidad”.