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Prisión perpetua para el femicida de Angelina Cayo

Reynaldo Ceferino Martínez deberá cumplir la pena máxima luego de ser hallado responsable del asesinato de su mujer.

Martes, 17 de diciembre de 2019 01:00

"Ese día que pasaron las cosas, ella estaba como loca; ahora que se fue yo necesito ver a mis hijos porque los quiero mucho", dijo el imputado Reynaldo Martínez haciendo sobrados intentos por llorar o desmayarse cuando el Tribunal en lo Criminal Nº 2 le concedió la última palabra, antes de pasar a deliberar qué pena pesaría sobre él, refiriéndose al crimen de su mujer.

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"Ese día que pasaron las cosas, ella estaba como loca; ahora que se fue yo necesito ver a mis hijos porque los quiero mucho", dijo el imputado Reynaldo Martínez haciendo sobrados intentos por llorar o desmayarse cuando el Tribunal en lo Criminal Nº 2 le concedió la última palabra, antes de pasar a deliberar qué pena pesaría sobre él, refiriéndose al crimen de su mujer.

"Aldo" Martínez fue condenado a prisión perpetua luego de haber quedado acreditado que estranguló a su mujer Angelina Beatríz Cayo luego de propinarle una feroz golpiza en un cuarto de la casa de su madre, donde vivían, en el barrio 22 de Diciembre de San Cayetano.

La parte dispositiva del fallo se leyó en la jornada de ayer a media mañana ante una sala repleta, donde el Tribunal presidido por el juez Luis Kamada resolvió que sobre el imputado pese la pena máxima que establece nuestro Código Penal.

El fiscal de Cámara habilitado Diego Cussel había solicitado prisión perpetua luego de manifestar que Martínez no sólo atacó a golpes y mató su mujer por celos, sino que además filmó el cuerpo que había encerrado en un cuarto, le tomó fotos con su teléfono celular y le había dicho a sus hijos "su mamá está dormida, ya no va a venir más".

Los alegatos del fiscal Cussel como los de la querella representada por Romina Cortez de la Dirección Provincial de Atención Integral de la Violencia de Género, fueron contundentes y ubicaron en tiempo y espacio al victimario.

Pero además la declaración de un hijo de la pareja fue determinante para que se llegue a la condena del femicida.

Según la declaración que el niño hizo en Cámara Gesell y que consta en el expediente, esa tarde del 13 de julio del 2017 cuando el padre del niño empezó a agredir con golpes de puños a su madre, su abuela paterna (como todas las veces que ocurrían estos hechos) los encerró en una pieza y subió el volumen del televisor.

El niño sabía que cada vez que su abuela los encerraba a él sus hermanos en un cuarto, su padre atacaba a su madre, por eso se escapó y vio toda la escena desde una ventana.

La autopsia reveló que Angelina Cayo tiene varios golpes en distintas partes del cuerpo, pero algunos eran de vieja data. Es que "Aldo" Martínez tenía problemas con el alcohol y cada vez que tomaba llegaba a su casa y golpeaba a Angelina Cayo con lo que tenía a mano.

Lo grave de todo esto es la indiferencia de los suegros de Angelina Cayo, que permitieron que la mujer fuera brutalmente golpeada con un palo de escoba y con un fierro que el cobarde sujeto tenía guardado detrás de una puerta.

A principios del 2017, Angelina Cayo fue brutalmente atacada a golpes, su marido le partió un palo de escoba en la espalda y lo denunció en la Seccional 59º del barrio San Cayetano, pero ni los efectivos policiales de esa seccional ni el gabinete de la Oficina de la Protección de Derechos del barrio Coronel Arias elevaron los informes al fiscal para que intervenga y detenga en ese momento a Martínez.

Nuestro diario oportunamente trató de entrevistarse con las profesionales del gabinete de la OPD del barrio Coronel Arias, y éstas se negaron a dialogar, pero dejaron una terrible respuesta: "La mujer tenía problemas con el alcohol, no se le podía creer todo lo que decía", dijo una trabajadora social, quien no quiso identificarse.

Martínez mató a su esposa, la tendió en la cama y cerró la puerta con llave. Les dijo a su hijo que su mamá estaba durmiendo, que no la iban a ver más y después de cinco horas la llevó al hospital "Pablo Soria" junto a su padre en su vehículo.

Más tarde se cruzó con su suegra en el hospital, se arrodilló y le pidió perdón. La madre de Angelina Cayo no entendía la situación hasta que se enteró que su hija estaba muerta.

 

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