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"Alcohólicos Anónimos me devolvió la vida"

Con 81 años de edad, y tras haber padecido el alcoholismo, Alberto lleva mas de 43 años de sobriedad, sin beber.
Miércoles, 18 de diciembre de 2019 01:04

El alcoholismo sigue siendo uno de las principales adicciones que afecta a hombres y mujeres en el mundo, y si bien es una enfermedad que no tiene cura, hay cientos de historias que demuestran que se puede salir de ese flagelo y recuperar la salud física, mental y espiritual.

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El alcoholismo sigue siendo uno de las principales adicciones que afecta a hombres y mujeres en el mundo, y si bien es una enfermedad que no tiene cura, hay cientos de historias que demuestran que se puede salir de ese flagelo y recuperar la salud física, mental y espiritual.

Este es el caso de Alberto, un hombre de 81 años de edad que durante gran parte de su vida convivió con el alcoholismo hasta que tocó fondo y decidió buscar ayuda. Con una iniciación en el consumo de alcohol a muy temprana edad, de a poco, pero de manera sostenida se involucró cada vez más, a veces por soledad, por hallar satisfacción o por no encontrarle sentido a su vida.

"Yo comencé a tomar a los 16 años. Fue en una fiesta, yo tenía problemas de tipo psicológico, me costaba socializar con los demás, era muy tímido, pero con el alcohol me desinhibía, entonces esa noche me pase con la bebida y estuve tan mal que los dueños de casa me hicieron quedar a dormir ahí. Al otro día cuando volví a mi casa mi madre me dio una paliza y le prometí que nunca más iba a beber, porque pensé que iba a poder hacerlo o tal vez solo tomar un poco para divertirme, pero nunca pude lograrlo, siempre fue en exceso" relató Alberto.

De a poco, el problema fue cada vez más grave. Y es que según recordó, al comienzo solo tomaba en las fiestas, después fue cada vez más frecuente, "cada vez lo necesitaba más, a veces sentía malestar, tenía lagunas mentales, me pasó de despertar y no saber ni cómo había llegado ni qué cosas había hecho".

Según recordó Alberto, recurría al alcohol para sentirse bien porque "sentía un vacío interior, que mi vida no tenía sentido, y con una angustia permanente, no había lugar en la tierra donde yo no me sintiera triste" dijo. Si bien el alcohol afectaba las tareas de su vida cotidiana, mencionó que en su época de estudiante, lograba controlarse para estudiar y poder rendir; fue así que hizo dos carreras universitarias.

Aceptarlo y dar el paso

Por más de 20 años Alberto tuvo adicción al alcohol. "Llegó un momento que me daba cuenta que cada vez cumplía menos con mis obligaciones, me sentía solo pese a que me había casado con una buena mujer y tenía a mi hijo. Cuando vi que la cosa se ponía peor comencé con el psicoanálisis pero no me resultó; igual seguí buscando ayuda porque sabía que si seguía, el alcohol me iba a matar" relató.

Un día sufrió un coma alcohólico, luego de haber mezclado bebidas con pastillas, situación de la que afortunadamente pudo reponerse, y fue el quiebre con el que tocó fondo. "El 9 de marzo de 1976 fui a Alcohólicos Anónimos. Recuerdo la fecha con tanta exactitud porque para nosotros es el día en que volvimos a nacer. A mi Alcohólicos Anónimos me devolvió la vida. En el grupo yo encontré cariño, afecto, porque hay una relación de igualdad entre los miembros que nos permite entendemos y ayudarnos a salir adelante", dijo.

Alberto advirtió sobre el éxito del programa AA y aseguró que la recuperación depende casi exclusivamente del deseo de la persona de querer dejar de beber. "Un alcohólico que se recupera es un milagro, pero para que eso ocurra es fundamental el primer paso, aceptando que hay algo con lo que yo no puedo luchar. La constancia es fundamental, son pocos los que llegan al programa y se quedan, pero los que se quedan se recuperan, y es por eso que al día de hoy sigo asistiendo a las reuniones y no deje de hacerlo desde el primer día, por mí y a la vez para poder ayudar a otros" señaló.

Desde su llegada al programa a la fecha, Alberto lleva 43 años y algunos meses de sobriedad, pero aseguró que es una lucha diaria "porque el alcoholismo no se cura, es algo de todos los días, solo importa el presente, las 24 horas de hoy".

AA: una comunidad donde todos son iguales 

ALCOHÓLICOS ANÓNIMOS/ EN JUJUY HAY 26 GRUPOS EN DISTINTAS LOCALIDADES.

El alcoholismo es una enfermedad, por cuanto reúne los requisitos de un padecimiento humano, es decir, es diagnosticado, tratado, rehabilitado y prevenido dentro de los principios médicos. Se la define como una alergia física seguida de una obsesión mental, y se la considera como una patología física, mental y espiritual.

Para dar batalla a este padecimiento, desde hace más de 80 años se creó el programa Alcohólicos Anónimos (AA) una comunidad de hombres y mujeres que comparten mutuas experiencias para ver de qué forma pueden dejar de beber, siendo el único requisito para integrarlo el deseo sincero de abandonar la bebida, ya que es fundamental que la persona admita que padece la enfermedad.

 

El programa nació en Estados Unidos y actualmente se desarrolla en mas de 180 países. En Argentina existen alrededor de 900 grupos.

 

 


Así lo aseguró Miguel, miembro activo de AA, quien explicó la forma en que trabaja el programa para la recuperación de personas alcohólicas. Según dijo, cada grupo celebra reuniones diarias o semanales, en las cuales los miembros relatan sus experiencias narrando de qué manera llegaron y cómo se van sintiendo en cada una de las reuniones. Para esto se emplea una guía basada en literatura hecha por alcohólicos y de esa manera cada miembro va encontrando su propia recuperación. 

“Del programa participan hombres y mujeres, y todas las personas que llegan son bienvenidas, no hay religión, color, nadie puede ser rechazado”, dijo y aseguró que AA funciona en cualquier circunstancia que este atravesando la persona, siempre y cuando tenga el deseo sincero de dejar de beber. “Se trata de un cambio de hábito, de actitud, el grupo nos ayuda a darnos la oportunidad de vivir diferente y para eso nos brinda autodisciplina”, dijo.

En Argentina existen alrededor de 900 grupos de AA distribuidos en las distintas provincias. Actualmente en la provincia trabajan 26 grupos, de los cuales la mayoría están radicados en la capital. Hay grupos en localidades de la Puna, la quebrada, valles y el ramal, los cuales se congregan en parroquias, centros vecinales, salas de primeros auxilios, entre otros espacios comunitarios, y con reuniones periódicas con días y horarios fijos.

Es anónimo y no es religioso 

El grupo de AA no está afiliado ni forma parte de ninguna religión, secta, partido político, organización, e institución si no que trabaja de manera independiente. “Dentro del programa no se habla de religión y se reciben a personas con todo tipo de creencias, no se excluye a nadie, el grupo no es religioso pero si es espiritual”, remarcó Miguel.

Cabe mencionar que el anonimato dentro del grupo es fundamental ya que además se busca evitar la condena social, el personalismo y el prestigio, y “hacer que los miembros se sientan seguros” concluyó. 
 

Directorio

En San Salvado de Jujuy hay cerca de diez grupos de AA: “Corazón Sobrio” ubicado en el CIC Copacabana en avenida Marina Vilte y Chorcán, “Volver a Empezar” en la sala primero auxilios del barrio Coronel Arias, “Esperanza” en Mosconi 688, Chijra, “Jujuy” en la Catedral, otro en el barrio Moreno, en Perú esquina Colombia, en el CPV de Malvinas en Mejías y San Luis, el grupo “San Lucas” en Arnoldo Hansen esquina Presidente Perón y en la capilla San Roque del barrio Exodo en Alto Comedero.

En Abra Pampa existe el grupo “Esperanza de vida” en Gobernador Tello esquina Pellegrini, “Una Luz a seguir”, en Sarmiento 131 y “Un camino a la vida” en Fascio; en la comuna de El Aguilar está el grupo “Semilla de Fe” en la parroquia El Aguilar, en El Cóndor el grupo “Nueva vida” en Departamento Yavi-La Quiaca, en Yavi Chico el grupo “Espiguita del sol naciente” en El Portillo, en Humahuaca el grupo “Nuevo Sendero” en Salta 52 y “Esperanza y Unidad” en el CPV del barrio Santa Bárbara, en Cieneguillas el grupo “Un camino a la luz” en Azul Kasa, Corral Blanco, en La Quiaca está el grupo “Nuevo día” en el anexo de la parroquia en Independencia s/n, y “Sin Fronteras” en la boletería Estación Ferrocarril, en Monterrico en la iglesia San Isidro Labrador, en Palpalá en la iglesia San Cayetano, en Perico en la parroquia San José, en Río Blanco en el Santuario homónimo, y en San Pedro en la Casa Parroquial.