La planta que la empresa Aceros Zapla tiene en la ciudad de Palpalá se encuentra casi paralizada debido a la falta de suministro de energía eléctrica desde hace varios días, y por esta situación la firma dispuso otorgarle la licencia anual a varios de sus trabajadores.
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La planta que la empresa Aceros Zapla tiene en la ciudad de Palpalá se encuentra casi paralizada debido a la falta de suministro de energía eléctrica desde hace varios días, y por esta situación la firma dispuso otorgarle la licencia anual a varios de sus trabajadores.
De acuerdo a lo informado por fuentes gremiales, desde la semana pasada la planta acerera se encuentra desprovista de electricidad.
Esto porque debido al mantenimiento de un transformador, la línea de energía exclusiva para el establecimiento se debía destinar al vecindario circundante, para no dejarlo sin el servicio.
Las mismas fuentes señalaron que esto se iba a extender por 72 horas en principio, pero hasta ayer, luego de ocho días, la situación seguía igual, ante la desesperación de trabajadores y directivos de la empresa.
El concejal del Frente de Izquierda de los Trabajadores (FIT), Julio Mamaní, trabajador del área de mantenimiento de la citada planta fabril, indicó a la prensa que "la situación es cada vez más difícil" en ese establecimiento industrial, y que debido a esta situación decidieron adelantar las vacaciones para los trabajadores de los sectores de tren fino y acería, quedando los de su área que se irán de licencia hasta el 6 de enero.
Señaló que "es una licencia forzada", en la que los trabajadores, que están al día con sus haberes, aunque cobran con una escala desactualizada.
Reducción por todos lados
El edil también consideró que la situación en Aceros Zapla se debe a la falta de inversiones, lo cual se traduce en la reducción importante de la planta de trabajadores y de elementos de labor, como palanquillas, una planta de oxígeno muy chica que limita la laminación y con estaciones que no cuentan con equipos de emergencia.
Pese a la delicada situación por la que atraviesa el establecimiento, que en el año también decidió cerrar parcialmente el sector de acería, que significó el alejamiento de unos cuarenta trabajadores por retiro voluntario o jubilaciones, el mes pasado tuvo récord de producción, principalmente por la buena predisposición del trabajador, según remarcó el concejal Mamaní.