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Inhumaron los restos de la joven víctima de femicidio

Con profundo dolor familiares, amigos y un centenar de personas despidieron los restos de Tania Palacios. El supuesto victimario Mauro Aparicio (26) continúa detenido e imputado por el delito de "homicidio agravado".
Miércoles, 18 de diciembre de 2019 01:04

Con profunda muestra de dolor, de amor y de respeto, en la tarde de ayer en el Cementerio Cristo Rey, fueron inhumados los restos de la joven Tania Palacios, víctima de otro hecho de Femicidio que se registró en San Pedro de Jujuy.

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Con profunda muestra de dolor, de amor y de respeto, en la tarde de ayer en el Cementerio Cristo Rey, fueron inhumados los restos de la joven Tania Palacios, víctima de otro hecho de Femicidio que se registró en San Pedro de Jujuy.

Poco antes de las 16 desde su domicilio ubicado en barrio Ejército del Norte, donde fueron velados sus restos, partió el cortejo con destino a la necrópolis sampedreña.

Dicen que el "silencio es el grito más fuerte", y así fue, porque en medio de un profundo silencio que lastimaba, tal vez más que mil gritos juntos, vecinos y amigos acompañaron a la familia.

Al llegar, al lugar donde descansan sus restos, el papá de Tania con dolor y desazón habló de su hija y recordó momentos compartidos junto a ella.

"Ella no se va, ella va a seguir donde siempre estuvo desde su nacimiento, en el corazón de su mamá, de sus hermanos y en el mío. Dios seguro que la recibe, porque en el cielo están los buenos y ella era una excelente persona, muy bondadosa, muy buena. Hoy no quiero despedirme porque va a seguir estando en mi corazón. Gracias a todos por venir", dijo su padre René, con indescifrable dolor.

Luego habló una vecina de la familia, recordando a Tania por su gran bondad incapaz de hacerle daño a alguien.

"A Tani la vi crecer, soy su vecina, era muy buena. Y a quien le hizo daño, sé que Dios se va a encargar de hacerle ver lo que hizo, Dios no nos castiga, nos hace ver siempre todo lo que hacemos", dijo su vecina Olga.

Finalmente y con el mismo dolor y lágrimas en los ojos, dejó su mensaje Raquel, una de sus tías: "estamos agradecidos por haberla tenido 22 años en nuestras vidas, una piba llena de alegría, llena de sueños y como lo dijeron ustedes, nunca tuvo una maldad, nunca la vieron enojada. Sabemos que ahora está con nuestros abuelos, pero nos cuesta, porque es lo mejor que tuvimos en 22 años en nuestra familia".

Fueron esas palabras las únicas que se escucharon, no hubo un solo grito, no hubo insultos, sólo dolor marcado en los rostros por la pérdida de una hija, de una hermana, de una sobrina, de una amiga, como fue Tania Palacios.

Hubo también un gran interrogante que no fue pronunciado, pero que se dejaban ver en las miradas. Un interrogante para el que tal vez, nunca encuentren una respuesta.

Lo único cierto es que una mano asesina dejó truncada la vida de Tania Palacios, una joven que tenía toda una vida por delante, que tenía mil sueños por cumplir y que lamentablemente, hoy pasa a engrosar la lista de otra mujer víctima de la violencia de género, víctima de femicidio.