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"Estaba con mi pareja y la policía nos pidió que mantengamos distancia"

Dos hombres fueron increpados por efectivos tras estar abrazados en la parada de colectivos de la avenida Fascio. Indignación y dolor por parte de la comunidad Lgbtiq.

Lunes, 02 de diciembre de 2019 09:52

El hecho ocurrió la semana pasada, cuando Pablo y Fernando, que son pareja desde hace 6 meses, estaban esperando un colectivo de pasajeros, abrazados, de repente dos efectivos policiales se acercaron solicitándoles que se separen y mantengan distancia. Situación que molestó a los jóvenes y causó indignación en la comunidad Lgbtiq, "estaba con mi pareja y la policía nos pidió que mantengamos distancia", dijo uno de los jóvenes.

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El hecho ocurrió la semana pasada, cuando Pablo y Fernando, que son pareja desde hace 6 meses, estaban esperando un colectivo de pasajeros, abrazados, de repente dos efectivos policiales se acercaron solicitándoles que se separen y mantengan distancia. Situación que molestó a los jóvenes y causó indignación en la comunidad Lgbtiq, "estaba con mi pareja y la policía nos pidió que mantengamos distancia", dijo uno de los jóvenes.

Pablo y Fernando, son los nombres ficticios de estas personas porque prefirieron resguardar su identidad. Ellos, además, pertenecen a la comisión organizadora de la marcha del orgullo que se llevó a cabo el sábado en la capital jujeña.

Sobre la situación que les tocó vivir, Pablo mencionó, en diálogo con El Tribuno de Jujuy que “estábamos con mi pareja en la parada de colectivos de la avenida Fascio, entre las calles Lamadrid y Balcarce, eran las 22.30 aproximadamente. Estábamos sentados abrazados y nos dábamos besos como cualquier pareja, justo hablábamos que durante los seis meses que somos novios hacemos eso de todas las noches yo acompañarlo a esa parada. ”.

“Entonces de repente llegaron dos policías de los que andan en bicicleta y nos dijeron que seamos más discretos. Entonces con mi pareja nos miramos y nos quedamos sorprendidos, nos dio gracia y a la vez nos molestó mucho porque no creíamos lo que estábamos viviendo”, añadió.

En ese sentido señaló que “les dijimos que no estábamos haciendo nada malo y que si eso nos hacen a nosotros también deberían hacerles lo mismo a las otras parejas que están por ahí o en las plazas. Nos dijeron que hay niños circulando en ese horario y que no entienden la situación”.

Eso los desconcertó más todavía porque pensaron que mediante su demostración de afecto que no iba más allá de un abrazo y un beso, ellos violentaban a la gente que estaba en ese lugar porque una mujer fue la que advirtió a los policías para que les digan que se alejen.

“Deberían haber ignorado lo que dijo la señora y listo. Hablamos con los policías y al rato se fue mi pareja. Yo les dije que ellos nos habían faltado el respeto a nosotros y a nuestros derechos. Les pedí sus nombres y no quisieron decírnoslos, ellos no nos tienen que decir nada porque no hacíamos nada malo”, señaló.

Siguió diciendo que, “esto nunca me pasó, jamás tuvimos un problema y eso que siempre salimos de la mano en pleno centro a cualquier hora del día. Incluso hace poco le festejé su cumpleaños en la Plaza Belgrano y nadie nos dijo nada.

Miedo e impotencia

También Pablo sostuvo que "tuvimos miedo e impotencia porque no podíamos creer lo que nos pasó, sentimos vergüenza y estamos mal por la situación. Hay una parte de la sociedad que nos rechaza que generalmente son los más grandes, porque los jóvenes si lo naturalizó”.

 “Hay prejuicios y homofobia, pero también jóvenes que van a las marchas y apoyan. Hay que empezar desde la casa y el colegio con la Educación Sexual Integral para que sepan que no solo existe la heterosexualidad”, dijo.