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Una viajera pide besos a extraños para tomarse fotos emblemáticas en sus destinos

A pesar de eso con ninguno de ellos ha intercambiado información ni teléfonos, ya que para ella, mantener el contacto no tendría mucho sentido y le quitaría lo espontáneo al asunto.

Sabado, 21 de diciembre de 2019 19:48

Kristiana Kuqi es una chica rusa que viaja a distintos destinos turísticos, pero para tener un viaje inolvidable y con las mejores fotografías, acudió a esta técnica. Kristiana es la chica que le pide besos a extraños en sus viajes para lograr fotos perfectas.

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Kristiana Kuqi es una chica rusa que viaja a distintos destinos turísticos, pero para tener un viaje inolvidable y con las mejores fotografías, acudió a esta técnica. Kristiana es la chica que le pide besos a extraños en sus viajes para lograr fotos perfectas.

Sí, parece que viajar en solitario no tiene por qué significar no tener esa emblemática fotografía súper romántica en la Torre Eiffel o en el Coliseo de Roma, porque sí, después de viajar a Francia, la viajera decidió seguir con la costumbre en los siguientes destinos. 

"Iba con un buen amigo y decidí antes de nuestro vuelo que iba a pedirle a un extraño que me besara. La inspiración fue capturar el momento perfecto y realmente canalizar mi confianza interior".

Y así fue, un perfecto desconocido accedió a besar de manera apasionada a esta chica frente a la icónica torre parisina y después de esta grata experiencia no dudó ni un poco en repetir en todos sus viajes en las estructuras más famosas esta costumbre, con la que nunca, de acuerdo con ella, nadie se ha negado. «Nunca he tenido un besador malo. Siempre fue natural y apasionado».

Kristina comenta que al momento de pedir los besos ella no logra controlar sus nervios, y se siente estresada cuando lo hace, sin embargo eso no es un impedimento para hacerlo.

En general, la chica rusa menciona que ha tenido muy buenas experiencias con sus víctimas, que todos han sido besos auténticos, aunque confiesa recordar a un argentino que la hace tener muy gratos recuerdos. A pesar de eso con ninguno de ellos ha intercambiado información ni teléfonos, pues para ella mantener el contacto no tendría mucho sentido y le quitaría lo espontáneo al asunto.

"Como mujer, pedirle a los hombres un beso sin intención de enamorarme o mantener el contacto es poderoso de alguna manera, y romper el estereotipo de que las mujeres son románticas desesperadas que sólo buscan amor. También queremos divertirnos momentáneamente".

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