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Su meta era viajar y se radicó en Midland

Comenzó su carrera en la empresa Repsol YPF en el sur del país y actualmente trabaja para la empresa Halliburton, de Texas.
Sabado, 21 de diciembre de 2019 23:35

Cuando Federico Zamar se recibió de ingeniero industrial comenzó a buscar trabajo teniendo como meta el poder viajar, y en una nota en el diario vio que buscaban ingenieros para ir al sur, hizo las entrevistas y por un año y medio vivió en una empresa de servicios petroleros en Neuquén. Estando allí se familiarizó con la industria del petróleo que en ese momento era Repsol YPF, y le dieron becas para continuar sus estudios en Europa.

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Cuando Federico Zamar se recibió de ingeniero industrial comenzó a buscar trabajo teniendo como meta el poder viajar, y en una nota en el diario vio que buscaban ingenieros para ir al sur, hizo las entrevistas y por un año y medio vivió en una empresa de servicios petroleros en Neuquén. Estando allí se familiarizó con la industria del petróleo que en ese momento era Repsol YPF, y le dieron becas para continuar sus estudios en Europa.

Así, fue a hacer un máster a Madrid, España, y en Edimburgo, Escocia, por un año, y a su término, como no le gustó la propuesta que le hiciera YPF, lo contactaron y pasó a la empresa norteamericana Halliburton de servicios petroleros que buscaba gente con experiencia para formar un equipo en Estados Unidos. Se fue a Midland, Texas, un pueblito chico y hace nueve años que está allí como ingeniero de operaciones de campo, soporte técnico en diferentes áreas de servicio petrolero y en fraking que es el trabajo de cimentación. "Cuando hacen un pozo petrolero, tiene diferentes etapas de construcción, y al final para crear más conexión entre el pozo y la roca donde está el petróleo se aplica presión con agua y se generan fracturas hidráulicas, y por ellas puede fluir", dijo. Todo eso se hace a través de equipos de bombeo que es en lo que se especializó.

Actualmente trabaja en una oficina del área de tecnología de la empresa, aplicando nuevos productos y tecnología a los nuevos clientes en el área donde vive en Texas ya que antes estuvo en tareas de campo.

Fuera de su tarea diaria, Federico Zamar comentó que trabaja de 8 a 17 y en la hora del almuerzo va a un gimnasio cercano a su trabajo y dependiendo del día sale a correr, anda en bicicleta en ruta o en una pista de mountan bike. A veces invitan amigos a su hogar donde vive hace 7 años junto a su esposa, la jujeña María Berlingieri, abogada que convalidó su título y su máster en leyes en Texas. Allí se reúne con los amigos argentinos ya que en todas las ciudades donde hay petróleo se encuentran personas de esas nacionalidades, de manera que hay una pequeña comunidad argentina, con quienes una vez por semana hacen asado.

FEDERICO ZAMAR / JUNTO A SU ESPOSA, LA TAMBIÉN JUJEÑA MARÍA BERLINGIERI.

En el grupo hay un par de jujeños con los que mantiene amistad y son excompañeros de la secundaria en el Colegio Del Salvador donde estudió; uno vive en Chicago y el otro en Houston, Texas.

También cuando cursaba el secundario comenzó a andar en bicicleta recorriendo las lagunas de Yala, así que cuando terminó su máster en Europa le quedó un tiempo libre que utilizó para comprar un rodado y hacer el camino desde Santiago de Compostela hasta el límite con Francia. Esto continuó y sus vacaciones las reparte llegando dos semanas a Jujuy para visitar a su mamá y hermanas, y las otras dos para visitar algún otro lugar. Hace poco junto a Nicolás Espinoza, otro jujeño radicado en Texas, se fue a Europa para recorrer Holanda hasta Suecia en bicicleta, pero la mayor parte del tiempo está en Midland, Texas trabajando.

Este año se dedicó a correr maratones, empujado por unos amigos norteamericanos que lo alentaron a correr y hace dos meses participó de la maratón de Nueva York, que según las estadísticas había otros 450 argentinos en la misma.

Entre otros hobbies que le gusta es cocinar porque dice: "No me gustan los restaurantes o las casas de comidas rápidas así que me llevo la comida a la oficina por lo que le dedico un par de días a la semana. Hago cosas nada muy elaboradas, salvo cuando nos juntamos con los amigos argentinos donde hacemos pastel de choclo, empanadas, pastas caseras porque las pastas allá son muy malas así que prefiero hacerlas yo con un buen tuco natural, no enlatados". A la Argentina trata de venir para estas fiestas de fin de año porque es más familiar y porque aquí tiene a su madre y a sus tres hermanas Paula, kinesióloga; Marisol, psicóloga y profesora que vive en Córdoba; y su hermano menor Francisco Zamar.

Su mensaje es que "hay muchas opciones cuando uno quiere".

No encasillarse

Federico Zamar destacó que “cuando uno vive en Jujuy cree que las cosas son de una forma, pero después, hay toda una forma de pensar las cosas, otras formas de trabajar. Yo alcancé a trabajar un año en Jujuy, trabajé en el sur y en los Estados Unidos y la diferencia de cómo se organiza la gente es distinta. Es bueno no quedarse con una sola idea de cómo son las cosas, y lo que más me impacta de cómo lo encara el argentino y el extranjero diría que hay de todo porque acá conocí gente muy trabajadora pero allá noto una organización bien definida y de las funciones que cumple cada uno, sin que por ello se encasillen en una sola cosa.

Hay una constante evaluación de los trabajos que se hace, se exige un rendimiento. Igual hay gente muy trabajadora, pero a la vez muy relajada porque es más ordenada. Hay objetivos que se trata de cumplir y no hay excusas. También hay movilidad dentro y entre empresas, no es que uno se encasilla en una cosa, yo mismo cambié cinco o seis veces de posición dentro de la empresa con cosas totalmente distintas en continua evolución y nunca se está quieto.

Aquí creo que uno se encasilla más. En mi carrera siempre estuve más volcado a la industria que también ofrece muchas chances de viajar por objetivos profesionales y académicos; pero los dos empiezan en una buena formación. Después, ya especializado, necesitaban gente formada para nuevos proyectos en "permianbasin’ en Nuevo México y Texas donde me desempeñé. Por muchas razones no viajé mucho pero nunca me faltaron oportunidades para trabajar en Medio Oriente o México donde se empiezan a abrir puertas que en mi caso empezó con mi carrera universitaria con la intención de viajar porque cuando me recibí, antes del máster, fui a un intercambio con una empresa automotriz en España”.

No encasillarse

Federico Zamar destacó que “cuando uno vive en Jujuy cree que las cosas son de una forma, pero después, hay toda una forma de pensar las cosas, otras formas de trabajar. Yo alcancé a trabajar un año en Jujuy, trabajé en el sur y en los Estados Unidos y la diferencia de cómo se organiza la gente es distinta. Es bueno no quedarse con una sola idea de cómo son las cosas, y lo que más me impacta de cómo lo encara el argentino y el extranjero diría que hay de todo porque acá conocí gente muy trabajadora pero allá noto una organización bien definida y de las funciones que cumple cada uno, sin que por ello se encasillen en una sola cosa.

Hay una constante evaluación de los trabajos que se hace, se exige un rendimiento. Igual hay gente muy trabajadora, pero a la vez muy relajada porque es más ordenada. Hay objetivos que se trata de cumplir y no hay excusas. También hay movilidad dentro y entre empresas, no es que uno se encasilla en una cosa, yo mismo cambié cinco o seis veces de posición dentro de la empresa con cosas totalmente distintas en continua evolución y nunca se está quieto.

Aquí creo que uno se encasilla más. En mi carrera siempre estuve más volcado a la industria que también ofrece muchas chances de viajar por objetivos profesionales y académicos; pero los dos empiezan en una buena formación. Después, ya especializado, necesitaban gente formada para nuevos proyectos en ‘permianbasin’ en Nuevo México y Texas donde me desempeñé. Por muchas razones no viajé mucho pero nunca me faltaron oportunidades para trabajar en Medio Oriente o México donde se empiezan a abrir puertas que en mi caso empezó con mi carrera universitaria con la intención de viajar porque cuando me recibí, antes del máster, fui a un intercambio con una empresa automotriz en España”.