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Imposibilidad de hacer un trámite

Un hombre en silla de ruedas denunció falta de rampas en la escuela técnica.

Martes, 03 de diciembre de 2019 01:02

Lo que podría quedar como una simple anécdota o bien una historia de superación, dejó al descubierto algo mucho más profundo y preocupante. Porque hoy, en pleno siglo XXI, aún hay instituciones públicas o empresas que no cuentan con las adaptaciones necesarias para recibir a gente que se encuentra en silla de ruedas.

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Lo que podría quedar como una simple anécdota o bien una historia de superación, dejó al descubierto algo mucho más profundo y preocupante. Porque hoy, en pleno siglo XXI, aún hay instituciones públicas o empresas que no cuentan con las adaptaciones necesarias para recibir a gente que se encuentra en silla de ruedas.

La historia se conoció y difundió en las redes sociales. Darío Arce, quien se encuentra en silla de ruedas desde hace 3 años por un accidente de tránsito, dejó en evidencia la situación que le tocó vivir en la Escuela de Educación Técnica Nº 1 "General Savio" de la ciudad de Palpalá, donde tuvo que ir a buscar un certificado analítico.

En diálogo con nuestro medio, Arce comentó que "en ocasión que me tocó ir a mi excolegio, estando ahora en silla de ruedas, me tocó vivir la desagradable experiencia de no poder ingresar o bien de tener que hacer un esfuerzo sobrehumano para hacerlo. El colegio no cuenta con las rampas de acceso necesarias, algo que parece increíble tratándose de un establecimiento histórico en Palpalá". En su posteo de redes sociales, publicó: "Hoy fui a la EET Nº 1 "General Savio" a buscar un analítico que necesito y me costó mucho acceder".

Recordó que es "egresado del año 2004 del colegio. Cuando salí, tenía muchos planes y de a poco los fui concretando. Soy de oficio soldador y estaba en pleno armado de mi taller, cuando lamentablemente sufrí un accidente en motocicleta que me dejó en silla de ruedas. Pese a que tengo un poco de movilidad en una de mis piernas, de todos modos necesito la silla de ruedas para poder trasladarme. Ahora tengo mi taller y hago algunas changas porque pude adaptarlo, pero igualmente me cuesta muchísimo".

El colectivo, otro enemigo

El joven además de ese día en particular que fue a su excolegio secundario, explicó que "la pelea comenzó mucho antes. Es de mucho antes, porque yo vivo en Río Blanco y desde allí me tengo que trasladar hasta la ciudad de Palpalá en colectivo porque la situación económica no da para pagar siempre un taxi. Subir a un colectivo es una verdadera odisea para gente que como yo se traslada en silla de ruedas. Las unidades no cuentan con la adaptación necesaria para que subamos y permanezcamos con nuestras sillas en los colectivos. Estuve en Buenos Aires y la verdad que trasladarse allí en unidades de transporte público es mucho más fácil. Los colectivos están adaptados".

La carencia de rampas en ciertos edificios públicos, la falta de unidades con esta adaptación e incluso la ausencia de baños adaptados, son problemas de nunca acabar.

"Yo decidí que quiero superarme y no abandonarme ante esta adversidad. Por eso fui al colegio a buscar mi analítico, requisito para inscribirme en la Facultad de Ciencias Económicas", destacó.

Finalmente pidió que "ya que están de moda las palabras "inclusión" o "empatía", traten de ponerse en el lugar de personas que se trasladan en sillas de ruedas".