El debate en torno a la despenalización del aborto, el impacto que tendría la ley, sus alcances, y los innumerables cuestionamientos éticos al respecto, han tenido en vilo a miles de argentinos que tomaron la posta en el tema, algunos con posturas a favor y otros en contra.
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El debate en torno a la despenalización del aborto, el impacto que tendría la ley, sus alcances, y los innumerables cuestionamientos éticos al respecto, han tenido en vilo a miles de argentinos que tomaron la posta en el tema, algunos con posturas a favor y otros en contra.
Por un lado, los grupos feministas apoyaron el proyecto desde el primer momento, pronunciándose con marchas y mensajes en rechazo a la clandestinidad del aborto traducida en muertes de cientos de mujeres por malas prácticas, bregando por condiciones de salubridad y fundamentalmente, que sean ellas quienes tengan el derecho a decidir sobre sus cuerpos.
Esta franja se identificó con pañuelos verdes el cual se volvió un estandarte para el feminismo y para quienes se pronuncian a favor de la depenalización del aborto.
De igual modo, pero de la vereda del frente, con una postura negativa al proyecto se ubicaron los militantes autodenominados pro vida, por cuanto en todo momento se pronunciaron a favor de la preservación tanto de la vida de la embarazada como del niño por nacer, considerando al aborto como un asesinato.
Este sector, directamente ligado a la Iglesia, se armó de numerosos argumentos para impedir la aprobación de la ley y comenzó una fuerte campaña en su contra, teniendo como estandarte el pañuelo celeste.
Ambos sectores coparon las calles del país con numerosas marchas y contramarchas, con intervenciones urbanas, charlas y talleres abiertos, buscando difundir la postura y los fundamentos de cada espacio.
En esta puja por defender ambas posiciones algunas personalidades mediaticas, actores, periodistas e incluso candidatos también manifestaron su postura, haciéndose cada vez más profundas las diferencias.
Cruces y discusiones
Progresivamente, la "grieta" entre ambos sectores se fue profundizando en todo el país. Las provincias del interior no fueron ajenas y de hecho en Jujuy, en más de una oportunidad, hubo fuertes cruces verbales entre ambas partes.
Cuando trascendió el caso de una niña víctima de abuso y se confirmó la interrupción del embarazo, los militantes pro vida se congregaron en la puerta del hospital Materno Infantil, donde también se presentaron las integrantes de grupos feministas y el choque fue inevitable.
El cruce de palabras y la discusión entre ambas partes fue álgida y resumió las diferencias ideológicas que existen entre "verdes" y "celestes".
A lo largo del año, la lucha de cada sector por defender sus convicciones continuó con distintos tipos de manifestaciones.
Una de las más llamativas se cumplió el 8 de agosto pasado, a un año de haberse rechazado el proyecto en el Senado, donde las agrupaciones pro vida presentaron en el atrio de la iglesia Catedral una carroza con un bebé gigante construido a escala, con un mensaje a favor de la vida, el cual fue bendecido.