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Educación para presos con el fin de reinsertarlos en la sociedad

Vilma Toconás, docente de internos del Penal Nº 7, relató su experiencia de 10 años dando clases dentro de las cárceles."Realizar esto le da el verdadero sentido de lo que es la docencia y nos hace ver que vale la pena esta profesión", señaló.
Jueves, 05 de diciembre de 2019 01:03

Vilma Toconás es docente del nivel primario y trabaja en la Unidad Penitenciaria Nº 7 de Alto Comedero brindando educación a internos masculinos que tienen entre 21 años y más de 60, "es posible mediante el estudio que ellos se reinserten, nuestra idea es transformar las ideologías que ellos tienen y que salgan buenas personas para adaptarse a la sociedad", dijo, en diálogo con El Tribuno de Jujuy.

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Vilma Toconás es docente del nivel primario y trabaja en la Unidad Penitenciaria Nº 7 de Alto Comedero brindando educación a internos masculinos que tienen entre 21 años y más de 60, "es posible mediante el estudio que ellos se reinserten, nuestra idea es transformar las ideologías que ellos tienen y que salgan buenas personas para adaptarse a la sociedad", dijo, en diálogo con El Tribuno de Jujuy.

En ese sentido, mencionó que "a clases van los penados y los procesados, pero como la matrícula es baja de los penados, también van ahora los que están procesados. Primero tenía 18 inscriptos, pero eso va variando de acuerdo a las salidas transitorias o algunos salen en libertad, también hay cambios en la unidad penal, a veces pasa que tienen problemas con la visión o les recae una condena. Según eso es la asistencia a clase".

Actualmente Toconás tiene 12 alumnos en el nivel A que consta de primero, segundo y tercer grado, mientras que el nivel B agrupa cuarto, quinto y sexto, y el C a los de séptimo grado.

Hay estigmas sociales que giran en torno a la vida de las personas que están privadas de su libertad, en ese sentido, la docente comentó que "acá es donde se le da el verdadero sentido de lo que es la docencia. Acá uno ve que vale la pena lo que es esta profesión porque los alumnos lo reciben de una forma muy satisfactoria. Ellos son muy responsables y están muy comprometidos con su educación y aprendizaje".

VILMA TOCONÁS / HACE DIEZ AÑOS DA CLASES EN CONTEXTO DE ENCIERRO.

"Cuesta un poco más en adultos porque muchos tienen problemas de retención de memoria. Les cuesta mucho sobre todo a aquellas personas que fueron adictas por mucho tiempo, les cuesta mucho retener información pero es un proceso que se va trabajando despacio y de a poco se van observando los resultados", añadió.

"Un desafío"

Desde hace 10 años que Toconás es docente en contextos de encierro. Al consultarle sobre cómo fue para ella ingresar en ese ambiente que muchas veces tiene una carga negativa desde el prejuicio, expresó que "es un desafío estar acá, pero tenemos que estar preparados para todo y yo lo veo como un desafío. Yo arranqué en el 2009, en el penal de mujeres que fue un poco conflictivo trabajar con mujeres, luego estuve con menores, y también fue complicado pero siempre lo pude llevar bien".

Luego trabajó en la Unidad Penal Nº 1 y de ahí pasó a la Nº 7 de Alto Comedero que son cárceles provinciales y también en la Nº 22 y Nº 8 que son cárceles federales, "con los adultos se trabaja más, ellos se comprometen un poco más dentro de sus capacidades. Tampoco es que se les exige más de lo que pueden dar, es todo mediante un proceso que lleva su tiempo pero a la larga se ven los resultados", indicó.

Asimismo, explicó que "el vínculo que tengo con ellos es como cualquier otro vínculo entre docente y alumno, nosotros los vemos desde la parte educativa, y los vemos así, como nuestros alumnos no como presos. Nosotros vamos a transmitirles conocimientos y enseñarles a reforzar aquellos valores que ellos ya tienen".