Gran impotencia y malestar generaron en la dueña de un local comercial del centro de la ciudad de San Pedro, los dos robos de los que fue víctima en menos de una semana.
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Gran impotencia y malestar generaron en la dueña de un local comercial del centro de la ciudad de San Pedro, los dos robos de los que fue víctima en menos de una semana.
Según relata la madre de la propietaria los dos robos se habrían producido en horas de la madrugada. El primer hecho ocurrió el día viernes. Los delincuentes rompieron los vidrios de la puerta, ingresaron y se llevaron una computadora y varias prendas. Realizaron la denuncia policial, y a pesar de las averiguaciones, nadie vio nada. Este miércoles, otra vez fueron víctimas de los delincuentes que se volvieron a introducir al local, rompiendo otros vidrios de la puerta para llevarse la mayor parte de la mercadería. Entre ellas ropa de mujer, bijouterie y calzado. Se estima que la pérdida ascendería a unos ochenta mil pesos.
Con mucha bronca, la mujer relató que es increíble que en pleno centro, a metros de la Policía Federal y de la Municipalidad, los delincuentes actúen con tanta impunidad. Les pidió a las autoridades más seguridad, presencia policial y la instalación de cámaras de seguridad.
Este negocio es de mi hija, indicó. "Ella la sigue luchando, pero no puede ser que de la noche a la mañana nos quedemos sin nada", se lamento la mujer. "Hemos hablado con la gente de la Justicia y nos dijeron que están haciendo las averiguaciones. Pero si los delincuentes son menores, entran por una puerta y salen por la otra", afirmó.
La primera medida fue reforzar la puerta con rejas, aunque dudan si será una buena solución para el problema de la inseguridad.
Ahora tenemos que volver a invertir y no sabemos de dónde sacar la plata. Habíamos comprado mercadería para vender en las fiestas y nos quedamos sin nada, manifestó la comerciante.
Lo único que pedimos es seguridad para San Pedro. La preocupación no es sólo de los propietarios de este comercio, sino también de los otros negocios de esa zona que se sienten desprotegidos, especialmente en horas de la madrugada.