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El cultivo de plantas como una actividad terapéutica

Aficionados nucleados en el Club de Jardinería cuentan los motivos por los que se iniciaron en esta apasionante tarea.
Domingo, 08 de diciembre de 2019 01:01

Diferentes son los motivos por los que los integrantes del Club de Jardinería se nuclearon en esta apasionante actividad, que hasta el momento no cuenta con un espacio físico para reunirse, motivo por el cual sólo se comunican telefónicamente por WhatsApp, aplicación a través de la cual comparten sus experiencias, información de interés y cientos de miles de fotos presumiendo sus mejores ejemplares.

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Diferentes son los motivos por los que los integrantes del Club de Jardinería se nuclearon en esta apasionante actividad, que hasta el momento no cuenta con un espacio físico para reunirse, motivo por el cual sólo se comunican telefónicamente por WhatsApp, aplicación a través de la cual comparten sus experiencias, información de interés y cientos de miles de fotos presumiendo sus mejores ejemplares.

Algunos por hobbie, otros por legado familiar y muchos otros incorporaron el cultivo de plantas en sus vidas como una actividad terapéutica, para superar momentos difíciles, descargar tensiones y mantenerse en equilibrio y en contacto con la naturaleza.

La historia de Nélida Herrera es un claro ejemplo del poder terapéutico del cultivo de plantas. A Nélida le tocó vivir un año "de terror" cuando su hijo menor cayó enfermo.

"Cuando al fin pudimos respirar tranquilos y todo pasó, fue ahí que empecé con las plantas y me dediqué por completo a ellas, porque cultivarlas me hizo olvidar todo ese año que la pase mal, me desestresó y me ayudó a levantarme", compartió con El Tribuno de Jujuy.

Y fue en esas circunstancias que comenzó la aventura. Su gusto y pasión, particularmente por los cactus y las suculentas, se apoderaron de ella haciendo de esta actividad una obsesión.

"Empecé a comprar cactus de a poquito, primero los de la zona y después se me hizo como una adicción", y en el afán de ir completando su colección "vendí mi camioneta y empecé a viajar, me fui a Bolivia, a Perú y recorrí Argentina a buscar cactus y crasas de todos lados".

Actualmente "tengo 450 variedades de cactus de las 8.500 que existen en todo el mundo y el 80 por ciento de ese total lo tenemos acá en el Norte y el 20 por ciento restante está distribuido en otros países por eso me dediqué a viajar", exclamó.

Nélida contó que empezó dedicando un pequeño espacio en el fondo de su casa en el que puso estantes, pero actualmente llegó "a copar todo el patio convirtiéndolo en un pequeño vivero".

De cada viaje, una nueva tanda de especies llegaban a Jujuy, entusiasmo que la impulsaba inmediatamente a salir en busca de ollas de barro de todos los tamaños para trasplantarlas, cada una con sus detalles.

El dolor de ponerlas a la venta

Las aficionadas coincidieron en la tristeza que les genera tener que poner a la venta ciertos ejemplares, por quedarse sin espacio para tenerlas. Es que parte del trabajo que llevan a cabo incluye también hacer de una planta, varias "sacarle los hijitos y hacer nuevos plantines".

"Me ha pasado varias veces de estar en alguna feria y arrepentirme en medio de la venta. Una vez se acercó una persona a preguntarme cuánto costaba, y le dije un precio mucho más alto para espantarla y no la compre, pero no me resultó la estrategia, se la llevaron igual", comentó Nélida.

"Es que cada planta es diferente, pueden haber salido de la misma, pero todas tienen características distintas, alturas, colores, formas, cada una es especial y más aun cuando las ves crecer" , expresó Silvia Frisón.

Una terapia para los docentes

Otra integrante del club explicó desde su profesión que la docencia es una de las actividades que produce mayor estrés. "Yo encontré en las plantas una actividad que me permitió balancear todo el ajetreo emocional que te produce la docencia".

"Primero una amiga me regaló una y vi que me hizo bien y fui adquiriendo más, y cuando me di cuenta ya tenía un montón. Para mi fue terapéutico. Dedicar un tiempo todos los días al cultivo sana y cura, es muy bueno para conseguir el equilibrio emocionalmente".

Plantas en adopción

Por último comentaron que el Club de la Jardinería se destaca "por tratar de hacer nuestras plantas de forma natural, sin fertilizantes y sin apurarlas en su proceso. Sólo regándolas y con buenas luz. Intentamos combatir las plagas de forma natural sacándoles los bichos a mano para cuidarlas y cuidar así también la naturaleza", dijeron.

Otra característica del Club de Jardinería es que a cada feria que van, llevan plantas para intercambiar con otros integrantes del club y también tienen plantas que ponen en adopción.

"Si alguien viene y le gusta mucho una planta y no puede comprársela se la damos en adopción, siempre y cuando sea responsable", expresaron.