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"Se cansó de maltratar a mis hijos hasta que los mató"

Antonio Vilte es padre de Emir (4) y Zoe (1) y estuvo detenido 18 meses por el hecho y obtuvo el cese de detención. Reclamará a la justicia la guarda de su tercer hijo que nació cuando su expareja estaba detenida y espera el juicio oral.
Viernes, 01 de febrero de 2019 01:00

Antonio Vilte (28) es padre de los dos niños que fueron asesinados en mayo de 2017 en la localidad de Huacalera y por el hecho estuvo detenido desde ese entonces hasta mediados de noviembre del año pasado, y ahora que la justicia le otorgó el cese de detención, reclama la tenencia de su tercer hijo, que nació estando su expareja detenida.

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Antonio Vilte (28) es padre de los dos niños que fueron asesinados en mayo de 2017 en la localidad de Huacalera y por el hecho estuvo detenido desde ese entonces hasta mediados de noviembre del año pasado, y ahora que la justicia le otorgó el cese de detención, reclama la tenencia de su tercer hijo, que nació estando su expareja detenida.

La madrugada del 16 de mayo del 2017, Emir (4)y Zoe (1) habían sido asesinados y por el hecho el fiscal Darío Osinaga había determinado que sus progenitores Antonio Vilte y Silvia Galán permanezcan detenidos, acusados de filicidio.

"Estuve poco más de un año y medio privado de la libertad, sin saber lo que había pasado. En la seccional me enteré que mis hijos habían muerto. No pude ni siquiera estar en el velorio, y hasta ahora no puedo entender cómo su propia madre los pudo haber matado", dijo Vilte en diálogo exclusivo con El Tribuno de Jujuy.

Vilte aparenta tener mucho menos años de los 28, habla muy poco y desde que obtuvo el cese de detención, optó por refugiarse en la casa paterna, ubicada en el barrio Concepción de María de Huacalera.

"Lo único que quiero es que se haga justicia, quiero demostrar a todos que soy inocente y ahora estamos enfocados junto a mis padres en pelear por la tenencia de mi tercer hijo, que nació hace un año y 4 meses y lo tiene mi expareja, que sigue detenida".

En otro tramo de su relato, Vilte le dijo a nuestro diario, "en todo este tiempo trato de reconstruir lo que le pasó a mis hijos. Es como un sueño del que no puedo despertar. Lo que recuerdo es que esa tarde (el 15 de mayo) llegué de trabajar de Humahuaca como a las 6 fui a dejarle plata a mi expareja Silvia Galán a su casa del barrio Villa El Trabajo. Volvimos a discutir y me echó otra vez, me rompió mi celular y me tiró agua hervida que tenía en un termo. Como no pude ver a mis hijos, vine a casa de mis padres y le conté a ellos lo que había sucedido, entonces mi papá fue a dejarle el dinero y cuando pidió verlos a los chicos, Silvia le dijo que ya estaban dormidos".

"Todavía no puedo entender lo que les hizo, siempre se desquitaba con mis hijos de todo lo que nos pasaba. Se cansó de maltratar a mis hijos hasta que los mató".

"Unos días antes de todo esto, Emir se vino corriendo desde su casa hasta la casa de mis padres, no sé como hizo para cruzar la ruta 9 y recorrer más de 10 cuadras solito, vino llorando y no quería volverse".

"Esa semana, saliendo del jardincito, mi hijo también se quiso venir corriendo desde la escuela hasta la casa de mis padres y todos los maestros vieron como ella lo agarró a patadas y lo llevó a la rastra a su casa, Emir no quería estar en esa casa y siempre me decía llorando que quería vivir en la casa de mi mamá", dijo quebrado el hombre de 28 años.

Silvia Galán estaba embarazada de casi seis meses cuando fue detenida, acusada de haber asfixiado a sus hijos Austin Emir (4) y a Alma Zoe (1). Los pequeños fueron hallados esa fría madrugada acostados en una cama y prolijamente tapados con colchas. Los descubrió el hermano mayor de Galán, a quien ella había llamado manifestando en un estado de crisis nerviosa que "alguien" había entrado a la casa y la había agredido.

Los trabajadores sociales sabían de la situación de Silvia Galán 

VILLA EL TRABAJO/ VIVIENDA DONDE FUERON ASESINADOS LOS NIÑOS. 

Silvia Galán intentó suicidarse tres meses antes del crimen de sus hijos y Antonio Vilte y sus hermanos la salvaron y llamaron al Same. 

Este episodio quedó registrado en el hospital de Tilcara, donde permaneció internada, con la recomendación de que siguiera un tratamiento psicológico. 

Una asistente social y una psicóloga del puesto de salud de Huacalera visitaron a Galán y a Vilte y tomaron conocimiento de la delicada situación emocional que atravesaba la joven y de las agresiones que ella sometía a sus pequeños hijos. 

Nicolasa Cruz, madre de Antonio Vilte le suplicó a los profesionales dependientes del Ministerio de Salud que tomen cartas en el asunto, que sus nietos corrían peligro, que notaba a su exnuera muy agresiva, pero nada se hizo.

Cruz además le contó a nuestro diario que presenció varios episodios donde Galán golpeaba a sus hijos y en varias oportunidades tuvo que interponerse en el medio.

También se registra en la historia clínica de Silvia Galán que padece de convulsiones y debe medicarse a diario y otro dato que no es menor, es que no tenía en ningún momento contacto con sus familiares. 

La joven que está detenida en la Unidad Penal de Mujeres del barrio Alto Comedero de nuestra ciudad, vivió casi siete años en la casa de los Vilte y a principios del 2017 se mudó a una precaria vivienda que había heredado de sus padres, en el barrio Villa El Trabajo, ubicada en las afueras de la zona más poblada de Huacalera.

Galán estaba embarazada de poco más de seis meses cuando fue detenida y siempre se abstuvo a prestar declaración indagatoria ante el fiscal, por recomendación de su abogado defensor Martín Meriles. 

Hoy tiene un hijo de un año y cuatro meses, y la familia Vilte teme de lo que le pueda pasar, teniendo en cuenta los antecedentes y los argumentos que tiene la justicia jujeña en tenerla detenida, con prisión preventiva y su expediente a punto de ser elevado a juicio oral y público. 

“Me queda un solo hijo y no quiero que viva en prisión”, dijo Vilte.