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Un valioso apoyo a niños, jóvenes y adultos que sufren y están desamparados

Voluntarios colaboran con familias del barrio San Lorenzo que viven en situación de vulnerabilidad.Los contienen y ayudan para que superen problemáticas como ser falta de educación, violencia, pobreza y adicciones. 
Jueves, 07 de febrero de 2019 01:00

La bondad de los voluntarios del centro barrial “Marcelo Palentini” sosiega situaciones de dolor y no es indiferente ante las necesidades de los que sufren y no poseen las mismas posibilidades para educarse, trabajar y vivir dignamente. Estas personas viven en el barrio San Lorenzo de la localidad de Libertador San Martín en situación de vulnerabilidad y reciben un refugio muy importante en esta institución que los contiene, les abre las puertas, les inculca valores y los inspira para superar toda adversidad.

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La bondad de los voluntarios del centro barrial “Marcelo Palentini” sosiega situaciones de dolor y no es indiferente ante las necesidades de los que sufren y no poseen las mismas posibilidades para educarse, trabajar y vivir dignamente. Estas personas viven en el barrio San Lorenzo de la localidad de Libertador San Martín en situación de vulnerabilidad y reciben un refugio muy importante en esta institución que los contiene, les abre las puertas, les inculca valores y los inspira para superar toda adversidad.

Este hogar está compuesta por profesionales y otros voluntarios que se acercan todos los días para recibir a niños, jóvenes y adultos de ese barrio. Lo primordial es acercarles posibilidades para que puedan dejar los malos hábitos, crezcan como personas y puedan desarrollarse como cualquier otro ciudadano en la sociedad.

El lugar donde transcurren la mayoría de las actividades es alquilado por la institución. Es allí donde cada día y a toda hora entran y salen niños, jóvenes y adultos buscando nuevas oportunidades, “algunos días les damos el almuerzo, lo que sí es fijo es la merienda porque en el horario de la tarde es cuando más personas hay con nosotros”, mencionó Stella Abregú, trabajadora social e integrante de la institución.

Todos tienen la entrada libre al centro barrial porque siempre hay alguien para recibir a los que tienen alguna dificultad pero en determinados horarios y días tienen actividades fijas que van realizando semanalmente para distintas edades.

“Tratamos de estar al tanto de todo lo que pasa en el lugar, los operadores nos encargamos de hacer todo lo que es seguimientos e informes. Hacemos tramites o visitas domiciliarias dependiendo el caso de cada persona o familias”, comentó Abregú.

En ese sentido, explicó que “el principal objetivo que nosotros tenemos es realizar un abordaje integral para poder ayudar a todos los que tienen algún problema. Uno de los peores es la drogadicción, cuya consecuencia última es la adicción y las causas son muchas”.

Hay muchas familias que pasan por situaciones de pobreza, la mayoría, y también de violencia. Las historias son desgarradoras aseguró la voluntaria.

También hay un elevado índice de personas que no pudieron terminar sus estudios y eso “viene de décadas atrás porque ni los padres ni los abuelos de los chicos pudieron terminar de estudiar, algunos ni siquiera terminaron la primaria”, añadió.

POR UN BUEN CAMINO / LOS VOLUNTARIOS LES INCULCAN VALORES Y LOS INCLUYEN EN LA SOCIEDAD QUE MUCHAS VECES LOS EXCLUYE.

“Regenerar lazos y vínculos”

Stella Abregú contó que hay familias que no tienen contacto con el resto de la sociedad y se aíslan.  “Nuestra función por un lado es regenerar esos lazos que las personas perdieron con las instituciones. Los acompañamos a hace tramites como del documento o a sacar un turno en el hospital y a hacerse atender. O también a inscribir a los niños a las escuelas”, sostuvo.

Están junto a ellos cada vez que los necesitan, “por ejemplo, algo que pasa siempre en los colegios es que cobran, por mas público que sean, las cooperadoras. Las personas del barrio no conocen sus derechos y no saben que lo mismo se puede inscribir a sus hijos por más que no paguen la cooperadora.  O sea no se les puede exigir ese pago”, dijo.

Pretenden que conozcan sus derechos, se empoderen y así puedan generar lazos con la sociedad fomentando la inclusión de la gente del barrio San Lorenzo.

Personas que están marginadas y excluidas en la sociedad

Además de pobreza, también prevalece la drogadicción en el lugar. Los miembros del centro barrial “Marcelo Palentini” indicaron que la escuela no es algo primordial en la vida de las personas del barrio y no le dan importancia porque se ocupan de otras prioridades más necesarias como lo es la alimentación de la familia.

Al respecto, Stella Abregú afirmó que “Desde muy pequeños trabajan ayudando a sus padres porque necesitan generar ingresos para subsistir y le van quitando importancia a lo que nosotros vemos como fundamental que es la educación. Por eso tratamos de incentivarlos para que no dejen de estudiar los chicos y los más grandes puedan terminar el secundario”.

“Entonces esta bueno acompañar la vida desde una manera integral porque hay muchas situaciones por las que pasan la mayoría de las familias del barrio. Ellos tienen muy rotos los lazos sociales y están marginados”, agregó.

Ese nexo que tanto necesitan o el empuje para incluirse en la sociedad se los dan los voluntarios del centro vecinal. Que por medio de una constante colaboración y acompañamiento logran que ellos se acerquen más a la escuela o al hospital cuando están enfermos y reciban todo lo que merece cualquier ciudadano argentino.

Asimismo, la voluntaria remarcó que, “ellos se marginan a sí mismos y también hay cierta exclusión por parte de la comunidad. La vida de esta gente transcurre dentro del barrio y por ese motivo no gozan de los derechos que les corresponden. Hay personas que ni el documento tienen, en otras palabras, no poseen identidad, por eso decimos que los lazos sociales están rotos. Ellos están excluidos de un montón de cosas y nuestra tarea es acercarlos”.

SONRISAS DE NIÑOS Y VOLUNTARIOS / SE MUTIPLICAN CADA DÍA QUE HACEN UNA ACTIVIDAD EN EL CENTRO BARRIAL.

La loable tarea de acompañar la vida

“En todos los rasgos integrales de la vida tratamos de abrazarlos. Acompañar la vida es prevenir y enseñarles valores que nunca les enseñaron. Para nosotros lo que sana es el vínculo y  el contacto de persona a persona. Con cariño y amor pretendemos que ellos se sientan importantes para la sociedad”, mencionó Stella Abregú.

Por medio de ese acercamiento con la sociedad y el vínculo que los voluntarios reconstruyen en los habitantes del barrio San Lorenzo muchos chicos y grandes se empiezan a recuperar.

Desde que ellos se acercan van cambiando actitudes, por más que es un camino largo, “Marcelo Palentini” no mira para el costado, no es indiferente y sobre todo no posee prejuicios para con las personas que la pasan mal y siguen los malos hábitos.

“Nos acercamos y los tratamos de igual a igual, sin juzgar. Ellos a veces están consumiendo droga y nosotros los tratamos de igual a igual, y ese contacto de a poco va dando resultados. Se van acercando y aceptan nuestra ayuda. Igual es un camino muy largo porque en este abordaje integral se trabaja con los chicos y con las familias”, mencionó.

Trabajan con la familia y con todo el barrio en general. En el mismo lugar les brindan la ayuda necesitan para que puedan superar sus dificultades estando ahí y “no se los interne en otro lugar porque cuando pasa eso primero lo sacan del barrio, lo llevan a un lugar alejado y los internan. Al tiempo vuelven al mismo lugar donde adquirieron ese problema y la recaída es inevitable”, concluyó Abregú.

Antes casos de violencia y situaciones que ellos no pueden controlar, proceden haciendo un relevamiento y envían el caso a instituciones gubernamentales que se encargan de trabajar con más profundidad en esas problemáticas.

UNA NUEVA OPORTUNIDAD |PARA AQUELLOS QUE ATRAVIESAN MOMENTOS DIFÍCILES.

TODOS JUNTOS “MARCELO PALENTINI” / OFRECE UNA NUEVA OPORTUNIDAD A AQUELLOS QUE ATRAVIEZAN MOMENTOS DIFICILES.

Actividades establecidas en el centro barrial

A medida que fue creciendo la población que asiste al centro barrial “Marcelo Palentini” fueron organizándolos en lo que ellos llaman “grupos terapéuticos”.

Fue así que se constituyeron grupos de varones que van los lunes por la tarde. Los martes hacen una actividad que se llama “la ranchada” que significa salir del centro y dirigirse al sector del “bajo” donde está el club y comparten la merienda en una cancha.

PEQUEÑOS DEL BARRIO SAN LORENZO DE LIBERTADOR / NECESITAN AYUDA PARA ESTUDIAR Y SER BUENAS PERSONAS EL DÍA DE MAÑANA.

La idea de “La Ranchada” es generar vínculos con chicos que están involucrados con más énfasis en las drogas y no asisten a la institución. El objetivo es acercarse a ellos para también brindarles el servicio que ofrecen.

Los martes y sábados desde las 18, el grupo de mujeres adultas realizan su actividad. La misma está relacionada a la prevención con el propósito de que tengan herramientas para defenderse y también a sus hijos. Además, mediante un taller de artesanías, trabajan otros temas como la violencia de género.

Los miércoles funciona el grupo de niños que está orientado a la recreación. Se trabajan diversas temáticas desde los juegos como sr la higiene personal, el cuidado del cuerpo, los valores etc.

También ese día el grupo de mujeres adolescentes que tienen entre 13 y 20 años participan de un taller donde desarrollan temáticas que tienen que ver con la prevención en muchas situaciones. Por ejemplo lo que es la educación  sexual y la violencia. Ellas proponen temáticas y exteriorizan situaciones que viven cotidianamente.

Los jueves realizan atención clínica, una psicóloga asiste a la institución y recibe a personas de todas las edades. La especialista también sale a la calle y hace visitas a los hogfares.

Mientras que los viernes brindan su servicio a un grupo mesclado de edades, donde prevalecen los pre adolescentes.

Para este año quieren incorporar un espacio para adultos hombres, por eso llaman a que se sumen más varones para que puedan participar en esta actividad. “Ver a otros hombres que realizan estas actividades les da el ejemplo a personas que viven ahí para que cambien sus malas actitudes y les da la posibilidad de construir su futuro de una manera distinta a la establecida”, explicó Stella Abregú.