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19 de Abril,  Jujuy, Argentina
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Historias detrás del volante, en primera persona

La responsabilidad de llevar vidas al manejar un volante, uniendo los destinos, es fundamental para ellos. La unión y el compañerismo que experimentan a través del oficio, se percibe en las rutas y en cada relato.

Sabado, 09 de febrero de 2019 01:01

Por Luis Caraballo

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Por Luis Caraballo

Manejar un vehículo es mucho más que estar sentado detrás de un volante. La responsabilidad que se tiene al llevar vidas a bordo, subir y bajar equipajes, servir comida a bordo y ser el responsable de lo que sucede en una unidad de pasajeros es "la profesión más linda" como la denominan quienes trabajan de ello.

La cuenta de Facebook que comparten los choferes es Transporte larga distancia Argentina.

Los choferes de colectivos y auxiliares a bordos son protagonistas de tantas anécdotas, recorridos e historias que guardan en cada trayecto y que unen desde la terminal cabecera que tienen como punto de origen, hasta la estación final donde termina el recorrido.

Si se toma en consideración que muchas veces se tiende a responsabilizarlos en primer lugar por los accidentes que ocurren en las rutas, también se tiene que saber que son personas cumpliendo una labor que tiene muchas dificultades y responsabilidades.

El Tribuno de Jujuy obtuvo el testimonio de personas que trabajan en las unidades de colectivos y compartieron las historias que les tocó atravesar a bordo, como quedarse en medio de la ruta y la camaradería que existe en medio del camino con otros colegas.

Uno de ellos es Claudio Lemos, conductor retirado, quien tiene a su cargo un grupo en las redes sociales que nuclea a todos los choferes, personal a bordo y fanáticos de los colectivos sin distinción de empresa o modelo de colectivo.

"Fui parte del mundo de los colectivos y dejé de lado a mi familia, vi muchas injusticias y tome la decisión de dejar el rubro momentáneamente pero sigo trabajando de sol a sol con el grupo, somos personas desinteresadas y trabajamos incondicionalmente por y para los choferes de los micros, auxiliares, azafatas y demás", comentó Lemos.

Claudio fue chofer de la empresa Río Uruguay y decidió dar un paso al costado momentáneamente porque sintió mucha presión al manejar y quiso pasar más tiempo con su familia, quien en reiteradas oportunidades, al igual que todos los conductores, les toca dejarlas para unir a otras personas con sus seres queridos.

Otra de las tareas que se les sumó a su labor es el control de los marbetes, es decir, los tickets con que se identifica al equipaje de bodega y mano.

A raíz de ellos, muchos choferes reclaman que "pierden mucho tiempo". Desde la Cnrt dijeron que "es para control y para que se sepa quién es el responsable de los objetos, y hasta los termos tienen que llevar porque son objetos que pueden llevar cargas, y en caso de tenerlos las empresas son sancionadas", explicaron.

Solicitaron a los pasajeros que antes de subir a los colectivos saluden al chofer porque son personas que están cumpliendo una labor.

Unidos a través de las redes sociales

Es visible cómo la unión de los choferes de corta, media y larga distancia se hace presente en diversos ámbitos. Las redes sociales no son la excepción y hay muchos grupos que nuclean la hermandad de quienes están detrás del volante. 

David Daniel Luis fue el creador de estos vínculos en las redes sociales. En tanto que Claudio Lemos y Sebastián Alejandro son los moderadores actuales y están al pendiente de la situación que viven los choferes.

Los grupos tienen el propósito de compartir imágenes y videos de los colectivos en los cuales están manejando, las anécdotas y situaciones que les toca vivir.

Lo más significativo es que siempre están al tanto de los accidentes que les ocurren a sus colegas en la ruta. El recuerdo de quienes han partido y dejado su vida mientras realizaban su trayecto y su labor por las rutas argentinas es otra revelación que demuestra el afecto que hay entre pares. 

Ante el último siniestro vial que ocurrió a nivel nacional, que involucró a un micro de la empresa Jetmar donde falleció Alejandro Retrivi, su conductor, sus compañeros expresaron su más grato recuerdo: “hoy tenemos un ángel más en la ruta que nos cuida”.    

Auxiliares a bordo, la tarea de estar al servicio de los pasajeros

Dar la bienvenida, servir la comida a bordo y estar pendiente de las necesidades de la gente son algunas de las características de los auxiliares a bordo de las unidades de pasajeros que incluye un servicio de atención. Entre mujeres y hombres son los encargados de brindar a los pasajeros el máximo confort. 

Maximiliano Van Lanker, de 25 años, brindo su testimonio sobre la realización de la tarea. “Es una actividad que te tiene que gustar porque es difícil tener una chispa ante la atención del pasajero. Estar constantemente disponible para las necesidades o vos mismo buscar la comodidad para los pasajeros, obviamente es igual que un auxiliar de vuelo, buscar la seguridad”, explicó.

“Es apasionante, a mí en particular me apasiona mucho, la vida en sí que se puede llegar a llevar es muchísimo, cosas que no vivís en un trabajo diario, aprendes mucho, tanto sentimental como laboral, lo que más destaco es el trabajo en equipo que se sostiene muy fuertemente entre los conductores y el auxiliar, siempre se sostiene el compañerismo”, enfatizó por la unión laboral. 

Van Lanker definió en si su labor como aquella que está basada en brindar confort a los pasajeros que abordan el colectivo. Indicó que la atención hacia las personas y la limpieza es la característica que marca la competencia en las empresas de micros y que ellos tienen que estar al pendiente. 

Manifestó que en su labor hubo lugares donde requirió su presencia activa por accidentes que atravesó arrojándole piedras a la unidad en la que prestó servicio. “Me pasó en Neuquén muy seguido, también en Santiago del Estero y por supuesto las más seguidas Buenos Aires y Rosario son las más constantes”, manifestó el auxiliar.

El compañerismo y la unidad en la ruta

El relato de un conductor con 20 años de experiencia al volante da cuenta de la labor que tiene un chofer más allá de la tarea de manejar. Gabriel O’Connor expresó cómo es su trabajo, pero sobre todo, de las situaciones que le toca atravesar muchas veces con las condiciones laborales, presionado para tener que “tomar ruta” nuevamente. 

También comentó cómo fue su situación en particular al manejar un transporte de larga distancia. Con años dedicados al manejo, las experiencias en las rutas son uno de los temas que caracteriza a la profesión.

“Vos te vas de Jujuy a Buenos Aires, tenés 1.600 km y no tenés un relevo, si se rompe algo del micro y tenés que tratarlo de reparar vos mismo porque nadie te va a mandar un mecánico que lo haga, salvo si es algo inaccesible para vos, la mayoría de lo que sabemos es cambiar correas, alguna que otra cosa, hasta ahí nomás, y hoy los micros son muy sofisticados y un cables que se te cortó, el micro ya no funciona más” explicó. 

“Yo con una empresa llegué a estar tirado 27 horas en Mar Azul en la ruta Provincial 11 (en Buenos Aires), sin siquiera que nos trajeran un vaso de agua. Gracias a Dios no sufrí ningún accidente ni vuelco”, contó el chofer. 

Camaraderia en la ruta

O’Connor explicó el saludo que se realizan los choferes en las rutas al encender las luces bajas y el mover las manos. 

“El saludo significa principalmente hacer seña de luces y que te la devuelva es saber que vienen despiertos. Es gratificante cuando es de día y te levanta la mano, es un código, al igual que llevar a un compañero que quedó varado en la ruta o dejarle si tiene problemas mecánicos un auxilio un paquete de yerba, agua mineral, lo que tengas a mano” concluyó, dando cuenta del compañerismo que experiementan en la ruta con otros conductores, unidad que los hace sentirse un poco mas acompañados y no tan solos en esos largos trayectos.

“El colectivo hoy por hoy es plástico”

 Muchas son las situaciones por las que les toca atravesar a los conductores de los transporte de pasajeros por estar a cargo de una unidad de pasajeros. Ante reiterados hechos que involucraron a las personas en particular, tuvieron que tener un acompañamiento legal por la situación.

Gabriel Gusso, abogado y referente de la UTA a nivel nacional comentó a El Tribuno sobre esa situación. “El colectivo hoy por hoy es plástico, y lamentablemente el primero que muere es nuestro compañero chofer, está totalmente desprotegido, si muere una persona es privado de su libertad y muchas veces no se le brinda asesoramiento legal”. 

“La libreta de trabajo es un documento público, la Cnrt la mira si el chofer o el guarda tienen los descansos para que su cuerpo esté en condiciones de salir. Pero hemos corroborado y viaje yo a la costa atlántica acompañando a trabajadores que tenían dos libretas y las presentaremos a la Justicia”, fue otro de los planteamientos sobre otra cuestión. 

Gusso explicó que el relevamiento entre choferes se debe hacer cada 100 kilómetros para que ambos tengan descanso. Resaltó que en reiteradas veces los conductores están en condiciones desfavorables manejando una unidad. Esperan que haya un control más exhaustivo para tener un “ambiente” laboral acorde, aun tratándose de un colectivo. Ante ese planteo manifestó otras situaciones. “En una hora llegan a destino, se ven en la tarea de limpiar el colectivo, y en otra hora ese mismo coche tiene que estar listo con la misma tripulación, hay gente que esta días sin bajarse del colectivo llevando vidas humanas”, finalizó. 

 

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