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"Visitar Jujuy me llena de energías para seguir"

Guillermo vive en el estado de Virginia, donde trabaja como docente de nivel secundario y es entrenador de fútbol.
Domingo, 10 de marzo de 2019 01:04

Con la ilusión de llegar a convertirse en un jugador de fútbol profesional, a los 21 años de edad Guillermo Tolaba tomó la decisión de dejar Jujuy en busca de mejores oportunidades.

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Con la ilusión de llegar a convertirse en un jugador de fútbol profesional, a los 21 años de edad Guillermo Tolaba tomó la decisión de dejar Jujuy en busca de mejores oportunidades.

 

Si estás en el extranjero o conocés a alguien que quiera contar su experiencia, comunicate a: [email protected].

Su camino ya estaba marcado desde la adolescencia, cuando jugó varios torneos del interior con el Club Atlético Cuyaya, desmostrando su increíble destreza y pasión por el fútbol. Una vez terminado el secundario le surgió la oportunidad de ser parte de Talleres de Córdoba, donde también tuvo un buen desempeño.

Fue Córdoba el primer destino que lo recibió tras su partida. Es que siguiendo con el mandato familiar, el inicio de una carrera universitaria no era una opción, sino un deber. Y así fue que, hoy agradecido a sus padres por estos valores, Guillermo cursó cuatro años de Kinesiología y Fisioterapia mientras paralelamente jugaba fútbol.

Pero como todo en la vida, a veces las cosas pueden salir bien o mal, más allá de la voluntad que se ponga. Sus planes futbolísticos no salieron como esperaba, pero lejos de considerar esta situación como un mal augurio para su carrera, la experiencia le permitió conocer diferentes clubes y ligas donde además de aprender lo mejor de cada una, contribuyó a su crecimiento profesional

Un cambio radical

Una propuesta para continuar con todas sus actividades, jugar al fútbol y estudiar en Estados Unidos se le presentó en el camino.

Un poco aturdido por la magnitud de la decisión que estaba solo en sus manos, Guillermo no dejó pasar la oportunidad. "Sin saber nada de inglés decidí venirme a los 21 años y probar continuando con mis estudios y la carrera futbolística", expresó Guillermo.

Su buen amigo Pedro fue el primer rostro amigable con el que se encontró el jujeño cuando llegó a ese gran país desconocido pero prometedor. Sin embargo, "los primeros seis meses en la universidad fueron los más duros porque al no saber nada de inglés cursé sólo clases de idioma y jugué al fútbol", contó.

Pero como el paso del tiempo lo acomoda todo, el panorama se fue esclareciendo de a poco y a su favor. La universidad que lo recibió le reconoció materias ya cursadas en Córdoba permitiéndole terminar la carrera de Biología con especialización en Ciencia del Ejercicio, en sólo dos años y medio.

Sin abandonar la pasión por el fútbol, una vez graduado Guillermo se fue a jugar por un corto tiempo a Guatemala. Luego volvió a Estados Unidos para continuar con su especialización: "Hice una maestría en Educación Física y Salud y luego me metí de lleno a la educación cuando en el invierno de 2018 concluí una segunda maestría en Educación Especial", contó.

Actualmente es docente de chicos con discapacidad de nivel secundario y por las tardes se desarrolla como entrenador de fútbol de dos equipos, a los que trata de inculcarles que "a pesar que todos tenemos un plan A de ser famosos, siempre tienen que tener un plan B, porque no siempre se tiene la suerte de llegar". Con el fin de demostrarles cuál es la realidad y no se vean perjudicados en el futuro.

Entre las gratificaciones que le dio su carrera de entrenador fue trabajar par a par con el exfutbolista jujeño, conocido como el "Burrito" Ortega en el club Herndon Youth Soccer.

El amor a través del fútbol

SATISFACCIÓN / EL EXFUTBOLISTA ARIEL “BURRITO” ORTEGA EN UNA JORNADA DE TRABAJO EN EL CLUB JUNTO A GUILLERMO.

El fútbol no sólo le dio inmensas satisfacciones en su carrera como deportista sino que puso en su camino a Sandra, una peruana que vivió gran parte de su adolescencia en Paraguay y luego se fue a vivir a Estados Unidos.

"En el Mundial 2006, un grupo grande de latinos nos juntamos a ver un partido de Argentina. Ella estaba ahí y por medio de un amigo nos presentaron y nos conocimos", contó emocionado.

Fue así que después de esa hermosa coincidencia Sandra se convirtió en su esposa, con la que tuvo a su amado hijo Lorenzo.

Y hablando de amores, Guillermo comentó que extraña Jujuy en las fechas clave como los cumpleaños familiares, las fiestas de fin de año y el carnaval.

Afortunadamente, regresó a Jujuy en diciembre pasado para visitar a su afectos. "Por suerte tuvimos la posibilidad de visitar a la familia hace muy poco y eso me volvió a llenar el tanque, me dio energías y ganas de seguir", contó emocionado.

"Espero tener la suerte de seguir teniendo la posibilidad de ir a visitarlos una vez al año para asegurarme que estén bien los familiares y los amigos y para tocar tierra y volver a las raíces", exclamó.

Afortunadamente la vida se le hace bastante llevadera aunque esté a miles de kilómetros de distancia. Es que Estados Unidos lo ha tratado muy bien, fue allí donde conoció al amor de su vida y concibieron a su hijo. Le brindó también la posibilidad de cumplir con su mayor meta de graduarse y todo lo que posteriormente desencadenó su profesión no sólo académica sino futbolística.

Y aunque ha logrado sentirse muy contenido en su nuevo hogar que le permitió proyectarse, "nunca va a pasar que deje de extrañar a la familia y nuestras costumbres", cerró.