Lionel Messi vivió una noche especial en Sevilla. El Barcelona goleó al Betis por 4-1 y él fue el autor de un triplete con tres goles espectaculares que hicieron levantar a la afición local y aplaudirlo al cierre del encuentro, a pesar de ver como su equipo era aplastado por los azulgranas.
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Lionel Messi vivió una noche especial en Sevilla. El Barcelona goleó al Betis por 4-1 y él fue el autor de un triplete con tres goles espectaculares que hicieron levantar a la afición local y aplaudirlo al cierre del encuentro, a pesar de ver como su equipo era aplastado por los azulgranas.
El primer tanto a los 18 minutos silenció en Benito Villamarín. Una ejecución de un tiro libre espectacular se metió en el ángulo izquierdo de Pau López y engañó a la barrera, la cual había puesto un hombre abajo de los pies de los jugadores que la conformaban para evitar cualquier sorpresa.
El segundo llegó antes del cierre del primer tiempo, en una jugada colectiva con taco incluido de Luis Suárez para acomodar el balón junto al palo con la cara externa del botín. Sin embargo, fue el tercero a los 85 el que terminó de enamorar a los fanáticos verdiblancos.
La obra maestra del capitán blaugrana
El equipo de Ernesto Valverde se tomó el desquite ante el de Quique Setién del triunfo verdiblanco en el Camp Nou en la primera vuelta y con ello aprovechó el pinchazo del Atlético de Madrid en San Mamés el sábado.
Diez puntos de ventaja sobre el cuadro de Diego Pablo Simeone con diez jornadas por disputarse. Las matemáticas aún no proclaman campeón pero virtualmente el título está camino del coliseo azulgrana.
Ahora, siete meses y medio después de su salida por la puerta de atrás del Mundial de Rusia de la Selección argentina, Messi regresa reforzado por una nueva exhibición ante el Betis, para integrarse en el plantel que, con Lionel Scaloni al frente, prepara la Copa América de Brasil.